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Se investiga la causa de la explosión en la que han muerto tres suboficiales
El ministro de Defensa visita este martes la capilla ardiente en Almería
En 2011, cinco militares fallecieron en una deflagración en Hoyo de Manzanares
RTVE.es / EUROPA PRESS 21.05.2013 - 09:48h
La explosión registrada este lunes en la base de la Legión en Viator en Almería, en la que han muerto tres suboficiales, es la más grave sufrida por el Ejército de Tierra en una de sus instalaciones en España desde la deflagración que mató a cinco militares en Hoyo de Manzanares en 2011.
En Viator, tres miembros de la Legión, dos brigadas y un sargento, han muerto a causa de una explosión cuyas causas se están investigandocuando volvían de unas prácticas de desactivación de explosivos.
Otros dos militares han resultado heridos, el sargento que se encuentra en estado grave ha sido ingresado en la UCI del Hospital de Torrecárdenas tras haber sido operado este lunes.
Además resultó herida una cabo primero, aunque ésta sólo sufrió rasguños y regresó a la instalación militar, según ha relatado su madre, Carmen Escámez y recoge EFE.
El ministro de Defensa, Pedro Morenés, ha decidido regresar a España desde Azerbaiyán al ser informado del accidente mortal y está previsto que visite esta tarde la capilla ardiente instalada en Almería.
No es la única muestra de condolencia, el ayuntamiento de Viator ha decretado tres días de luto oficial en el municipio y las banderas ondearán a media asta tras el pleno de hoy.
Cinco militares fallecieron en Hoyo de Manzanares en 2011
El accidente mortal de este lunes en Almería es el de mayor gravedad desde el fallecimiento de cinco militares en la localidad madrileña de Hoyo de Manzanares el 24 de febrero de 2011.
Ese día tres miembros de la Brigada Acorazada 'Guadarrama XII', con base en El Goloso en Madrid y dos de la Brigada de Infantería de Marina de la Armada murieron mientras realizaban un ejercicio de adiestramiento en la Academia de Ingenieros de este municipio relacionado con un despliegue en Líbano.
Los fallecidos fueron el sargento primero Sergio Valdepeñas, el sargento Mario Hernández y el cabo Miguel Angel Díaz Ruiz, del Ejército de Tierra, y el sargento primero Víctor Manuel Zamora y el cabo primero Javier Muñoz Gómez, de la Armada. Además, otros tres infantes de Marina sufrieron heridas, dos de ellos de gravedad.
La explosión tuvo lugar mientras una unidad compuesta por efectivos del Ejército de Tierra y la Armada estaba desarrollando una operación de destrucción de minasanticarro, que previamente habían sido desactivadas, es decir, que ya no tenían detonador.
Se trataba de un ejercicio de adiestramiento en detección y desactivación de explosivos, en el marco de su instrucción con vistas a participar en el siguiente relevo de las Fuerzas Armadas españolas en la misión que la ONU desarrolla en Líbano, en la que una de las tareas principales de los militares españoles es precisamente el desminado de la zona.
Pocos meses después, el 8 de junio de ese mismo año, hubo otro incidente mortal durante unas maniobras en el campo de adiestramiento de San Gregorio (Zaragoza). El sargento primero del Ejército de Tierra Salvador Huerta Moneo murió al estallar una granada de mortero durante unos ejercicios. Otro militar, un cabo primero, resultó herido también en la explosión.
Un desactivador, último fallecido en Afganistán
Se da la circunstancia además de que el último militar fallecido en Afganistán fue también un desactivador de explosivos: el sargento David Fernández, que murió cuando manipulaba un artefacto explosivo improvisado (IED) en la provincia de Badghis, el pasado 12 de enero.
El sargento Fernández fue el primer artificiero en morir en el marco de la misión de la OTAN en Afganistán y se convirtió en la víctima mortal número 100 para las Fuerzas Armadas y la Guardia Civil, tras más de diez años de misión en los que también han perdido la vida dos intérpretes españoles.
Los tres militares fallecidos este lunes en Viator habían pasado por esta misión. Además, el brigada Antonio Navarro estuvo en Bosnia, Kosovo y Líbano; el brigada Manuel Velasco participó en misiones en Bosnia, la República Democrática del Congo y Líbano, y el sargento Francisco Prieto había setado en Kosovo.
TELECINCO
20.05.13 | 17:05h. EUROPA PRESS | ROTA (CÁDIZ)
El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha alertado de un aumento progresivo, desde hace tres años, de los impactos de aves en los distintos aviones que aterrizan y despegan en la base naval de Rota (Cádiz), ocasionados por golondrinas, palomas garcetas, gaviotas o aves menores que se encuentran en la zona; provocando incluso que el pasado mes de abril un avión 'Galaxia', uno de los más grandes de la fuerza aérea de Estados Unidos, tuviese que realizar un aterrizaje de emergencia tras impactar una bandada de pájaros contra las turbinas.
El SUP, en relación a este asunto, asegura en un comunicado que para realizar el aterrizaje fue preciso activar el protocolo de emergencia, dándole la máxima prioridad para la reentrada del avión en la pista, ya que había resultado dañado el tren de aterrizaje. Según el sindicato policial, "el piloto comentó con posterioridad que su máxima prioridad era que si no podía conseguir un aterrizaje en la pista tendría que evitar a toda costa caer sobre la ciudad de Rota", aunque pudo maniobrar hasta la pista de aterrizaje, "si bien el riesgo de impacto sobre la Villa de Rota fue real, lo que hubiera supuesto una catástrofe de incalculable magnitud".
Asegura el SUP que el problema con las aves en las inmediaciones de las pistas de vuelo lo vienen registrando desde hace unos tres años, ya que éstas van a alimentarse a las zonas húmedas y los campos de cultivo que se encuentran en las inmediaciones de la pista de despegue.
Por otro lado, advierten de la existencia de "rumores" de que se está "presionando al halconero en el sentido de que actúe pero ocasionando el mínimo de daño en la fauna aviar de la zona, con el fin de permitir suficiente número de aves que permita batidas de caza por parte de alguno de los mandos de la base naval de Rota, muy aficionados al parecer a este tipo de actividades". Según la información que les transmiten esa "recomendación" al halconero proviene "de algún miembro de la jefatura de la Marina española, porque la existencia de numerosa colonia de aves en la zona es la excusa para justificar sus batidas de caza".
Según la información del SUP, el halconero "no es militar" y los halcones no pertenecen a la base sino que son "de la empresa contratada, siendo él empleado de la empresa privada que desde hace años tiene adjudicado este servicio tras ganarlo en los sucesivos concursos públicos convocados, que abonan a partes iguales las Fuerzas Armadas de España y de Estados Unidos". "Esta empresa halconera, que recibe el nombre de su propietario, Jesús Brizuela, opera también en otro aeropuerto militar, el de la Base sevillana de Morón, que aparentemente presenta los mismos problemas que la base de Rota", señalan.
Asimismo, indican que "al menos" hay un impacto con aves "por día" en la Base Naval de Rota, haciéndola actualmente "bastante peligrosa" para el vuelo de aviones.
El SUP sostiene que al haberse producido ya noticias sobre los accidentes, la Armada española "ha comenzado una caza de brujas para buscar responsables, acusando al halconero y a algún que otro controlador aéreo, en vez de resolver el problema".
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