jueves, septiembre 18, 2014

18 de Septiembre de 2014

LA OPINIÓN DE MURCIA


Un millar de militares se adiestran este mes en la desactivación de unas 60 minas marinas en unas maniobras que cuentan con una veintena de buques de ocho países

18.09.2014 | 04:00

SALVADOR GONZÁLEZ Un helicóptero se acerca a una mina a la deriva. Diez buceadores saltan al mar para fijar su localización, identificarla y dar todos los datos posibles a los artificieros, que llegan poco después, también por aire, con el material explosivo que hará detonar el artefacto. En apenas una hora, el peligro en el mar ha desaparecido. Fue uno de los ejercicios realizados ayer por marinas de ocho países europeos en el marco de las maniobras 'Spanish Minex', que tienen por objetivo principal la localización y desarticulación de artefactos explosivos en el mar y que se desarrollan en aguas de La Manga hasta el 26 de este mes.

El comandante de la Fuerza de Medidas Contraminas de la Armada, Jaime Golmayo, explicó, en una visita de los medios de comunicación al patrullero Cazadora para conocer de cerca el ejercicio de la OTAN, que las maniobras cuentan con una veintena de buques de ocho países y alrededor de un millar de militares. Asimismo, Golmayo señaló que la amenaza de minas navales puede suponer un grave peligro para los países, ya que «por mar se mueve un gran porcentaje del comercio mundial y un simple incidente en el agua puede suponer el cierre de una línea marítima». «Imagina que se colocan minas en el Estrecho de Gibraltar, el Mediterráneo podría quedar completamente asilado por mar», anunció el comandante.

Y es que, el Golmayo afirmó que una mina «puede ser barata y fácil de construir, por lo que cualquier país puede contar con ellas y lanzarlas al mar», por lo que aislaría países y zonas comerciales. Por ello, las labores de la Armada en el mar son esenciales para garantizar la seguridad y la Fuerza de Medidas Contraminas es clave. «Zonas como el Báltico, el Canal de la Mancha o la costa mediterránea española están plagadas de minas debido a las grandes guerras europeas, por lo que el equipo de desactivación de la Armada española está activado siempre», aseveró.

Tras la explicación del ejercicio y sus objetivos, los buques movilizados realizaron varias maniobras como el lanzamiento de un vehículo operativo remoto, que localiza, identifica y en ocasiones hace explosionar artefactos; un aprovisionamiento entre dos buques en marcha; una demostración de maniobrabilidad, junto a la activación de un 'wash-down', que consiste en crear un escudo de agua alrededor del barco para impedir que agentes químicos, biológicos o radiológicos afecten a la tripulación del buque; y un barqueo en puerto, junto al ya mencionado de desactivación de explosivos por parte de buzos.

El comandante de la Cazadora, Javier Morán, y el segundo de abordo, Jaime Boloix, también explicaron los ejercicios desde cubierta, maniobrando para tener el mejor ángulo de visión sobre el ejercicio.

En total, el ejercicio tiene previsto localizar y desactivar unas 60 minas ficticias -Golmayo dijo que había una cada milla cuadrada en un radio de unas 55- y regresarán a Cartagena el viernes 22, dando por finalizado el ejercicio que cada año se celebra para coordinar las fuerzas navales de los países de la OTAN.

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