martes, febrero 10, 2015

La Isla de la mujer del pintor

Sir Walter Raleigh y Don Pedro Sarmiento de Gamboa

Que nadie pierda el tiempo escribiendo "Isla de la mujer del pintor" en la barra del buscador de Google Earth porque no la encontrará.


Como dejamos apuntado entonces, este navegante español fue capturado por el corsario inglés Walter Raleigh, quien, en su obra “History of the World”, no dudó en trascribir la broma que le gastó el pontevedrés durante su cautiverio, cuando fue preguntado sobre cierta isla que aparecía en un mapa de Tierra de Fuego y que, ciertamente, era imposible que Sarmiento no se hubiese topado con ella en su empresa de fundar asentamientos en tan meridiano punto del planeta entre los años 1579-80 y 1584.

Raleigh compartió con el español sus dudas acerca de tal marca en la carta náutica de los descubrimientos de Francis Drake.

Sarmiento, socarrón, le contestó que debía ser la «Isla de la mujer del pintor». Afirmó que aquel que realizaba el mapa habría tenido a su mujer sentada a su lado cuando lo hacía y que la dibujó para ella, para que, en su imaginación, poseyera un país.

Pero Sarmiento quiso hacer algo más con aquel «inocente» chiste: ridiculizar a Francis Drake, a su primo John y a Francis Fletcher y desacreditar su labor cartográfica al tildarlos de farsantes. Y lo consiguió: el infame Drake no pudo probar jamás tal descubrimiento en Tierra del Fuego*2 y, por si fuera poco, se popularizó la frase “the painter’s wife’s island” entre sus contemporáneos.

La Isla de la esposa del pintor vendría a ser la llamada Insula Elizabethae*1, descubierta supuestamente por Francis Drake al Sur de Tierra de Fuego en septiembre de 1578 y sobre la que Raleigh albergaba serias dudas sobre su existencia real. El corsario y navegante inglés había estudiado a fondo las exploraciones españolas y no era capaz de encontrar en ninguno de los mapas que perfilaban el archipiélago tales posesiones inglesas.


La supuesta Elizabeth Island

Raleigh se sirvió de la burla de Sarmiento para dejar en su libro "History of the World" sus propias impresiones acerca del peligro que se cernía sobre la verdad cuando las tierras que se decían descubiertas estaban muy lejos de la metrópoli, ocupando espacios en blanco de los mapas y siendo adornadas con ríos y muchos símbolos vistosos y atractivos; tierras que luego no estaban allí cuando se realizaba una exploración más precisa.

Pero, ¿quién era esa mujer del pintor? Se dice que la segunda mujer de Drake, Elizabeth Sydenham, con quien contrajo nupcias el 9 de septiembre de 1585. Aunque, claro, entre 1578 y 1585 pasaron unos cuantos años como para acertar a asegurar que haya una correlación entre ambas.

A continuación os dejamos el extracto que dejó escrito acerca de esta curiosidad Walter Raleigh:

«Things, whereof the perfect knowledge is taken away from us by antiquity, must be described in history, as geographers in their maps describe those countries whereof as yet there is made no true discovery; that is, either by leaving some part blank, or by inserting the land of pigmies, rocks of loadstone, with headlands, bays, great rivers, and other particularities agreeable to common report, though many times controlled by following experience, and found contrary to truth. Yet, indeed, the ignorance growing from distance of place allows not such liberty to a describer, as that which ariseth from the remediless oblivion of consuming time. Therefore the fictions, or let them be called conjectures, painted in maps, do serve only to mislead such discoverers as rashly believe them, drawing upon the publishers either some angry curses or well deserved scorn; but to keep their own credit, they cannot serve always. To which purpose I remember a pretty jest of Don Pedro de Sarmiento, a worthy Spanish gentleman, who had been employed by his king in planting a colony upon the Straits of Magellan; for when I asked him, being then my prisoner, some question about an island in those straits, with methought might have done either benefit of displeasure to his enterprise, he told me merrily, that it was to be called the Painter’s Wife’s Island; saying, that whilst the fellow drew that map, his wife sitting by desired him to put in one country for her; that she, in imagination, might have an island of her own. But in filling up the blanks of old histories, we need not be so scrupulous. For it is not to be feared that time should run backward, and by restoring the things themselves to knowledge, make our conjectures appear ridiculous».

History of the World, Cap. 23. Walter Raleigh


1* También Elizabeth Illand o Islanda. En teoría, la isla fue bautizada en honor de la reina Isabel de Inglaterra, en cuyo nombre se "tomó posesión" de tal terruño a 245 millas al W. y 70 millas al S. del Cabo de Hornos.

Llevada al papel por Francis Fletcher, hay quien ha querido defender a Drake y los suyos y ha trabajado duro con el fin de identificar tal isla, imaginaria o no, con el banco Pactolus; llegando a tal conclusión el capitán Felix Riesenberg.

El banco Pactolus o Burnham fue descubierto el 6 de noviembre de 1885 por el capitán Burnham, al mando del barco norteamericano Pactolus. Éste informó que a las 4 de la mañana de ese día el viento amainó y se calmó el mar, advirtiendo una notable decoloración en las aguas, por lo que tras sondear tres veces, obtuvieron una media de profundidad de entre 67 a 70 brazas, arena negra y pequeñas piedras, anotando la posición: Lat. 56° 36’ S., Long. 74° 20’ W.

Riesenberg concluyó, tras un estudio de las cartas y documentos conservados, que esa isla que Drake describió como casi cuadrada y de unas treinta millas por lado, con un lago en su interior, tenía que ser Pactolus cuando estaba en superficie.

¿Elizabeth es Pactolus? Un poco difícil de saber, sobre todo porque las posiciones entre la supuesta Elizabeth y Pactolus no concuerdan más allá del paralelo 54º S, habiendo varios meridianos de distancia entre ellas, 74º y 78º. Si Sarmiento se pasó por la zona entre 1579 y 1584 la habría visto, pero  también el plausible que, si la isla fue efectivamente descubierta en 1578, siendo volcánica su naturaleza, algún movimiento tectónico o de placas submarinas la podría haber sepultado bajo las aguas a las pocas semanas o meses de poner Drake el pie en ella.

Todo esto es muy interesante y al menos es una teoría más aceptable que aquella que sitúa este escurridizo terruño en el punto geográfico donde se levanta Henderson (Pitcairn).

Como apunte curioso, contamos con el grave obstáculo que supone la falta de originalidad de los descubridores ingleses durante aquellos años, ya que para ellos Tierra de Fuego eran las Elizabethides o Islas Elizabeth. Debían estar muy encoñados con su reina, porque encontraremos multitud de islas llamadas Elizabeth a lo largo de sus exploraciones.

2* Aunque bien es cierto que esta isla fue registrada como tal, sin poner en duda la declaración de Drake, en una carta publicada en 1740, conocida como “El mapa de Emanuel Bowen”, geógrafo del rey Jorge II.

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