lunes, julio 22, 2019

La teoría de la esfera del reloj y las gotas de lluvia

Mis conocimientos sobre Física son nulos. Si me obligáis a cantar la tabla de multiplicar del seis para arriba lo haré con serios aprietos (todo por culpa de las calculadoras, ser de Letras y válgame Dios cualesquiera excusas para salir indemne del trance). Pero siempre he sentido fascinación por aquellas mentes que podían romper los lazos de las Matemáticas básicas y adentrarse en lo abstracto; en esas teorías que muchos conocemos de oídas, pero que no llegamos a entender ni jota.

Así, con mi poca vergüenza, siempre he sentido la necesidad de darme respuestas y hasta fantasear con posibles soluciones a ciertos dilemas científicos. Uno de ellos tiene que ver con los viajes en el tiempo y derivados. Como lector veterano y escritor de corto recorrido siempre he sentido fascinación, en concreto, por las ucronías, las cuales beben directamente de las teorías de mundos paralelos.

En mi fuero interno solo creo que es posible un viaje en el tiempo hacia el futuro, pero nunca hacia el pasado. No creo que la curvatura temporal permita un cambio en tal sentido, solo adelantarse de modo que el tiempo del “viajero” transcurra de forma más lenta que el del resto del universo cercano; pero sí considero plausible la existencia de mundos paralelos y cómo estarían dispuestos, y he sentido el aguijonazo de escribir esta tontería para la mayoría que me surgió mientras visionaba la película «El lugar que nos prometimos», de Makoto Shinkai. Distintos y dispersos pensamientos confluyeron en uno solo y quiero, por ser mi privilegio de tirano de este blog, a exponer una teoría que puede (o no) ser ilógica respecto a mundos paralelos y su posible interacción entre sí.

Tomo como ejemplo la esfera de un reloj analógico, de los de toda la vida, con sus manecillas, suponiendo o simplificando la teoría con la existencia de solo doce supuestos universos, dispuestos como se hace típicamente en estos aparatos (visto esto desde una posición muy limitada y en “dos dimensiones”, pues la esfera del reloj bien podría estar multiplicándose en incontables secciones dentro de una especie de naranja cósmica). Estos universos se suceden, pero mantienen una distancia equidistante, y son materialmente iguales, y es ahora donde entra en juego la “lluvia”, que identifico con acciones que se pueden dar en uno o varios universos. Esa gota de agua, conforme a la fuerza con la que impacte en el universo en concreto, creará una serie de ondas que afectarán en mayor o menor medida a los universos vecinos, quedando solo incólumes (o sin ser capaces de discernir el cambio) los más alejados. Dichas ondas supondrán que el mismo acto tendrá una intensidad o repercusiones dispares que, como consecuencia, provocarán otras “gotas de lluvia”.

Incluso es posible que unas ondas sean capaz de frenar a otras producidas en otros universos, hasta anular el efecto en el origen.

Por ejemplo, ya que Philip K. Dick es el rey de las ucronías con su «Hombre en el castillo» y a que “nos pone” el nazismo, podemos fantasear con que en el universo 12 un atentado contra Adolf Hitler tuvo éxito, como aquel 9 de noviembre de 1939 en la cervecería Bürgerbräukeller, por ejemplo. Las ondas afectarán a los universos 11 y 1 de forma casi idéntica: Hitler muere. Sin embargo, difícilmente llegarán las ondas a universos como el 5, 6 y 7, donde podemos estar ubicados nosotros en estos instantes.

Este es un ejemplo muy grueso, por cuanto a las repercusiones, pero que explica cómo una “gota de lluvia” afecta al futuro de millones de seres humanos. Se puede aplicar a la ecuación dispares acciones u omisiones, así como accidentes (incluso el azar), para variar las propias “gotas de lluvia”, pues nuestra acción individual no solo nos afecta a nosotros, sino también a aquellos que nos rodean, siendo las consecuencias serán más imperceptibles cuanto más lejos se encuentren otros seres en la cadena de ondas.

¿Tiene sentido? Yo creo que sí, pero de ahí a desarrollarla me quedaría mucho que estudiar y explicar, sobre todo cómo se han creado esos mundos alternativos y su disposición. Al menos, ahí dejo mi contribución sobre la interacción de universos paralelos.

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