7 de octubre de 1914
En Amberes (Bélgica)
El Comandante alemán intima al Gobernador militar de Amberes la capitulación de dicha ciudad, contestando este último de forma un tanto desdeñosa, por lo que el bombardeo quedó asegurado tras evacuarse a los extranjeros y civiles.
El bombardeo, con cañones de 42 centímetros, a los que se unieron unos 200 de 28 y 30 centímetros, duró 4 horas. Hay quien dice que los alemanes se sirvieron de baterías de costa.
En la confusión, los defensores, belgas e ingleses, dejan abandonadas cuatro baterías de grueso calibre, unos 52 cañones de campaña y otras tantas ametralladoras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario