Aunque con ninguna gana de regresar, no nos ha quedado otra. No creo que a nadie le sorprenda que los periodos vacacionales cada vez sean más y más cortos. Cuanto más mayores nos hacemos, parece que el tiempo corre con más prisa. Y, claro, pasa lo que pasa.
Pero ha llegado el 1 de septiembre, el momento de largar amarras y volver a enfrentarse al infinito. A ese horizonte imperturbable cuando quiere y caprichoso cuando uno menos se lo espera.
Esperamos contar con vuestra ayuda, con vuestra presencia en las cubiertas del Navegante y seguir surcando las aguas de la Red otra temporada más. Sabemos que el esfuerzo merece la pena.
El Navegante del Mar de Papel vuelve al sentir el sabor salitroso, el vaivén, la emoción…
Para ilustrar esta entrada traigo un par de fotos. Durante la primera mitad de este año ha llovido tanto por estos lares que hasta agosto no he tenido la oportunidad de escaparme hasta el taller de enmarcación para que la acuarela que me envió nuestro amigo Roberto (El Ilustrador de Barcos), que captura a la perfección al crucero Reina Mercedes, y aquella añeja ilustración de 1896 con el Vizcaya acaben adornando con su luz del pasado mi hogar. Aquí os dejo el resultado.
Fuerza y Honor!
Un saludo!
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