viernes, abril 13, 2007

Una semana ajetreada

Cuando alguien lleva mucho tiempo oteando el horizonte, en la serviola, en la cofa o en el penol de la gavia mayor, llega a una encrucijada en sus pensamientos: seguir vigilando la línea que separa el mar del cielo esperando que no aparezca nada, o desear que nos sorprenda una vela, a lo lejos, bañada por el sol de la mañana y correr detrás de ella.

Esta semana ha llegado a ser frenética. Llena de cambios que han llevado al “buque” donde presto mis servicios a una total reestructuración, al dique seco del astillero para una lavadita de cara. Menos tripulación (lo cual, aunque no parezca lógico, ha traído menos presión y mas compañerismo y entendimiento entre nuestra pequeña “tripulación”), mismo mando, pero una nueva forma de hacer las cosas. Hemos reparado la “cubierta”, hemos embellecido nuestra “cáscara de nuez” y hemos sacado brillo a los cañones. Se avecinan tiempos duros (quizás no tanto como creo) en los que nos tendremos que emplear a fondo y volveremos a echarnos a la mar a pleno rendimiento (mas que antes todavía) la semana que viene en estado de máxima alerta.

Aunque no quisiera, todos estos cambios afectan a mi vida y a todo lo que hago, incluso a este blog. No, no lo abandonaré para nada y, por supuesto, no os dejaré sin las noticias diarias y demás secciones, sobre todo la de mi colección de billetes, aunque estas últimas se verán mermadas en cuanto a su continuidad por la escasez de tiempo y abundancia de trabajo. No solo me esperan las labores típicas de mi puesto, sino también encargarme del sistema operativo en nuestro “puente de mando”. De todas formas, el “Navegante” no se va a quedar en el dique seco, seguirá navegando, quizás a media máquina mas de lo acostumbrado, pero siempre tras los sueños.

No se tardará en tocar zafarrancho de combate.

1 comentario:

  1. Pues ahí estaremos esperando a tus noticias, salgan cuando salgan.

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