Título original: “Skyfall”. UK/USA 2012. 143 Min. Género: acción, drama. Color. Director: Sam Mendes. Interpretación: Daniel Craig, Javier Bardem, Judy Dench, Ralph Fiennes
Tercera entrega de las aventuras de Daniel Craig enfundado en el traje de James Bond, en la que resulta poco menos que alarmante comprobar que ya comienzan a notársele los años. Tercera que en nada tiene que ver con las dos anteriores, lo cual provoca un choque en la retina del espectador.
El argumento en sí hubiera sido el adecuado para la última o penúltima producción con Pierce Brosnan a la cabeza, o eso creo yo, ya que va más en su línea. Aunque atractivo en su planteamiento inicial, carece de anclaje y esto hace derivar al film de forma incontrolable. No se encuentra una continuidad entre las escenas más allá de encapsular diferentes homenajes a la saga en su quincuagésimo aniversario. El desarrollo es de muy bajo nivel y la muerte y resurrección de Bond no parece más que una excusa para alargar el metraje unos cinco minutos.
Es como si los guionistas se hubieran puesto nerviosos por la efeméride, creyendo que hacían bien con limitarse a mostrar el oscuro paisaje de infancia del protagonista y el Aston-Martin con ametralladoras, dejando de lado toda la trama argumental relacionada con la magnífica Casino Royale y la regular Quantum of Solace.
La historia del robo de la lista NOC (pongo NOC porque es el mismo argumento que en Misión: Imposible I) se queda en nada. La historia del villano interpretado por Javier Bardem (aunque no me haya entusiasmado, reconozco que ha sido de los mejores malos de la serie) y su vendetta contra M mejora la cinta hasta el momento en el que su personaje huye tras el atentado fracasado, terminando por presentarnos un final que se me antoja poco menos que como una desfachatez por parte de los guionistas.
¿Dónde se ha metido el Bond incontrolable? Sí, no todo van a ser tiros y, sí, lo han hecho vulnerable, pero ésta es una película de pura nostalgia en la que, aunque no se han olvidado de los guiños a la capacidad de Bond de resucitar (ya vista en la época de Sean Connery), a Oriente (de casualidad), a escenarios extraños (la interpretación a lo chino de la isla japonesa de Hashima, más comúnmente conocida como Gunkanjima (“Acorazado”)) o los chistecillos del Departamento Q, me han dejado frío, ya que me esperaba mucho más. Y es que hasta la fabulosa interpretación de Adele parece quedarse en nada si la acompañan esos títulos de crédito iniciales.
Quizá lo mejor haya sido la transición de Judy Dench a Ralph Fiennes como M.
No sé si volveremos a ver a Daniel Craig y su robótica forma de correr dentro de un traje de mil o dos mil eurazos y con la vieja Walther PPK dejando torsos como coladores; tan solo espero que los productores retomen lo que empezaron con Casino Royale.
Yo siempre he sido fan de la saga, mi mujer me regaló hace unos años una caja de lujo con todas las películas. Con respecto a Skyfall, bueno, demasiadas buenas críticas tan solo porque es un poco mejor que la anterior. Hasta el título es demasiado rimbombante para semejante resultado. Ya veremos que ocurre con la siguiente.
ResponderEliminarUn saludo.
Estimado Jose, prefiero Quantum of Solace a esta Skyfall, si te digo la verdad
ResponderEliminar