Llevo varios días sufriendo pesadillas cuando la plutónica noche cae sobre mis párpados y escalofríos continuos cuando la programación televisiva da paso a los "consejos publicitarios". Estos trastornos me amargan la vida desde
que tuve la desgracia de ver a la desgarbada Giselle Bunchen (es que a mí este
insecto palo nunca me han puesto nada) haciendo gorgoritos y arrancando la piel
a tiras a “Heart Of Glass”, de Blondie, mientras "luce palmito" con la línea de ropa de verano de cierta marca de usar y tirar. El dolor en las retinas es intenso, pero
más aún lo es en los oídos, mis pobres oídos.
Supongo que Debbie Harry y compañía estarán faltos de pasta en
su jubilación y por eso permiten semejante atropello digno de ser juzgado como de crimen de lesa Humanidad. Joder, y encima obligan a la diva de Blondie a decir que no lo ha hecho nada mal...
¿Para qué iban a dejar la
canción tal cual, de fondo? ¿P’aqué? No, lo mejor es dar por saco a los que nos gusta la música. Tan solo la han jodido y ahora, cada
vez que escuche algo de la rubia, pues me acordaré de esa mierda de anuncio.
Supongo que con pinchar cincuenta veces en el Play de este
enlace estará solucionado… O eso espero.
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