Un asturiano con raíces en Navia, nuevo comandante del buque «Príncipe de Asturias» Francisco Jardón Dato tomará posesión de su cargo, al frente del portaaviones de la Armada, el próximo 27 de septiembre en Rota (Cádiz)
El nuevo comandante del portaaviones de la Armada española «Príncipe de Asturias» será asturiano. Un ovetense con raíces en Navia y Boal tomará posesión el próximo 27 de septiembre de su nuevo cargo en uno de los buques insignia de las Fuerzas Armadas españolas. Francisco Jardón Dato se convertirá así en el primer asturiano al frente del portaaviones que tiene su base en el puerto gaditano de Rota. Navia, R. L. MURIAS
El «Boletín Oficial de Defensa» hizo público ayer el nombramiento del ovetense Francisco Jardón Dato, con raíces familiares en Navia y Boal, como nuevo comandante del portaaviones «Príncipe de Asturias», uno de los buques insignia de la Armada española. Francisco Jardón Dato, de 52 años de edad, tomará posesión del cargo en la base de Rota, en Cádiz, el próximo 27 de septiembre.
Francisco Jardón, que veranea estos días en la localidad de Tox, en el concejo de Navia, ha recibido la noticia de su nombramiento con satisfacción, aunque prefiere mantenerse en un discreto segundo plano. Jardón Dato avala con su amplio currículo su experiencia al frente de navíos y patrulleros.
Francisco Jardón Dato nació en Oviedo en el año 1955, aunque mantiene raíces en el Occidente, con parte de su familia en Navia y otra parte en Boal. «Mi abuela era del pueblo de Doiras; me gusta mucho ir por allí», comentó ayer. El experto capitán y piloto naval de helicópteros estuvo al mando del patrullero «Acevedo» y del patrullero de altura «Serviola», además de dirigir a lo largo de la Antártida la expedición oceanográfica «Hespérides». También ha mandado la sexta escuadrilla de helicópteros de la Armada española y es especialista en comunicaciones. Desde hace algo más de un año el asturiano venía trabajando como capitán de navío de la Armada. Un amplio currículo que ha venido a abrir las puertas a un nuevo reto en la vida laboral de este experto comandante, que se ampliará a partir del próximo mes de septiembre a los mandos del «Príncipe de Asturias». Este portaaviones entró a formar parte del servicio de la Marina española en 1988. Con base en Rota, tiene una longitud de 195.9 metros, una manga de 2.3 metros y un calado de 9.4 metros. Este navío dispone de una autonomía de 6.500 millas a una velocidad de 20 nudos.
EL FARO DE CARTAGENA
Por Eduardo R. Kipp · Cartagena
El velero hace escala de regreso a su país, tras participar en una regata
El buque escuela de la Armada belga Zenobe Gramme atracó ayer en la terminal de yates de Yatch Port Cartagena, en la que permanecerá hasta mañana viernes, para poder recoger a una decena de nuevos alumnos a los que adiestrará en las artes de la navegación durante los próximos diez días de navegación, según explicó el primer oficial de su tripulación, Philip Goossens.
Este barco vuelve al puerto belga de Brujas, tras participar en una regata con barcos del mismo tipo entre Alicante, Barcelona, Antibes y Génova, hace unos días y ha aprovechado una escala de dos días en Cartagena para realizar el cambio de los diez alumnos civiles a los que ha adiestrado durante la última semana. Estos jóvenes, que rondan los 18 años de edad, a los que se ha formado en las artes marineras a cambio de un mínimo gasto de 90 euros, regresarán ahora en avión a su país.
En su lugar, continuarán con la ruta otra decena de muchachos. De esta forma, la Armada belga ofrece a los jóvenes de su país, la posibilidad de conjugar el disfrute el verano en el Mediterráneo con el aprendizaje de las artes marineras.
En total, cuando haya completado su travesía, a finales de mes, por las cubiertas de este barco habrán pasado este verano un total de 60 jóvenes estudiantes, a los que se habrá dado esa oportunidad veraniega antes de entrar en la universidad.
El barco permanecerá en la dársena de yates hasta el próximo viernes. Entre tanto, los siete integrantes de su tripulación y los diez alumnos podrán disfrutar de las atracciones culturales y turísticas de la ciudad portuaria, cosa que pretenden hacer, según su primer oficial.
Investigación científica
El Zenobe Gramme tiene 28 metros de eslora; 6,8 de manga y 2,1 de calado. En mar abierto puede alcanzar una velocidad de diez nudos gracias a un motor de 200 caballos, además de ofrecer la posibilidad de navegar a vela gracias a sus dos palos. Pesa 149 toneladas y su tripulación es de 17 miembros.
Esta embarcación fue construida en 1961, inicialmente proyectada como un barco de investigación oceanográfica y científica. Sin embargo, nunca llegó a realizar este tipo de misiones y a los pocos años comenzó a ejercer como buque escuela.
Este barco vuelve al puerto belga de Brujas, tras participar en una regata con barcos del mismo tipo entre Alicante, Barcelona, Antibes y Génova, hace unos días y ha aprovechado una escala de dos días en Cartagena para realizar el cambio de los diez alumnos civiles a los que ha adiestrado durante la última semana. Estos jóvenes, que rondan los 18 años de edad, a los que se ha formado en las artes marineras a cambio de un mínimo gasto de 90 euros, regresarán ahora en avión a su país.
En su lugar, continuarán con la ruta otra decena de muchachos. De esta forma, la Armada belga ofrece a los jóvenes de su país, la posibilidad de conjugar el disfrute el verano en el Mediterráneo con el aprendizaje de las artes marineras.
En total, cuando haya completado su travesía, a finales de mes, por las cubiertas de este barco habrán pasado este verano un total de 60 jóvenes estudiantes, a los que se habrá dado esa oportunidad veraniega antes de entrar en la universidad.
El barco permanecerá en la dársena de yates hasta el próximo viernes. Entre tanto, los siete integrantes de su tripulación y los diez alumnos podrán disfrutar de las atracciones culturales y turísticas de la ciudad portuaria, cosa que pretenden hacer, según su primer oficial.
Investigación científica
El Zenobe Gramme tiene 28 metros de eslora; 6,8 de manga y 2,1 de calado. En mar abierto puede alcanzar una velocidad de diez nudos gracias a un motor de 200 caballos, además de ofrecer la posibilidad de navegar a vela gracias a sus dos palos. Pesa 149 toneladas y su tripulación es de 17 miembros.
Esta embarcación fue construida en 1961, inicialmente proyectada como un barco de investigación oceanográfica y científica. Sin embargo, nunca llegó a realizar este tipo de misiones y a los pocos años comenzó a ejercer como buque escuela.
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