jueves, julio 12, 2007

La juventud

Autor: Hugo Pratt.

Publicada por primera vez en la revista francesa Le Matín de Mayo de 1981 a Enero de 1982. Editaro por New Comic SA (Edición Color). Título en italiano: La Giovinezza.

No se le pidió su opinión para ir a la guerra, ni tampoco para el armisticio. Eso piensa Rasputín, un joven soldado siberiano en los estertores del enfrentamiento bélico entre la Rusia Imperial y Japón. Ha decidido vivir su vida y no ser una marioneta en manos de otros. No quiere volver a aceptar órdenes, ni ser más un peón, y lo hará por encima de todo y sin pensar en las consecuencias, todo ello gracias a una personalidad impulsiva, lo cual le atraerá una serie de problemas de difícil resolución sin usar las armas.

Rasputín y sus compañeros de armas en las trincheras.

Tratando de escapar de los rusos, al ser un desertor y de los japoneses, por asesino, se topa con Jack London, un joven corresponsal de guerra americano que trabaja al amparo del ejército japonés, el cual le censura muy a su pesar. Debido a su personalidad también impulsiva, pero no homicida como Rasputín, se enemista con un peligroso oficial japonés.

Jack London empezando a tener problemas con determinados japoneses.

Dos líneas argumentales que finalizan en un solo personaje que, en el momento de prologar esta historia, aún no comprende mucho qué pasa: Corto Maltés, un joven marinero que se ve obligado por las circunstancias, y su naturaleza, a ayudar al desertor ruso. Así conoce a Rasputín, ese extraño amigo que le seguirá en multitud de aventuras y que, medio en broma, medio en serio, siempre le amenaza con que le matará cualquier día.

Enfrentamiento directo (uno de tantos) de Jack London con el teniente Sakai.

Aunque, a primera vista y debido al título de la obra (“La juventud”), uno tiene la idea de que tenemos entre manos una aventura de Corto Maltés en sus años mozos, sin embargo es la historia o el comienzo de la extraña amistad con Rasputín en un periodo sangriento. También una especie de radiografía detallada de cómo es Ras en el fondo. Quizás algo trastocado mentalmente por la guerra, quién sabe a ciencia cierta. Además, estamos ante uno de los homenajes a Jack London, esta vez en sus inicios y a algo que mantuvo a lo largo de su corta vida: contar todo lo que veía.

Aparece Corto en escena.

Pratt sigue en su línea de darle una dimensión plástica a la literatura o viceversa. Los diálogos inundan las viñetas en una necesidad de darle toda la vida posible a sus personajes y tomando referencias reales mezcladas con precisión con ficción, que es lo que nos interesa a fin de cuentas.


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