Desde que dibujé y publiqué la tira titulada «Léxico naval» en junio de 2009, tenía el deseo de continuar
por esa senda del humor vinculado al mundo naval, incluyendo a la Escuela Naval
Militar de Marín y a la Armada, siempre desde la admiración y el respeto, y con
mi propio estilo. Sin embargo, me veía limitado por no disponer de una tableta
gráfica con la que dar color a los dibujos, además de mi natural impericia en
las artes plásticas.
Han pasado muchos veranos desde entonces pero,
este agosto, he decidido recuperar a aquel aspirante pazguato —antes apellidado
Narváez, ahora Peláez—, con chistes relacionados con la ENM e incluso
inspirados en mis propias experiencias con las damas y caballeros aspirantes en
las calles de Pontevedra.
Mi intención no es otra que arrancar algunas sonrisas a costa de estos jóvenes a los que siempre admiraré, al mismo tiempo que muestro detalles de la Armada que voy descubriendo y aprendiendo.
Y arrancamos con Peláez siendo recibido ante la puerta de Carlos I, llevando todos sus bártulos, o eso creía él.
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