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Manuel Ortega
Su nombre evoca la hazaña del navegante español que dio la vuelta al Mundo y, hoy, como entonces, sus tripulantes, futuros oficiales, siguen empleando algunos de los mismos instrumentos.
25 de enero de 2014
Primus circumdedisti me. Fuiste el primero en circunnavegarme, reza globo terráqueo que conforma el escudo heráldico de Juan Sebastián Elcano y que campea en el A-71, el buque escuela de la Armada española que rinde tributo al marino de Guetaria que dio la vuelta al Mundo.
Y si el Juan Sebastián Elcano conmemora con su nombre la hazaña del navegante, el documental Elcano, el barco blanco, hace lo propio con el navío que ha curtido a generaciones de guardiamarinas en su camino para convertirse en oficiales de la Armada española.
De la mano de Carmen Isasa, licenciada en Historia nacida en Cartagena en 1950, hija de oficial marino y responsable de Curt Ficcions Curt Produccions, Elcano llega a la gran pantalla.
El documental, presentado el pasado jueves en el madrileño Matadero de Legazpi bajo la atenta mirada del Sedef Pedro Argüelles; el AJEMA almirante Jaime Muñoz-Delgado; y el Alto Comisario para la Marca España, Carlos Espinosa de los Monteros -con una notable asistencia de la cúpula naval española y de agregados militares extranjeros-, retrata la vida a bordo del buque escuela de la Armada que, botado en 1927, fue asignado a esa labor en 1928.
Una tarea en la que ha conocido tripulantes como el Rey Juan Carlos o el Príncipe Felipe.
Pero el documental de Isasa muestra algo más: la formación de unos hombres que, en la modernidad, entroncan con la tradición formando un todo. "Los nombres que usamos ahora son los mismos que usaba Elcano en 1521", asegura uno de sus tripulantes a la cámara.
Tal vez por ello, en un Mundo en el que lo pasado se deja a un lado a un ritmo vertiginoso, sorprende el mantenimiento de tradiciones como el lanzamiento de la botella con un mensaje en su interior, antaño práctica para probar las corrientes.
O esa imagen en la que los jóvenes guardiamarinas, como en los tiempos de Blas de Lezo, emplean el sextante para guiarse.
Incluso esos momentos en los que el observador avezado podrá ver cómo los oficiales de guardia del Juan Sebastián Elcano emplean el sable y la gola.
Pero no es sólo eso. La fotografía de Isasa y las panorámicas del "buque blanco", con todo el velamen desplegado y la enseña nacional a popa restallando, serían dignas del mejor poster.
De momento, Elcano: el barco blanco cuenta también con un libro de 64 páginas que cuenta con las colaboraciones, entre otros, de Arturo Pérez-Reverte y Julián Marías.
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