lunes, diciembre 31, 2012

Compra ejemplares firmados y dedicados de "Los últimos años de mi primera guerra"



Si quieres comprar un ejemplar de mi novela “Los últimos años de mi primera guerra”, tanto como para leerlo y disfrutarlo tú, como para regalárselo a quien quieras, y no te conformas con sólo con él, sino que quieres que esté firmado y dedicado… 

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Lectura de 21 de Diciembre de 2012 a las 1200 horas


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21 de Diciembre de 2012

E. VILLAREJO/M. P. VILLATORO / MADRID
Día 21/12/2012 - 09.06h

«Más vale honra sin barcos que barcos sin honra», espetó este gallego antes de iniciar el asedio de Valparaíso y luego El Callao


Hay una célebre sentencia entre marinos de bien en España: «Más vale honra sin barcos que barcos sin honra». Una reflexión que la Armada española debe a uno de sus más ilustres marinos, aunque no tan conocido como los Gravina, Churruca o Alcalá Galiano, y que restableció el honor marino de la dividida España del siglo XIX.

Ese fue el gallego Casto Méndez Núñez (Vigo, 1824-Pontevedra 1869), héroe de la Guerra Hispano-Sudamericana en el mal llamado Pacífico en la que la Marina de la Corona se batió contra buques y fortificaciones de Chile y Perú, principalmente, y también Ecuador y Bolivia. Corrían los años 1865-1866 y en la flaca España todo eran pulgas.

«Nació Don Casto Méndez Núñez en la perla de los mares, la poética y hospitalaria Vigo, cuyo aspecto hidrográfico y majestuoso es a propósito para imprimir en el alma sensaciones que despierten amor a las empresas marítimas que dan fama inmortalizando a los que las acometen», describe sobre su partida de nacimiento una biografía firmada por «Tres paisanos suyos» que data de 1866 con el objeto de relatar los hechos recién acaecidos en el Pacífico.

Méndez Núñez comenzó su carrera en la Armada con los 16 años aún sin cumplir,en la clase de Guardia Marina en el Departamento de Ferrol, siendo ordenado embarcar ese mismo año de 1840 en el bergantín «Nervión».

Su primera gran singladura llegó dos años más tarde, cuando partió hacia los dominios africanos de Fernando Poo (actual Guinea Ecuatorial) en una expedición que, bajo el mando del marino Juan José Lerena y Barry, tenía como objetivoafianzar los derechos españoles en aquellas tierras que los ingleses anhelaban. Por sus servicios prestados en aquella campaña en el «Nervión» consiguió ascender a alférez de navío un año antes de lo reglamentado.

Su primera experiencia americana, cuentan los relatos de la época, fue ya heroica. Embarcado en el bergantín «Volador» partió a Uruguay en diciembre de 1846, tras el reconocimiento español de la independencia uruguaya y el consecuente traslado del representante diplomático de la Corona ante Montevideo.
Rifirrafe en Buenos Aires

Estando en una escala en Buenos Aires, cuenta su biografía anónima, que unos españoles se refugiaron en la falúa del «Volador». Cuando las autoridades argentinas quisieron poner pie en el bergantín español, Méndez Núñez desenvainó su espada y dijo: «El primero que se atreva a poner la mano sobre un español, caerá atravesado por mi espada», ante tal reacción los militares argentinos disistieron de detener a los quince españoles que se encontraban en el «Volador».

Entre 1848 y 1850 a Méndez Núñez el rumbo le llevó a puertos de la hoy Italia, donde una expedición española -junto a Austria, Francia y las Dos Sicilias- acudió al auxilio del Papa Pío IX y los Estados Pontificios, cuya independencia estaba amenazada por las incipientes fuerzas unificadoras de la península italiana. Era una escuadra de nueve buques de guerra que transportaba un Ejército de 5.000 hombres bajo el mando de Fernando Fernández de Córdoba. Sin embargo, la escuadra española no entró en lid pues a su llegada Francia y sus 30.000 hombres restablecieron el «statu quo».

Teniente de navío en 1950 se le vino otorgando el mando de diversos buques como la goleta «Cruz», el vapor de ruedas «Narváez», la fragata de hélice «Berenguela» y la urca «Niña» donde demostró su pericia en diversas misiones marinas. Trasladado en 1855 a la Secretaría del Ministerio de Marina, donde destacó su carácter y, dado su aburrimiento (era un hombre de mar, ante todo), llegó a dedicar su tiempo a traducir del inglés el «Tratado de Artillería Naval», publicado por el general inglés sir Howard Douglas.
De nuevo en la mar, ya en 1859, le fue encomendada su primera gran misión en ultramar: Filipinas. Allí tuvo que vigilar las costas y luchar contra los piratas de las islas Joló y sirviendo como jefe de las fuerzas navales en la toma de la Cotta de Pagalungán (1861). «En 1862 fue ascendido a capitán de navío en atención a su distinguido comportamiento en la brillante acción sostenida contra los piratas mahometanos [...] en la toma de la Cotta Pagalungán los moros hicieron una resistencia tenaz, demostrando su arrojo y bizarría».

¿Cómo acabó con la rebelión del rajá de Buayán, en Mindanao? Tras un primer intento de desembarco infructuoso ante las murallas de aproximadamente 7 metros de altura, 6 de ancho y con un foso de 15 metros de ancho, con caños de corto alcande a doquier, el todavía capitán de fragata decidió abordar la fortaleza como si de un buque se tratará con su goleta de hélice «Constancia». Fue una maniobra complementaria de un desembarco más lejano que el de la víspera. La Cotta de Pagalungán se rendió finalmente. Su popularidad en la Armada española iba en aumento.

Pero si hay un buque que se asocie con la gran gesta de Don Casto Méndez Núñez fue la fragata blindada «Numancia», símbolo de la Guerra del Pacífico que España acometería en los años 1865 y 1866 con dos escenarios principales: la fortificación de El Callao (Perú) y Valparaíso (Chile). Una guerra, por cierto, totalmente desconocida para el imaginario español actual. Una guerra cuyas causas primigenias, y claroscuras, se atribuyen a la disputa entre colonos españoles que trabajaban la tierra del hacendado peruano Manuel Salcedo en Talambo y la posterior ocupación por parte de la Marina española de las islas Chincha (abril, 1964), una acción que no gustó en España pero que sin embargo se tomó la determinación de reforzar dicha posición del Pacífico.
El asedio al puerto chileno de Valparaíso

La escalada del conflicto diplomático entre Perú y España, que por momentos parecía apaciguarse, saltó por los aires cuando Chile se sumó a la contienda en apoyo de los intereses peruanos. El Gobierno del país andino negó todo apoyo logístico a la flota española, también comenzaron las hostilidades contra los ciudadanos españoles en tierras chilenas. España decidió una suerte de bloqueo de la costa chilena (imposible de acometer), Chile declaró la guerra el 25 de septiembre de 1865, tres meses después lo haría Perú. Ecuador y Bolivia se sumarían más tímidamente. La «Guerra del Pacífico» estaba servida.

¿Qué motivó el bombardeo del puerto chileno de Valparaíso? La causa fue el anterior apresamiento de una goleta española, la «Virgen de Covadonga», a manos de los chilenos en el combate de Papudo (26 de noviembre de 1865), una derrota dolorosa que llevó al suicidio alvicealmirante José Manuel Pareja, humillado por una Marina de Chile cuyo poder naval era irrisorio.

Hay que señalar que las crónicas de la época cuentan cómo la corbeta chilena «Esmeralda» se aproximó a la goleta española enarbolando pabellón inglés, solo momentos antes dispuso de la chilena, demasiado cerca ya para que la «Covadonga» pudiera librarse de la pericia de los artilleros chilenos. Una estratagema efectiva. Tras el fallecimiento de Pareja, Méndez Núñez recibe el mando de la flota española en el Pacífico y se marca como objetivo restituir el honor español.
Para recuperar la «Covadonga», Méndez Núñez fijó el rumbo hacia Valparaíso: «El horizonte de la guerra presentó el nubarrón de Valparaíso, cuya mayoría de habitantes estaba muy lejos de desear un bombardeo. Pero el Gobierno de Chile, que no es nada popular como se sabe, y sólo cuenta con el apoyo de las masas turbulentas, desoyó los consejos de la prudencia, preparando así con sangrienta saña el bombardeo de la reina del Pacífico», relata la biografía sobre el gallego Casto Méndez Núñez, quien comandó la flota española a bordo de la fragata «Numancia»,habiendo dado un aviso de cuatro días para su evacuación, lo que permitió retirarse a británicos y estadounidenses que se encontraban en el puerto.

Ingleses y, sobre todo, los intermediarios estadounidenses trataron de maniobrar para disuadir a Méndez Núñez de la acción que no sería bien percibida por la diplomacia internacional al ser Valparaíso un puerto indefenso. Pero Méndez Núñez tenía órdenes de España y ante la amenaza británica y estadounidense de intervenir contra la flota española el vigués espetó su famoso: «España, la Reina y yo, preferimos honra sin barcos, que barcos sin honra». Finalmente ni EE.UU. ni el Reino Unido intervinieron.

El 31 de marzo de 1866 se procede al bombardeo. Durante tres horas y media Valparaíso sufrió el azote de los cañones españoles, una acción que no gustó nada en las esferas internacionales y de la que tampoco se sintieron muy orgullosos los españoles, como posteriormente relataron cartas de la época.

Chile, Perú, Ecuador y Bolivia estrechaban aún más su alianza pues temían una reconquista colonial por parte de la Corona española. Así, en todo el Pacífico, la escuadra española no tenía ni una sola base de operaciones. Tras Valparaíso, Méndez Núñez fijó el rumbo hacia la plaza fuerte de Perú: la fortificación cuasi inexpugnable de El Callao. Una batalla, esta sí, digna de los relatos heroicos de la Armada. Un ataque catalogado de temerario.
El combate de El Callao

2 de mayo de 1866. Tras dar el preceptivo ultimátum la flota española, dividida en dos frentes se sitúa frente a El Callao. Por parte española: la fragata blindada «Numancia», cinco fragatas de hélice, una corbeta de hélice y siete buques auxiliares que no participaron en el asedio (en total, unos 270 cañones), divididas en tres divisiones. Por parte peruana: 56 cañones en tierra, dos monitores y tres vapores (69 cañones en total) divididos en la zona sur, norte y muelles. Los peruanos además estaban preparados con una línea defensiva de batallones de infantería y caballería en caso de que las fuerzas españolas desembarcaran, algo que no estaba en los planes de Méndez Núñez.
A las 11:30 de la mañana, la «Numancia» tocó a zafarrancho de combate. Durante más de seis horas los contendientes libraron batalla con el resultado final de 43 muertos españoles. Por contra, las bajas peruanas son dispares situándolas algunos historiadores en 80-90 y otros hasta dos mil.

A la hora del combate un cañonazo, «probablemente procedente del monitor peruano Loa» fue a parar al puente de la fragata «Numancia» donde se encontraban Méndez Núñez. Según los relatos biográficos, la bala produjo ocho heridas de gravedad al vigués Méndez Núñez, negándose a abandonar su puesto hasta que la pérdida de sangre le hizo desmayarse. Junto a él numerosos marinos resultaron heridos. Una cifra que se estima en torno a los 150. Eso sí, el Callao resultó casi destruido.
Proclama de Méndez Núñez a sus hombres

«Una provocación inicua os trajo a las aguas del Callao. La habéis castigado apagando los fuegos de la numerosa artillería de grueso calibre presentada por el enemigo hasta el punto que sólo tres cañones respondían a los nuestros cuando la caída de la tarde nos obligó volver al fondeadero.

[...] Habéis humillado a los que arrogantes se creían invulnerables al abrigo de sus muros de piedra detrás de sus monstruosos cañones.¡Como si las piedras de las murallas y el calibre de la artillería engendrase lo que ha menester todo el que pelea corazón y disciplina!
[...] Impulsados por ambas condiciones que tan sobradas concurren en vosotros y movidos por el mayor patriotismo habéis vengado ayer largos meses de inmundos insultos, de procaces denuestos; y si después del castigo que vuestro valor ha impuesto al Gobierno del Perú, apagándole el fuego de sus cañones, y primero que todos aquellos, cuyos proyectiles creían sepultarían nuestros buques en estas aguas y de haberle destruido una parte de su importante población marítima osan presentar ante vosotros las naves blindadas que con tanta arrogancia anuncia ese mismo Gobierno como infalibles destructoras; dejadles acercarse y entonces responderéis a sus cañones monstruosos, saltando sobre sus bordas y haciéndoles bajar su pabellón.

[...] Tripulantes todos de la Escuadra del Pacífico, habéis añadido una gloria a las infinitas que registra nuestra patria: La del Callao.Doy gracias en nombre de la Reina y de esa patria: ambas os probarán en todos tiempos y todas circunstancias su común agradecimiento. Ambas y el mundo entero proclamarán siempre, y así lo dirá la historia, que los tripulantes todos de esta Escuadra no dejarán por un sólo momento de ser modelos de la más extremada abnegacion del más cumplido valor. ¡Viva la Reina Viva España!», proclamó a sus hombres el día 3 en la isla de San Lorenzo.
Regreso a España en dos divisiones

Tras el combate del 2 de mayo de 1866, la escuadra española enterró asus marinos fallecidos en la isla de San Lorenzo. Cinco buques se dirigieron hacia las islas Filipinas y de allí a Cádiz. En 1871 España y los cuatro países sudamericanos firmarían un armisticio, posteriormente ratificado bilateralmente con Perú, Bolivia, Chile y Ecuador entre 1879 y 1885.

¿Qué supuso aquella Guerra del Pacífico para la Armada española del siglo XIX? Para José María Blanco Núñez, capitán de navío en situación de retiro, aquella contienda (olvidada y algo estrambótica en el contexto del siglo de las independencias sudamericanas) «elevó al rango de tercera potencia marítima a la España del siglo XIX cuya Marina había resucitado en 1835, cuando la primera guerra carlista, gracias a la buenísima gestión de un ministro como Mariano Roca de Togores, marqués de Molins».

Además, reconoce el experto, «la Armada fue capaz de mantener una guerra en una costa hostil de más de 5.000 millas, restituir el honor de la Corona Española, finalizar con la estúpida crisis escalada por una serie de actuaciones diplomáticas y gubernativas nefastas, y regresar en dos divisiones a sus bases españolas, la una por el Cabo de Hornos y la otra dando la vuelta al mundo (por Filipinas y Buena Esperanza), méritos sobrados de mar y de guerra».

Por su parte, Casto Méndez Núñez volvió a España como un héroe y honrado en todas las ciudades de España, donde aún se conservan calles y plazas en su nombre o del combate de El Callao (como la madrileña plaza en plena Gran Vía).

Núñez murió siendo vicepresidente del Almirantazgo el 21 de agosto de 1869. Sus restos descansan en el Panteón de Marinos Ilustres de San Fernando (Cádiz). Hoy día, la fragata F-104, que ahora presta servicio en aguas del Índico contra la piratería somalí, lleva su nombre.

ARMADA ESPAÑOLA

La Armada celebra su tradicional concierto de Navidad en Madrid

El AJEMA ha deseado felices fiestas a todos los marinos españoles


jueves, 20 de diciembre de 2012

Esta mañana se ha celebrado en el Cuartel General de la Armada el tradicional concierto navideño, interpretado por la banda sinfónica de la Agrupación de Infantería de Marina de Madrid.

El acto ha sido presidido por el Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), almirante general Jaime Muñoz-Delgado, que ha pronunciado un discurso de felicitación navideña a la conclusión del concierto, en el que ha recordado “especialmente a aquellos que se encuentran estos días fuera de sus casas cumpliendo con misiones al servicio de los españoles”.

La banda de música, dirigida por el coronel Agustín Díez, ofreció un concierto donde se interpretaron temas de música clásica, una selección de bandas sonoras de películas de Charles Chaplin, cantos navideños y marchas e himnos militares. El colofón al acto lo puso el himno de la Armada.

Creada en 1950, la banda sinfónica de la Agrupación de Infantería de Marina de Madrid ha participado en numerosos actos de la vida madrileña como desfiles, procesiones, cabalgatas de reyes o cuestaciones benéficas anuales de la Cruz Roja y otras instituciones.

jueves, diciembre 20, 2012

Lectura de 20 de Diciembre de 2012 a las 1200 horas


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20 de Diciembre de 2012

LNE.ES

La «Asturias» fondea en La Peñona


El ancla de la fragata de la Armada española retirada del servicio en 2009 ha sido donada a la asociación «Lepanto»

Salinas, I. MONTES

El Boletín Oficial del Ministerio de Defensa publicó en su edición del martes la concesión del ancla de la fragata «Asturias» a la asociación «Lepanto» de veteranos de la Armada. La entidad, que reúne a veteranos de todos los puntos de la geografía española, había solicitado el ancla hace año y medio. «Estamos muy satisfechos por la concesión y ahora ya estamos gestionando el transporte y la instalación del ancla en el Museo Philippe Cousteau de La Peñona, en Salinas», señaló el presidente de «Lepanto», Rafael Luis García.

Una de las personas que apoyó a la asociación de veteranos de la Armada fue el almirante, José Antonio González Carrión, director del Museo Naval de Madrid. En agradecimiento a las gestiones realizadas, la asociación le entregó una metopa de «Lepanto» recientemente. Rafael Luis García explicó que también habían tenido la colaboración del almirante general jefe del Estado Mayor de la Armada, Manuel Rebollo García.

«Una vez que pasen las fiestas navideñas comenzaremos ya las gestiones para traer el ancla que está en Ferrol (Galicia). Tenemos el apoyo de dos empresarios de la comarca. Por una parte Javier Font realizará el transporte y Daniel Alonso la peana sobre la que se pondrá el ancla en La Peñona», indicó el presidente de «Lepanto».

La fragata «Asturias» fue construida en el astillero de Bazán, en Ferrol, con tecnología española y norteamericana. El buque fue botado en 1972 y dado de alta en la Armada en 1975. La fragata fue retirada del servicio en junio de 2009. El barco tenía una tripulación de 253 personas y en los 34 años de navegación recorrió 565.399 millas. El ancla de proa que se expondrá en Salinas es de tipo «Hall» y pesa 3.629 kilos.

La fragata «Asturias» está muy ligada a la reciente historia de España. En 1987, el Príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, realizó a bordo las prácticas de guardiamarina. En enero de 1980, en la fragata se trasladaron desde Roma hasta Cartagena, los restos mortales del rey Alfonso XIII, que actualmente reposan en El Escorial.

EL CONFIDENCIAL DIGITAL

“Navegamos con mar arbolada”: la crisis, vista por el Almirante Jefe de la Armada


El Almirante Jefe del Estado Mayor de la Armada, Jaime Muñoz-Delgado y Díaz del Río, tiene un peculiar modo de describir la crisis que afecta a la economía española y, por lógica, también a las Fuerzas Armadas.

El Chivato ha tenido acceso al último boletín oficial de personal de la Armada, en el que se entrevista al AJEMA. Preguntado por los recortes presupuestarios, y por la situación de crisis en el que asume su cargo, el almirante responde:

“Hoy navegamos en condiciones de mar arbolada, agitada por los vientos económicos desfavorables, que nos obligan a desplegar el aparejo de capa [aparejo utilizado para soportar un fuerte temporal o esperar vientos favorables]. Pero sé que este barco que tengo el honor de mandar tiene una dotación preparada y comprometida que trabajará con profesionalidad y dedicación para llevarla a buen puerto”.

La descripción recuerda en alguna medida al histórico anuncio del ex ministro de Defensa Federico Trillo, a las pocas horas de que un grupo de operaciones especiales español liberase el islote dePerejil, también con terminología marina: “Al alba y con tiempo duro de levante…. con fuerte levante, 35 nudos de viento, salieron cinco helicópteros…”

miércoles, diciembre 19, 2012

Firma de ejemplares de "Historia del contramaestre Casado. Valor y abnegación"


Si quieres un ejemplar firmado del libro del que es coautor nuestro amigo José Luis Blanco Lorenzo, y vives o estarás en Ferrol el próximo día 22 de Diciembre de 2012 a partir de las 1100 horas, puedes pasarte por la Librería "Central Librera" (c/ Dolores, nº 2).

Le deseamos toda la suerte posible :)

Lectura de 19 de Diciembre de 2012 a las 1200 horas


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19 de Diciembre de 2012

TERRITORIO DIGITAL

El gobierno de Ghana anunció que liberará a la fragata Libertad

El gobierno de Ghana afirmó hoy que va a "cumplir" la decisión del Tribunal Internacional del Derecho del Mar (TIDM), que el sábado le ordenó liberar "de inmediato" la fragata Libertad, retenida en un puerto del país africano desde el 2 de octubre pasado. El ministro ghanés de Relaciones Exteriores, Muhammad Mumuni, dijo hoy a radios locales que "el fiscal general va a acudir al Tribunal Supremo para que invalide la decisión del Tribunal Superior" que convalidó el embargo de la fragata dispuesto por la justicia comercial de primera instancia de Accra. "Vamos a cumplir la decisión del Tribunal" del Mar, planteó esta mañana Mumuni, tres días después de la decisión del órgano con sede en Hamburgo, Alemania, que ordenó la liberación "inmediata" del buque insignia de la Armada argentina.

martes, diciembre 18, 2012

"Los últimos años de mi primera guerra" en el escaparate de Paz (Pontevedra) y Central (Ferrol)








La verdad que están rodeado de tan buenas obras de mi querido Cómic, pues un honor :)


Y gracias a nuestro amigo Luis por sus instantáneas en Ferrol :)





Lectura de 18 de Diciembre de 2012 a las 1200 horas


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18 de Diciembre de 2012

RADIO POLAR.COM

BIO “HESPÉRIDES” DE LA ARMADA ESPAÑOLA VISITA PUNTA ARENAS


18-12-2012 - 07:45:00


El Buque de Investigación Oceanográfica BIO “Hespérides” (A-33) de la Armada española se encuentra en Punta Arenas donde tiene previsto embarcar a los científicos arribados de España y reabastecerse de víveres antes de dar inicio a las actividades en la Antártica.

Con sus 82,5 metros de eslora y 14,3 de manga, este buque es el único diseñado en su país para realizar investigaciones científicas en mares árticos y antárticos, el cual zarpó el pasado 13 de noviembre desde su puerto base en Cartagena con la finalidad de comenzar su XIX Campaña Antártica.

En su paso por el puerto de Punta Arenas, el Comandante del buque, Capitán de Fragata Jaime Cervera se dirigió en compañía del Comandante de la Base “Gabriel de Castilla”, Mayor de Ejército de Tierra Álvaro Kromer y del Cónsul de España en Punta Arenas, Rodrigo Fernández hasta la Comandancia en Jefe de la Tercera Zona Naval para saludar a su máxima autoridad, el Contraalmirante Kurt Hartung.

Durante la visita, el Comandante Cervera señaló que esta Campaña tiene por objetivo la apertura de la bases “Juan Carlos I” ubicada en las Islas Shetland del Sur y “Gabriel de Castilla”, en Isla Decepción.

Como esta última base es administrada por el Ejército de Tierra, el “Hespérides” se encargará de trasladar hasta el continente blanco a un grupo de 12 militares destinados a abrir y acondicionar la Base “Gabriel de Castilla” y que darán apoyo y seguridad a los más de treinta científicos españoles y extranjeros que realizarán trabajos de investigación durante el verano austral.

Entre las investigaciones que se llevarán a cabo en los dos laboratorios que posee el buque, destacan las de tipo geológicas, orientadas a las corrientes marinas y al suelo y subsuelo marino. Dentro del equipamiento científico fijo a bordo destacan dos sondas multihaz, una para aguas someras de hasta 600 metros de profundidad y una para aguas profundas de hasta 11.000 metros, las que permiten una prospección certera del fondo marino.

También, los españoles efectuarán una investigación sobre el fondo marino del fiordo Aysén para identificar los deslizamientos de ladera que generó el tsunami de 2007 y determinar la frecuencia en el pasado de episodios similares para establecer su recurrencia.

DEFENSA.COM

Los planes del Ministerio de Defensa para vender a terceros buques de la Armada española


El Catálogo de Material Usado de las Fuerzas Armadas españolas que el Ministerio de Defensa está ofreciendo a las FAS de otros países y al que ha tenido accesodefensa.com, incluye una lista pormenorizada de los buques de la Armada que desde hoy y hasta el 2020 pasarán a estar disponibles para su venta. La lista establece una clasificación en función de la disponibilidad de venta, a corto, medio y largo plazo.

En el primer capítulo, entre los buques ya disponibles se contempla el patrullero“Chilreu”, entregado a la Armada en 1991 como resultado del acuerdo entre el Ministerios de Agricultura, Pesca y Alimentación y el Ministerio de Defensa. Junto a él, disponibles a partir de la segunda mitad de 2013, se citan en el “corto plazo” a los buques “Diana” y el patrullero de vigilancia costera P-114. El "Diana", con base en el Arsenal de Cartagena y perteneciente a la antigua clase de corbetas "Descubierta", es hoy el Buque de Mando y Apoyo a la Fuerza de Medidas Contra Minas. Fue construido por la entonces Bazán en Cartagena y botado el 26 de enero de 1976 y se entregó a la Armada el 30 de junio de 1979.

En el capítulo “Medio Plazo”, entre 2014 y 2016, es donde se encuentra el mayor lote de embarcaciones. Disponibles entre 2015 y 2016 se citan los patrulleros de la clase “Descubierta” “Infanta Elena”, entregado a la Armada el 12 de abril de 1980, el “Infanta Cristina”, entregado a la Armada el 24 de noviembre de 1980, el “Cazadora” , segundo buque de la clase "Infanta Elena", construido por la Empresa Nacional Bazán en Ferrol y botado el 18 de octubre de 1978 y entregado a la Armada el 20 de julio del año 1981, y el “Vencedora”, entregada a la Armada el 27 de marzo de 1982, con base de estacionamiento en Cartagena. En el año 2004, con las obras de transformación, cambió su denominación y marca de costado de corbeta (F-36) a patrullero de altura (P-79), y su base a Las Palmas de Gran Canaria.

Junto a ellos, en el mismo capítulo pero precisándose que su fecha de disponibilidad será no antes de 2015, se mencionan ya a los patrulleros de la clase “Anaga” “Tagomago”, “Tabarca” y “Medas”. Los patrulleros clase Anaga son una serie de diez patrulleros diseñados especialmente para el servicio de vigilancia de costas y salvamento en caso de naufragio o accidentes en la mar. Cada buque de esta clase lleva el nombre de una isla o islote de la costa española. Tienen una eslora de 44,26 mts y una manga de 6,60 mts.

El “Tagomago”, es el segundo de los diez patrulleros clase "Anaga", correspondientes a la Segunda Fase del Programa Naval. Fue botado el 14 de febrero de 1980 y entregado a la Armada el 30 de enero de 1981. El “Tabarca”, por su parte, con base en la Escuela Naval Militar, en Marín, Pontevedra, fue entregado a la Armada el 31 de diciembre de 1981. En cuanto al “Medas”, es el sexto de diez unidades construido por la antigua Empresa Nacional Bazán, en su factoría de San Fernando (Cádiz) con número de construcción 220. Su puesta de quilla se verificó el día 9 de octubre de 1980 y fue efectuada su botadura el día 10 de diciembre de 1980.

El lote de los buques disponibles en esta sección de “Medio Plazo” del Catálogo de Material Usado de las Fuerzas Armadas españolas se completa con el buque de salvamento “Neptuno”, del que se especifica no estará disponible antes de 2015 y que es en la actualidad es la única unidad con la que cuenta la Armada Española para tareas de rescate y salvamento de submarinos y buceo a gran profundidad y, como disponibles en 2015, el “Antares”, Buque Hidrográfico Auxiliar (A-23), botado en 1973 y entregado a la Armada al año siguiente, y el “Rigel” (A-24), segundo buque de la clase "Antares", botado en 1973 y entregado a la Armada al año siguiente. Durante un tiempo estuvo destacado en Palma de Mallorca, siendo su base actual la Estación Naval de Puntales.

En el capítulo “Largo Plazo”, con disponibilidad entre 2016 y 2020, la lista de buques de la Armada contempla para su venta el buque “Contramaestre Casado”, que se especifica estará disponible entre 2016 y 2017 y, “dependiendo de la entrada en servicio del S-80” (sic), los submarinos de la clase S-70“Galerna”, “Mistral” y “Tramontana”.

Tras causar baja en la Lista Oficial de Buques Armada (LOBA) el pasado 26 de junio el “Siroco” S72, la Armada española cuenta hoy con 3 sumergibles: el Galerna S71, el Mistral S73 y el Tramontana S74, el minimo minimorum para mantener siempre uno plenamente operativo. Así, y a la espera de que el primer submarino S-80 esté operativo en 2016, año en que el 'Galerna' tendría que ser dado de bajo, los riesgos de no acometer la gran carena del 'Tramontana' para que continúe operativo y para lo que no se ha asignado presupuesto en 2013 trascienden la mínima reducción de flota a que la Armada se enfrentaría. En la primavera de 2013 culmina la última gran revisión a que se está sometiendo al “Mistral” y en ese momento debería acometer ese proceso el 'Tramontana', el más moderno de la serie S-70, sin embargo, a día de hoy, no se han previsto los más de 30 millones que costaría.

El submarino "Galerna" (S-71), fue el primero de la serie de cuatro unidades construidas en la factoría de la Empresa Nacional Bazán de Cartagena. La entrega oficial se efectuó el día 21 de enero de 1983. El “Mistral” S-73, tercer submarino español de la clase Agosta, fue botado el 14 de noviembre de 1983. Respecto al “Tramontana” S-74 es el cuarto de la clase "Galerna" , entregado a la Armada el 30 de Diciembre del mismo año.

REPÚBLICA.COM

A son de mar (II)

 
JUAN CHICHARRO

Finalizaba el artículo anterior lamentando la baja en la Armada del PDA “Príncipe de Asturias” al considerar que su pérdida suponía para España y su defensa una debilitación de la misma. Y así es. Cuestión de presupuesto.

También hacía mención a que, pese a esta pérdida, la Flota estaba compuesta por buques modernos de última generación que hacen que nuestra Armada pueda ser considerada de las mejores del mundo, más por su calidad que por su cantidad. Una Armada equilibrada en capacidades donde brilla sobre todo la excelencia de sus unidades y por supuesto la de sus personas, pues a nadie se le escapa que manejar estos medios requiere una preparación de los mismos muy difícil de alcanzar. Decía también que todos los buques de la lista de la Armada habían sido construidos en España fruto de la profesionalidad de sus oficiales y de la capacidad técnica de nuestros astilleros.

Pretendo siquiera brevemente poner en conocimiento del lector cuales son estos buques y lo hago con la finalidad de llevar al ánimo de quien siga estas líneas – en momentos en los que la nación duda de su capacidad – que lo que han conseguido la Armada española y nuestros ingenieros navales no está al alcance de cualquier país, sino todo lo contrario. No se trata entonces de una descripción especializada de los mismos, pues para eso ya existen medios más especializados que este diario sino que los tomo como referencia para otros fines.

Empecemos por el buque LHD “Juan Carlos I”, un buque con capacidad para el transporte estratégico, para la guerra anfibia y para su uso como plataforma de lanzamiento de aviones y helicópteros. Hasta hoy el mayor buque construido nunca en España.

El “Galicia” y el “Castilla” son buques anfibios ya suficientemente probados con éxito en numerosas ocasiones y que constituyen la espina dorsal de nuestra fuerza anfibia.

Las fragatas de la serie 80 (la “Victoria”, “Santa María”,… etc.) y de la 100 (“Alvaro de Bazán”, “Blas de Lezo”, “Cristóbal Colón”,… etc.) especialmente estas últimas, son buques de última generación capaces de ejercer el control del espacio aéreo en zonas tan amplias como la península ibérica con gran eficacia gracias al sistema AEGIS.

La nueva serie de patrulleros denominados “BAM”, buques de acción marítima, prototipo nacional, y algunos de ellos ya en servicio, constituyen unos buques modelo para lo que se han creado, y dentro de unas posibilidades de ahorro en combustible y personal como pocos otros hay en el mundo.

Los cazaminas construidos en Cartagena se pueden asimismo catalogar como entre los más avanzados de su clase y lo están demostrando con creces allá donde actúan.

Y me resta en cuanto a buques se refiere hacer mención a la nueva serie de submarinos, aún en construcción, la serie S-80, que, con un sistema denominado AIP de alimentación de sus baterías con independencia del aire, van a estar entre los más avanzados de los sumergibles habidos hasta el momento, aparte de los que utilizan la energía nuclear.

Si a todo esto añadimos una fuerza de infantería de marina instruida, adiestrada y equipada tal como si de los mismos “US MARINES ” se tratara, salvo por su entidad, nos encontramos, como anticipaba, con una Flota que sin temor a equivocarme está entre las mejores del mundo por su calidad.

Pues bien, todo esto lo han conseguido hombres de nuestra Armada en cooperación estrecha con ingenieros navales a lo largo de los últimos 40 años.

Es tal su calidad que hoy son más de dos y de tres las naciones más avanzadas del mundo que buscan en nuestros productos como constituir sus marinas a semejanza de la nuestra.

Pudiera pensar el lector que me he dejado llevar por el optimismo pero nada más lejos de eso. Es la realidad.

Lo que pretendo decir con todo lo escrito es que sólo una gran nación es capaz de conseguir lo obtenido. Son muy pocas las naciones en el planeta con la capacidad de ingenio, innovación, técnica y voluntad demostrada por nuestra nación, España, en este quehacer. Los buques de guerra siempre han sido instrumentos sofisticados y expresan la capacidad intelectual y tecnológica del país que los diseña y construye.

Sí. España es una gran nación.

Llama entonces poderosamente la atención que a pesar de la crisis o, peor aún, aprovechándose de esta, se adueñe de nuestra patria un desánimo general que posibilita la aparición de fuerzas desintegradoras sin sentido y sin lógica alguna. Es incomprensible que se apele a sentimientos – las más de las veces falsos – para romper lo que entre todos hemos conseguido unidos desde tiempo inmemorial. Nada más cierto aquello de que juntos somos más fuertes y separados mucho más débiles. ¿Tan difícil es entender esto?

España es una nación plural, claro que sí, pero es ahí donde radica su fuerza y así debe entenderse. Aquellos que actúan contra esta unidad van contra su pueblo y el bienestar del mismo al amparo de falacias y las más de las veces en su propio interés.

No es la primera vez en la historia que nuestra nación ha sido capaz de alcanzar una excelencia en la construcción naval como hoy. El siglo XVIII es buena prueba de ello. En aquellos tiempos, al igual que hoy, Oficiales de Marina e ingenieros fueron capaces de construir una Flota que a finales de ese siglo y principios del XIX se encontraba entre las tres más potentes del mundo.

En esa época se construyeron buques de una calidad superior a las de las potencias de entonces. Y lo fueron en astilleros españoles: en San Fernando, en Ferrol, en Cartagena o en La Habana.

Buques como el Santísima Trinidad – de cuatro puentes y el más grande de la época – el San Juan Nepomuceno, el Santa Ana, el Real Carlos, el Real Felipe, Príncipe de Asturias, Rayo, San Leandro… etc.

Fue una obra ingente que tuvo su final en la batalla de Trafalgar, combate en el que la Armada española fue derrotada, si bien el desastre no fue consecuencia de la calidad de sus buques ni de la falta de pericia de sus marinos, sino del estado calamitoso en el que se encontraban como consecuencia de la falta de mantenimiento y adiestramiento de sus dotaciones.

En una España dividida, repleta de luchas insidiosas e intestinas, rota por la pérdida de fe en sí misma, despedazada y carcomida por las disputas partidistas por el poder, no se podía esperar otra situación que la que se dio en la Flota que mandaba el Almirante Gravina y lo que sucedió después. Lo contrario hubiera sido un milagro.

No sería exacto establecer paralelismos entre la situación de entonces y la actual pues las circunstancias son bien diferentes, sin embargo la naturaleza humana es imprevisible y nunca está de más el aprender de la historia pues no son pocas veces en las que se cometen los mismos errores una y otra vez

lunes, diciembre 17, 2012

El sonido de Newtown



Nuestro mundo siempre ha estado, está y estará, sembrado de tragedias que desazonan nuestros corazones de forma continua. Es difícil llegar a comprender su sentido y finalidad. Hacernos más fuertes o recordarnos algo innato como es la empatía... Yo, al menos, no soy capaz de vislumbrar nada entre esta niebla de sentimientos.

Este pasado fin de semana hemos podido percibir los efectos amortiguados de una nueva tragedia. Una vez más en los EEUU y con armas de por medio, cuando a Adam Lanza no se le ocurre mejor idea que descerrajar más de un centenar de balas, por medio de un subfusil, para acabar con la vida de 27 personas, entre las cuales 20 eran niños de muy corta edad.

Estos son unos hechos que superan marcas de sufrimiento, sobre todo cuando ha ocurrido en una localidad de limitadas dimensiones y en unas fechas como las que están a punto de señalarse en el calendario.

No queriendo perder la ocasión de mostrar mis condolencias por las familias, he de confesar que una de las principales razones por la que escribo este artículo es la de unirme a la eterna lucha de voces respecto al descontrol armamentístico civil que sufre los Estados Unidos gracias a la Segunda enmienda de su Carta Magna.

Dicha enmienda, tan antigua como la propia Constitución en sí, dota al pueblo del derecho inalienable de portar armas para su defensa. Es una clara actuación legal que obedece a su tiempo, en una guerra revolucionaria en la que las Trece colonias rebeldes carecían de un ejército regular, siendo, a fin de cuentas, un frente formado por hombres y mujeres de todos los estamentos.

Además de la lucha de independencia, con una fuerte base civil para combatir contra los leales al rey Jorge y “para mantenerlo alejado”, se pensó en la delicada situación en la que se encontrarían los Estados una vez obtenida su liberación. Aunque el país no era, ni por asomo, tan grande como lo acabó siendo a finales del siguiente siglo y en la actualidad, se encontraba inexplorado e incontrolado en buena parte, con el problema de la inestabilidad política que acarreaba su simple presencia con sus vecinos franceses al norte y españoles al Sur, por no contar la natural existencia de los nativos americanos.

Dicho derecho a portar y a defenderse por la fuerza se extiende hasta al propio juramento de fidelidad a la Nación, debiendo ejercerse contra enemigo extranjero y doméstico, lo cual parece haber obtenido una nueva dimensión desde el 11-S.

Si tan sólo nos preocupamos en acudir a las estadísticas de muertes por causa de arma de fuego, incidentes y accidentes metidos en el mismo saco, se arroja una media total de 30.000 al año. Y estamos hablando de un país seguro y en paz (la amenaza terrorista, aunque superior en los EEUU, es connatural a todo Occidente y a sus aliados, siendo nuestro país un triste veterano sin necesitar la intervención islamista).

En la estadística de este año 2012, incluimos 27 en un solo día.

Siendo la aprobación de la Segunda enmienda de finales del s. XVIII, su efectividad en el pueblo norteamericano no ha causado problemas reseñables hasta fechas recientes, a pesar de ser una nación muy proclive a los conflictos armados (Guerra de Independencia, Angloamericana, contra México, Secesión, Indias, 1898, I y II Guerra Mundial, Corea, Vietnam, Irak y la actual a nivel global contra el terrorismo (sin contar otras intervenciones de menor entidad en comparación)), aunque solo se vio invadida en un sola ocasión.

Durante largas décadas el derecho a portar armas, con sus distintas y paupérrimas regulaciones internas por estados, permitía al padre (lo más normal) poseer armas de fuego para proteger a su familia en territorios abiertamente hostiles y salvajes, con presencia de peligros materializados en incursiones indias, bandas criminales, renegados, desertores y, por descontado, animales del bosque con gustos nada vegetarianos. Una vez alcanzada la estabilidad interna del país, el derecho pasó a ser natural de aquellas zonas rurales y del centro americano como utensilio de caza, pero, con el fin de la II Guerra Mundial y el crecimiento de las ciudades y el aumento de la peligrosidad en las calles, resurgió el miedo hacia lo que vagaba en la oscuridad al otro lado del cristal, en callejones y a la salida infecta de cualquier garito. Esto sucede en los años ‘60 del pasado siglo y va creciendo exponencialmente. Se considera en muchos lugares del país lo más normal portar un revolver en la cintura, bien oculto, como en otros tantos no. Sin embargo, debemos detener nuestra mirada y análisis en la explosión industrial que sufren las empresas armamentísticas.

Puedo ver hasta lógico que alguien vaya a una armería de su pueblo y se compre un revolver, pero lo que es irracional es “disfrutar” de imágenes de centros comerciales en los que en mostradores donde vas tú a ver las últimas novedades en smartphones en el Carrefour, ellos tienen un arsenal que ya lo quisieran para ellos muchos de los cuarteles militares de nuestro país. Salvo armamento pesado, parece que el ciudadano de a pie tiene el derecho a adquirir y empuñar desde una simple pistola hasta un fusil de francotirador, pasando por subfusiles de asalto y otros de diversa índole para los cuales hace falta no un mero aprendizaje de libro de instrucciones, sino formación militar para un manejo seguro.

Sin duda ahí radica gran parte del problema. No estamos en el s. XVIII en el que la escopeta de caza, única arma de la casa, es una herramienta, sino en el s. XXI en el que el vecino de enfrente puede tener en el armario de su salón más armas que un campamento de entrenamiento de Al Qaeda, sin que nadie le haya cuestionado absolutamente nada de nada.

Es demencial y muchos tipos trajeteados, en despachos de las últimas plantas de grandes edificios de oficinas, se frotan las manos antes de coger su copa de coñac.

Un tipo entra en la sección de armería del super de su ciudad y con tener la mayoría de edad y pasar un cuestionario, lo mismo se compra una Smith & Wesson M&P, de seis balas, que un AK-47 o un Armalite para reventar el culo a indefensas ardillas con cargadores de 25 y tiro rápido.

Así no es sólo normal que haya tantos casos de muerte por armas de fuego, sino hechos como los vividos en Newtown, con un tarado que coge el subfusil de asalto de su mami, le reviente la sesera, y gasta la mañana ejecutando niños.

Cuando hablamos de armas y los Estados Unidos, la gran mayoría lo hace con la sonrisa bobalicona y engreída, tachando a todos los yankis de idiotas, hermanos del pantano y endogámicos, burlándonos de un pueblo formado de cientos de pueblos que nunca ha contado con la ayuda de nadie y que no ha tenido otro remedio que el protegerse asimismo y hacerse el gallo del corral porque nadie se iba a molestar en salvarles el pellejo. Nuestra óptica, para tildarlos de paletos (aunque en muchos casos no es errada), es la propia de un “blanquito” que ve lo de los demás como inferior. Pero lo que sí es censurable y ahora parece que más voces se suman, es la falta de regulación común y control sobre el armamento en poder civil (facilitado por la voracidad empresarial), algo que ya intentó Bill Clinton durante su mandato y que parece que ha necesitado la sangre de Newtown para que se traten de tomar cartas en asunto. ¿Quedará de nuevo en agua de borrajas? Algo me dice que lo más seguro. Pero mientras la Segunda enmienda no se regule de forma precisa con reglamentos comunes a todos los estados de Unión, impidiendo el acceso de cualquier persona a material diseñado para su uso plenamente militar y limitando su posesión, así como controlando efectivamente la misma, no se comenzarán a sentar unos cimientos para evitar que cualquier perturbado u oportunista, decida coronarse como rey de la portada del periódico del día.

Fue un error dejar la enmienda de defensa nacional dormir durante décadas y no controlar los grupúsculos paramilitares y separatistas que descansan a la sombra de organizaciones como la NRA, los cuales, amparándose en su derecho, serían capaces de alzarse en armas y abiertamente contra cualquier invasor y hasta contra el Gobierno federal (antes del atentado contra el World Trade Center, la preocupación de los Departamentos de Seguridad Nacional era la posibilidad más que certera de una guerra civil). También el permitir que empresas con contratos militares provean sin límite de armas de gran potencial a cualquiera que pague con una tarjeta de crédito.

El peso del tiempo será lo que impida remover una parte de su cultura revolucionaria y colonial y cuanto más se tarde, más polvo se asentará sobre el mismo. La costra de la sangre lastrará más.

Mi más sentido pésame a esas pobres familias.


Lectura de 17 de Diciembre de 2012 a las 1200 horas


  • Barómetro: 754 (Variable). Encapotado. Chiribiri.
  • Termómetro: 12º
  • Higrómetro: 56%