Tras la celebración del 12 de Octubre, es decir, tras el desfile militar (el único momento de tranquilidad y sosiego que tuve ese día), si se iba a leer algún artículo en Internet o, al día siguiente en los periódicos, en vez de leer sobre el acto en sí, unidades militares y demás, lo único que se encontraba no era mas que líneas y líneas en las que se recogían altercados entre el público por cuestiones de política, los pitidos al presidente del gobierno, José Luís Rdguez Zapatero (o ZP, al gusto del consumidor) y que una banda de mamarrachos y anormales, con la anterior bandera, se pusieron a entonar el “Cara al sol” con el correspondiente saludo al finalizar el desfile. No sé vosotros, pero eso es lo que he encontrado yo y solo me deja un regustillo de calificar de fascistas a todos aquellos que hemos sentido tal día como tal, y sin exclusión de grupos bien definidos. No sé si me explico.
Soy apolítico y odio la política a muerte, mi hermana bien lo sabe. Esto es de tal manera que ni veo programas de humor con chistes políticos. A mí, y dicho sea sin ánimo de ofender a nadie (si es que se ofende alguien), ninguno del puño y la rosa, o ninguno de la gaviota, o ninguno del partido de Perico el de los palotes me va a decir lo que tengo que pensar o, en la mayoría de los casos, dejar de pensar. No me veo representado por ninguno de dichos ideales, aunque he aprendido a respetar a todo el mundo, a pesar de que sus ideas choquen con las mías por que me he criado en una casa, no en un establo o en un cochiquera. Y creo que mi posición es la mas lógica en estos tiempos que corren, en los que solo se ve el insulto y la falta de respeto mutuo.
La razón de ser de este post es que el pasado día 12 de Octubre de 2007, me sentí insultado y sentí vergüenza ajena. El hecho de todo esto ya lo he dicho en el primer párrafo: los pitidos a ZP en el transcurso del Homenaje a los Caídos. Si se le quiere criticar, poner verde y demás, se esperan a irse al bar, tomándose un vermú o en otro sitio. No es que le vaya a defender a ZP, para nada, es más prefiero no decir nada sobre él; pero es que, durante dicho homenaje, uno se calla, mantiene el mas absoluto silencio, y sobre todo se muestra el máximo respeto, no solo a aquellos que dieron su vida, si no a sus familiares que estaban presentes, además de a SM el Rey. Yo, a pesar de que estaba en mi casa, me quedé en silencio, y solo abrí la boca para musitar los versos de “La muerte no es el final”.
Ya no se respeta ni a los muertos. ¡Qué vergüenza!
Esos cretinos (no es un insulto, solo una calificación) no comprendieron que por mucho, poco o nada nos guste el Presidente de turno, el acto en si era para aquellos que habían dado la vida por España. Así que para la próxima vez, que esperen a otro momento y que nos dejen a los demás homenajenar a nuestros heroes con todo el respeto que se les debe. Ahí queda dicho
ResponderEliminarUna calificación un tanto suave en mi opinión, mali
ResponderEliminarBueno, los silbidos y abucheos no fueron durante el acto en si, propiamente dicho, sino durante el trayecto que iba desde abajo de la escalinata hasta llegar a ella. Y era el unico momento en que se podia hacer debido al alboroto de la gente, motores, etc. Y esto lo digo como aclaracion, no buscando una justificacion.
ResponderEliminarDurante el homenaje a los caidos se guardo silencio.
Javier, por cierto, mi enhorabuena por su mangnifico blog. Me ha dejado muy sorprendida, gratamente.
Gracias por la puntualización, Ruth, aunque yo sigo creyendo haber oído ciertos abucheos en la ceremonia.
ResponderEliminarMe alegra que te guste mi blog :)