Si ayer nos hicimos eco de la efeméride de la botadura del ingenio del teniente de navío d. Isaac Peral en el arsenal de La Carraca, hoy no podríamos dejar pasar la oportunidad y seguir haciéndonos hablando de la segunda novela de Montserrat claros, una obra muy especial que puede sorprender a más de uno.
Por ello, hemos tenido a bien realizar una micro-entrevista a Montse, para que sea ella misma quien vaya haciendo, a vuelapluma, una sinopsis de su obra mucho más allá de lo que se puede encontrar en meros artículos y reseñas.
Por ello, hemos tenido a bien realizar una micro-entrevista a Montse, para que sea ella misma quien vaya haciendo, a vuelapluma, una sinopsis de su obra mucho más allá de lo que se puede encontrar en meros artículos y reseñas.
He aquí mis preguntas y sus respuestas.
¿Qué te ha empujado a escribir esta novela?
Cuando terminé de escribir La Biblioteca del Capitán, aún me quedé enganchada leyendo todo lo que había alrededor de esa expedición. Incluido los libros escritos por el oficial de la Armada Pedro de Novo y Colson, pionero en publicar, en España, la Memoria del viaje de Malaspina. En una de sus obras, "Miscelánea", encontré, por primera vez, el nombre de Isaac Peral asociado al de Basil Zaharoff. Desde ese instante, no pude parar de indagar en esta truculenta historia de espionaje industrial de la que ambos fueron protagonistas y que podía resultar, a todas luces, la trama de una novela. Me resultó muy extraño que unos hechos tan escandalosos en la Historia contemporánea europea, y que condicionaron profundamente el curso de los acontecimientos en muchos ámbitos, fueran tan poco conocidos por el público en general. Así que me puse manos a la obra hasta finalizar la redacción de Hijo de Acero. Creo que el esfuerzo merecía la pena.
¿Qué eventos clave reales descubriremos en su trama y que son desconocidos para la mayoría?
Es muy difícil hablarte de esto sin destripar la novela, Javier, Pero sí quiero destacar la entereza que tuvo el teniente de navío Isaac Peral, un genio español poco conocido, frente a aquella conjura internacional que fue capaz de orquestar Basil Zaharoff, para hacerle la vida imposible a este oficial de la Armada mientras luchaba por sacar adelante su extraordinario invento del arma submarina. Ese pundonor del científico español fue absolutamente real. Es muy importante que esto se sepa. Y más, en estos tiempos, que preconizar sobre el honor, la honestidad y otros valores colaterales es lo mismo que predicar en el desierto. Por eso hay que reivindicar la postura del Peral.
¿Qué esperas decir al lector con esta novela?
Mi primera intención, como te he dicho antes, Javier, es la de dar a conocer este oscuro episodio en la historia de España que a cualquier bien nacido, le indignaría; y que, además, condicionó el desarrollo de los acontecimientos en las últimas colonias a finales del XIX.
Y de paso, demostrar que las cosas, en realidad, no han cambiado mucho. Entonces, como ahora, los hechos históricos se producen en función de la corrupción, el poder y la ambición de una minoría. Estos siguen siendo los hilos que manipulan, desde la sombra, a la "masa oscura", que es así como nos llaman ellos, los manipuladores, a nosotros, "los manipulados". En Hijo de Acero, se desarrolla un claro ejemplo de esto que te digo.
¿Qué semejanzas tiene con la primera de Malaspina?
Ambas novelas se desarrollan en el ámbito de la Armada española. Y sus protagonistas, tanto Malaspina como Peral dejaron un importante legado imprescindible para entender el desarrollo de las ciencias en España. Yo creo que tanto La Biblioteca del Capitán como Hijo de Acero nos acercan a ese reducto histórico silenciado por las circunstancias y que los lectores tienen derecho a conocer.
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