miércoles, octubre 30, 2013

30 de Octubre de 2013

EL CONFIDENCIAL DIGITAL


Han fracasado todos los intentos de venta a marinas extranjeras
Pese a que ya había sido formalmente despedido de la Armada española el pasado mes de febrero, el portaaeronaves Príncipe de Asturias aún conservaba la posibilidad de continuar al servicio de una marina extranjera. Sin embargo, las gestiones en busca de comprador han fracasado, y el buque entrará en el desguace en diciembre.

El portaaviones R-11, bautizado hace 25 años como ‘Príncipe de Asturias’, dejará libre esa matrícula el próximo 13 de diciembre, cuando está prevista su baja de la ListaOficial de Buques de la Armada española.
Se trata de una decisión del Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada (AJEMA), que es quien firma la resolución. A partir de entonces, el buque pasará a situación de desarme y desguace en el Arsenal de Ferrol.
Su desarme ya comenzó hace meses, cuando el buque llegó a Ferrol desde la que fuera su casa durante sus años de servicio a la Armada: la base naval de Rota. Durante los últimos meses se han extraído todos los sistemas de armamento, comunicaciones y demás que en algunos casos han sido recolocados en otras unidades de la Armada y en otros han pasado a ser almacenados como piezas de repuesto.
Lo que quede del que fuera durante un cuarto de siglo buque insignia de la Armada española será enajenado mediante subasta. Ya hay compradores interesados, casi todos empresas locales.

El fracaso de su venta
En 2010, El Confidencial Digital informaba que Defensa se enfrentaba a un problema con el futuro del  ‘Príncipe de Asturias’: era necesario acometer una serie de reparaciones y actualizaciones para mantenerlo en servicio, y el coste de estas era de 100 millones de euros. Inasumible en pleno escenario de recortes , y más teniendo en cuenta la llegada del buque ‘Juan Carlos I’
En el Cuartel General de la Armada se impuso la tesis de venderlo a una marina extranjera interesada y salvarlo así del desguace. Tras el interés –no concretado- de algunos países, el buque pasó a situación de baja operatividad hasta el pasado mes de febrero cuando se produjo su despedida oficial.
Sin embargo, tal y como informó este confidencial, tras su baja –muypolémica entre los militares- el buque mantuvo vivo el interés de algunas marinas por comprarlo. Es el caso de Filipinas, que estuvo cerca de adquirirlo a precio de ‘ganga’ pero con un compromiso para remodelarlo en los astilleros de Navantia, dejando un contrato de 100 millones para los astilleros.
Según ha sabido ECD, la oferta no llegó a concretarse y Filipinas se retiró del proceso.


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