Exposición de "El Señor de los Anillos"

El pasado día 14 de Agosto volví a subir en un tren tras mas de 2 años (aunque no sé si un tranvía cuenta, ya que si no, el tiempo trascurrido sería aún mayor). Y sobre esos raíles, pasando por tierras nunca vistas por mí y viendo trozos de vías muertas que dejaban paso a la modernidad (además de un Skimbleshanks en la estación de Vilagarcía de Arousa y a una imitadora del estilo de Patricia Conde), acabé en el andén de Santiago de Compostela con su cielo encapotado y siempre con el paraguas abierto. Aunque al principio no me gustó, cuando iba subiendo hacia el centro me fui maravillando por su casco antiguo (aunque prefiero el de Pontevedra) con sus plazas y fuentes.

Así volví a estar de nuevo de vacaciones y viajando, yendo a la catedral y admirando su arquitectura, mientras oía la misa del peregrino (oír, por que escuchar no se escuchaba nada), rodeado de hombres y mujeres tirados por los suelos por no poder sostenerse sobre sus piernas (yo, por otras razones, no es que consiguiera la posición vertical mejor que ellos), con unas caras entre cansancio y felicidad. No sé si habrán conseguido su cometido, pero seguro que el camino hace encontrarse a sí mismos. Y después cola para besar el santo, ver el sepulcro e, incluso, para salir del templo.

Aunque esto era objetivo del viaje, el hecho de animarse era la exposición de “El Señor de los Anillos” que ha montado Caixagalicia en Santiago y en Coruña. En dos plantas podréis admirar los trabajos originales de arte conceptual con dibujos de las minas de Moria, Rivendell, Osgiliath, animales (uno de los caballos de los Nazgul daba miedo de verdad, que mirada…). También estaban las expresiones de Gollum. Pero lo que mas me ha gustado es ver las espadas élficas, gondorianas, la lanza de Gil Galad, los trajes de Legolas y Gimli con sus armas, y las armaduras y vestimentas de elfos, rohirrim y gondorianos (tanto de la ciudadela como montaraces de Ithilien) de la Tercera Edad, así como de la época de los protagonistas principales, además de una muestra de los orcos y huruk-hai y haradrims, todo ello aderezado con una colección de todos los cascos de cada uno de los combatientes y algún que otro objeto extraño (como un telescopio élfico, por ejemplo).

Al parecer, la exposición de Coruña es aún mejor, pero a mí esta me ha dejado muy buen sabor de boca (aunque me he sentido un poco estafado al pagar 3 € por un punto de lectura (uno que tira al merchandising), pero puedo decir que lo tengo y mucha otra gente no). Os lo recomiendo. Si podéis pasaros por ahí, no dudéis en buscar el lugar y disfrutar.