El Navegante del Mar de Papel ya lleva un año surcando los mares

Discurso del comandante del Navegante MP en su primer aniversario

Damas y caballeros, queridos amigos y amigas de siempre, y forasteros de tierras y mares lejanos.

Llegado el día de hoy, uno echa la mirada al calendario con sorpresa y se da cuenta de que ya hace un año de que el Navegante MP fue “botado”. No es la primera vez que noto que las arenas del Tiempo corren demasiado deprisa. Hace tan solo unos años, los días parecían largos; sin embargo, ahora, las semanas no son mas que suspiros que arrancan las hojas marchitas de los árboles. Creo que hoy me he levantado muy poético, por lo que veo.

Creo que este es el momento en el que hay que hablar del por qué del proyecto del Navegante del Mar de Papel, de dónde surgió la idea y con qué fin.

Desde 1999 llevo embarcado en proyectos web, iniciándome con una página que ya ha desaparecido y dedicada a la actriz francesa Sophie Marceau (la cual es nuestro mascarón de proa (un guiño a esa etapa y esa web)). Llegó a ser un periodo de mi vida bastante ajetreado en este aspecto, manteniendo hasta tres páginas web abiertas de forma simultánea. Pero, como ya sabe todo el mundo: el que mucho abarca, poco aprieta. Con el paso de los años, todos los proyectos quedaron abandonados debido a diferentes motivos, incluso el de Sophie Marceau (ésta tuvo unas últimas actualizaciones en las que, no sé por qué, su estructura era idéntica a la de un blog (ya que se empezaba a imponer como formato)).

El último intento de hacer una página web, tal cual, fue con una que se llamaba “Notafilia náutica” y que fue el verdadero embrión del Navegante del Mar de Papel y de la cual se nutrió en aquellos primeros y críticos meses de pruebas y puesta a punto. Dicha página web nació con el fin de colaborar en la página de “El Sollado de la Surprise” mostrando a los visitantes mis billetes. No tardé mucho en verme desbordado por un proyecto al que no le veía futuro.

El año pasado, y de común acuerdo con una amiga, me inicié en el mundo de los blogs propiamente dichos. Compartíamos un espacio para contar nuestras cosas, sin mucho sentido. A pesar de mis esfuerzos, mi amiga nunca llegó a comprender el mecanismo de un blog y no publicó ni una sola vez. Otro proyecto que fue al traste.

Hace mucho tiempo que conocía el blog de Héctor García, un joven alicantino que vive en Japón y que habla de todo lo que ve en aquel fascinante país. A mi me gustaría hacer un blog a bordo de un barco y contar todo lo que viera en los puertos, en la mar... Pero eso no puede ser, así que se me encendió la “bombilla” y decidí navegar de nuevo con mis billetes a bordo de un nuevo “barco” llamado el Navegante del Mar de Papel, Navegante MP o, simplemente, Navegante.

Aprendí algo del “astillero” de Blogger, preparé un poco la estructura y se procedió a la botadura sin estar terminado del todo. Fueron momentos confusos ya que no encontraba la forma de dirigir los trabajos, y por que me di cuenta de que escribí mal la dirección URL (debido a que soy casi un jockey del teclado con 300 pulsaciones por minuto, pero con muchos errores). Escribí “http:navengantedelmardepapel.blogspot.com” en vez de “navegantedelmardepapel.blogspot.com”, incluso llegué a escribir “Navengante del Mar de Papel”, en una sucesión de errores de trascripción. La famosa N extra se cruzó en mi camino, aunque, al final, casi lo considero un guiño a la N de notafilia.

Tras el establecimiento de una estructura primitiva y con un periodo de pruebas irregular con la publicación desaforada de varios billetes (los artículos publicados en “Notafilia Náutica”) y que, ahora, me parece un desperdicio después de adoptar el sistema de un billete por semana, vino la idea de una gaceta de noticias de la Armada y de miscelánea, el barco correo, la música que escucho en mi camareta, la Escuadrilla de sirenas...Luego vino cierto reconocimiento con la crítica de El País... Hasta el día de hoy en el que ya tenemos un Navegante MP totalmente operativo, preparado y con ganas de surcar todas las aguas y llevaros a puertos lejanos, sobre todo con mi colección de billetes. Han pasado muchas cosas y es difícil hablar de todas aquí.

No puedo terminar sin reconocer el apoyo que he recibido y agradecerlo con el corazón, al igual que a los visitantes, tanto habituales como ocasionales, del Navegante los cuales hacéis que cada mañana haga que me ponga manos a la obra con el blog. Gracias a vosotros continuamos siguiendo aguas a una ilusión. Por supuesto, hoy estaís invitados a un convite (aunque me temo virtual) en la camareta del comandante para festejarlo como se merece la ocasión.

¡Que los dioses y los santos nos protejan ... Por mucho tiempo!