Es, cuanto menos, inquietante hablar dos veces la misma semana sobre el paso del Tiempo. Este miércoles le tocó a nuestro pequeño homenaje a la saga Regreso al Futuro y hoy nuestro Navegante del Mar de Papel cumple su noveno aniversario, algo que destacamos con este post que, por si fuera poco ya, resulta que es el número 4983.
Creo que es algo inherente al ser humano hablar del paso del Tiempo pues, aún a pesar de su longevidad vital, tiene plena conciencia obsesiva de la existencia de un camino con un final incierto. Eso sí, se me antoja una conclusión un tanto arrogante, propia de un ente colectivo que se cree superior, pues no considero que sea el único animal con raciocinio por muy cabezón que sea.
Creo que es algo inherente al ser humano hablar del paso del Tiempo pues, aún a pesar de su longevidad vital, tiene plena conciencia obsesiva de la existencia de un camino con un final incierto. Eso sí, se me antoja una conclusión un tanto arrogante, propia de un ente colectivo que se cree superior, pues no considero que sea el único animal con raciocinio por muy cabezón que sea.
Pero resulta que nueve años y casi 5.000 posts recogen, en pocas palabras, una pequeña muestra de largos días y noches de navegación en pos del conocimiento, del contacto con mentes afines, de vueltas en el compás; en definitiva: de los primeros pasos por compartir con todo el mundo mi afición al coleccionismo de billetes de banco relacionados con la mar, a la consecución del sueño de ser escritor al rumor cadencioso de las olas; de vida, no sé si acertada o no, vosotros lo sabréis mejor que yo.
Destaco, de este último año, lo acertado de mi decisión de potenciar la sección de Apuntes, en la que he ido subiendo artículos más elaborados e introduciendo la navegación espacial. Una línea que me ha permitido cosechar pequeñas perlas o pepitas de oro, halladas por casualidad, y que está gustando mucho y que, lo mejor de todo, me hace amar más si puede la Historia.
Pero más que destacar hitos del Navegante, este no es otro que una excusa más para agradecer de corazón todo vuestro incondicional apoyo y el simple hecho de que siempre os crucéis con la estela de este barco y pidáis permiso para subir abordo.
Destaco, de este último año, lo acertado de mi decisión de potenciar la sección de Apuntes, en la que he ido subiendo artículos más elaborados e introduciendo la navegación espacial. Una línea que me ha permitido cosechar pequeñas perlas o pepitas de oro, halladas por casualidad, y que está gustando mucho y que, lo mejor de todo, me hace amar más si puede la Historia.
Pero más que destacar hitos del Navegante, este no es otro que una excusa más para agradecer de corazón todo vuestro incondicional apoyo y el simple hecho de que siempre os crucéis con la estela de este barco y pidáis permiso para subir abordo.
Solo el Tiempo dirá cuanto más aguantarán estas cuadernas. Al menos, como mínimo y eso espero, que para cumplir los diez años y un día.
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