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LOS «SEÑORES DEL MAR» DEJAN LA CIUDAD |
Despedida en alta mar |
Los alicantinos brindan un multitudinario adiós a los grandes veleros que participan en la Tall Ship's Races |
Miles de ciudadanos abarrotaron ayer los principales puntos costeros de Alicante ciudad para despedir a los 33 grandes buques que han permanecido Las embarcaciones abandonaron la capital a primera hora de la tarde ante la atenta mirada y las cámaras de alicantinos y turistas. |
La playa del Postiguet, las inmediaciones del Puerto, las proximidades de la antigua estación marítima, la Albufereta, el Cocó, las calitas de la Finca Adoc... Todos estos lugares, habitualmente infestados de gente, registraron ayer un nuevo lleno. Y no precisamente por tratarse de un típico sábado de playa con casi 30 grados a la sombra - que también - . Sino más bien, para presenciar in situ uno de esos espectáculos que rara vez uno tiene la oportunidad de ver.
Miles de personas - alicantinos y turistas - no quisieron perderse la despedida de las 33 majestuosas embarcaciones que desde este miércoles han estado atracadas en aguas del Puerto. Todas ellas forman parte de la Tall Ship's Races - una competición de grandes veleros - y a primera hora de la tarde de ayer abandonaron definitivamente la ciudad con destino a Barcelona, donde se disputará la primera regata de la prueba.
Entre todos los barcos, que se han podido visitar por dentro durante estos días, ha destacado sobre todo uno, el Juan Sebastián Elcano, buque escuela de la Armada Española. De ahí que ayer, en la despedida de todos ellos, los ciudadanos se volcasen.
Hubo reacciones de todas las clases. Desde la sorprendente mirada de los pescadores que alzaban sus cañas a espaldas del Meliá hasta los nervios de los más pequeños. En esa misma zona, sin ir más lejos, dos niños se peleaban por hacerse con los prismáticos que se había llevado su padre. «Espera, que ahora te toca a ti», le decía continuamente el progenitor a ambos.
Miles de imágenes se podrían describir, aunque por encima de todo primaba una, la del Postiguet. Allí, bajo un sol de justicia, cientos de personas aprovecharon el excelente día de playa que hizo y compaginaron el baño con la fotografía. Las cámaras se convirtieron en el mejor aliado de los ciudadanos para inmortalizar algunos de los buques que a media mañana ya surcaban las aguas del Mediterráneo.
Expectación Filomena García, natural de Madrid, fue una de esas personas que acudieron a la arena junto a su cámara. «Claro que me la he traído, porque una ocasión como ésta es difícil de ver. Y más nosotros, que somos de Madrid», comentó entre risas.
Sus pretensiones, no obstante, no se vieron del todo colmadas. La lejanía de las embarcaciones obligó a que más de uno desistiera y abogara por guardar la cámara. «La verdad es que los barcos están un poco lejos. Se podrían haber acercado más a la costa para que los pudiésemos disfrutar más», lamentó Mario Pérez, marido de Filomena.
Sea como fuere, las lamentaciones fueron mínimas. También, porque muchos de los presentes desconocían la marcha de los veleros. «No sabía que se iban hoy. Me gustaría heber ido a verlos por dentro, porque tengo varios amigos que han ido y dicen que vale la pena», señaló Raquel Vázquez, una joven alicantina.
Escasas retenciones Quizás este desconocimiento - o quizás no - , pudo motivar que ayer, a diferencia de los últimos días, los accesos a la ciudad y, sobre todo Conde de Vallellano, no presentaran apenas retenciones. Sólo a partir de las 12.15 horas pareció producirse el primer embotellamiento serio del día. Pero nada fuera de lo habitual por estas fechas. Y eso, que los estacionamientos subterráneos de las inmediaciones del Postiguet colgaron pronto el cartel de completo.
Algunos conductores, al percatarse de la situación, decidieron ver el adiós de los barcos desde otros puntos de la costa en los que a priori iba a haber una menor afluencia de gente. Entre ellos, la playa de la Albufereta.
Pero muchos aprovecharon el trayecto por la Cantera y se decantaron por hacer una parada en los apeaderos del arcén derecho de la carretera, a la altura de la Finca Adoc. Allí, varios coches subidos sobre la acera delataban la expectación que ha generado la visita de los veleros entre la ciudadanía.
Junto al seguimiento terrestre, también hubo otro paralelo sobre el mar. Y es que casi un centenar de embarcaciones particulares desafiaron el temporal y las olas que se levantaron ayer, y siguieron a los buques a escasos metros.
Según las estimaciones que hizo el alcalde, Luis Díaz Alperi, durante el acto de presentación del evento, la Tall Ship's Races ha dejado en Alicante beneficios económicos de entre tres y cuatro millones de euros. Por su parte, el director del Puerto, Juan Ferrer, calculó que la llegada de estos grandes buques ha atraído a alrededor de un millón de turistas a la ciudad. En definitiva, todo un éxito que antecede a otro gran evento que acogerá la capital alicantina el año próximo, la salida de la Volvo Ocean Race.
DIARIO DE CÁDIZ
El buque "Libertad" regresa a Cádiz después de cinco años
02:52 ANA DE ANTONIO
CÁDIZ. El buque escuela de la República Argentina, la fragata Libertad, atracará en el puerto de Cádiz el próximo miércoles 11 de julio. Lo hará siguiendo su itinerario previsto para 2007 tras partir el cuatro de julio del puerto de Amsterdam (Holanda). Y, después de cinco años sin visitar la ciudad, la fragata argentina realizará una escala que se prolongará hasta el próximo día 16, cuando partirá hacia Toulon (Francia). La parada en Cádiz será, de hecho, la única que el buque realizará en aguas españolas dentro de su crucero de instrucción que inició el pasado mes de abril dejando atrás Buenos Aires, donde regresará el próximo ocho de diciembre.
Tras abandonar Toulon, el buque argentino visitará puertos de Italia, Francia, Noruega, Dinamarca, Bélgica, Estados Unidos, Colombia, Perú, Chile y Uruguay. El Libertad fue uno de los buques participantes en la Regata Colón de 1992. Regresó a Cádiz tres años después, y a pesar de que su participación en la Regata 2000 también estaba prevista, problemas de última hora impidieron su presencia en la actividad náutica.
Sin embargo, dos años después, en 2002, el pueblo de Cádiz pudo disfrutar de nuevo del velero argentino atracado en el muelle gaditano. Permaneció en la ciudad una semana, y en aquel momento los gaditanos se volcaron en el recibimiento del velero, pues la ciudad de Cádiz se siente especialmente unida al buque escuela argentino. De hecho, el próximo 12 de julio el barco, comandado por el Capitán de Navío Pablo Vignolles, ofrecerá una recepción a bordo a la que está previsto que acudan numerosas autoridades políticas y militares del conjunto de la provincia.
El buque Libertad llega a Cádiz después de que en 2005 y 2006 sufriera una reparación de Media Vida, una reforma que garantiza la operatividad del barco durante las próximas décadas respondiendo así a los estándares de sistemas para contribuir a la conservación del ambiente. Un requisito, según informa la Armada de la República Argentina, de la Organización Marítima Mundial y del mundo actual. La rehabilitación, similar a la que sufrió a finales de 2005 el buque escuela de la Armada española Juan Sebastian de Elcano a cargo de la empresa Navantia, permite al velero argentino navegar unos 50 años más por los mares del mundo entero y brindar mayor capacidad marinera para formar a los guardiamarinas en el viaje de instrucción.
Y tras dos años de obras, actualmente no queda una sola parte de la estructura de la fragata que no se haya mejorado durante la reparación. La Armada argentina informa de que la modernización de la fragata comenzó prácticamente desde la quilla. Se renovaron entonces los laboratorios y el departamento de sanidad, la enfermería, el quirófano y la planta odontológica. Ahora hay nuevos equipos de comunicación y navegación, también pinturas y revestimientos. Además, el casco y la superestructura no quedaron al margen. Se cambiaron más de 100 toneladas entre cuadernas, puntales, caños y chapa naval por encima y debajo de la línea de flotación.
La cubierta de teca se renovó de popa a proa y el alojamiento de la dotación se adaptó para recibir a las primeras promociones de mujeres guardiamarinas a bordo.
La fragata Libertad navega desde 1963. Es desde entonces embajadora de Argentina por cientos de puertos de todo el mundo y cada año forma a futuros oficiales de la Armada argentina. Desplaza 3.765 toneladas con carga completa, tiene una eslora de 104 metros, 14,30 de manga, 6,60 metros de calado y 11 de puntal, lo que le convierten en uno de los veleros más grandes del mundo.
Tiene tres palos -trinquete, mayor y mesana-, y bauprés, y el velamen del barco está compuesto por un total de 27 velas con una superficie de 2.650 metros. Además, el buque escuela argentino Libertad cuenta con una dotación de 212 marinos, hombres y mujeres, además de los 122 guardiamarinas.
Y del 13 al 17 de julio estará la Juan Sebastián Elcano en Marín.Harás un reportaje?
ResponderEliminarYa se verá qué se puede hacer, mali
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