
Sí, es la sexta ocasión en la que me siento orgulloso de poder escribir para esta publicación.
El pasado viernes, cuando llegué a por mi rancho, se me informó de que había correo para mi persona y vi el paquete gordete de la Revista General de Marina. Sabía que podría ser un nuevo momento de orgullo con otra publicación, pero también de que debido a que el primer número del año abarca Enero y Febrero, su tamaño es más desmesurado que de costumbre.
Antes había un truco infalible para saberlo antes de abrir el sobre y era la grapa de los facsímiles. Sin embargo, cuestiones de economía han supuesto la eliminación de cualquier vestigio de ellas, así que no te queda otra que desembolver tu posible regalo.
Antes había un truco infalible para saberlo antes de abrir el sobre y era la grapa de los facsímiles. Sin embargo, cuestiones de economía han supuesto la eliminación de cualquier vestigio de ellas, así que no te queda otra que desembolver tu posible regalo.
Había dos posibilidades y para mi suerte fue la primera, jejejeje.
En esta ocasión reflejo en el trabajo la Historia de un pueblo del Norte en el que viví durante décadas.
¡Esto marcha!
En esta ocasión reflejo en el trabajo la Historia de un pueblo del Norte en el que viví durante décadas.
¡Esto marcha!
Enhorabuena
ResponderEliminarMuchas gracias, Náufrago.
ResponderEliminarPues que sea la enhorabuena de nuevo. Abrazos
ResponderEliminarVilla.
ResponderEliminarAclaramos: Villa marinera de gran renombre.
Gracias a tí tambien, Ligia.
ResponderEliminarQué bien, Mali, puntualizando siempre!
No puedo opinar pues todavia no me llego la revista,pero creo que me gustara.
ResponderEliminarSaludos
Bueno, José Manuel, ya me comentarás
ResponderEliminarMuchas felicidades. Estoy deseando que me llegue para leerte.
ResponderEliminarUn abrazo
Luis Mollá
Muchas gracias, Luis, me interesa mucho oír tu opinión, que es la de un gran escritor y articulista de la RGM
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