El gaucho

Autores: Maurillo "Milo" Manara (dibujo) y Hugo Pratt (guión).

Publicada en 1991 por NORMA Ed.

Cuando una brigada de soldados argentinos llega a la chabola del cacique Namuncurá, pocos iban a creer que encontrarían allí a un anciano con todos los dientes y, lo que es aún mas difícil: que éste fuese blanco y que, en otro tiempo, fueseTom Browne, del 71 de cazadores escoceses en tiempos de la invasión inglesa hacia 1806, en plena lucha por la independencia de las colonias españolas en Sudamérica.

No es fácil creerse que ese pellejo viviente una vez fue blanco.

No solo es una parte de la vida de Tom la que conoceremos, sino también de Molly Malone (personaje que comparte nombre con una famosa vendedora dublinesa), una joven prostituta irlandesa que acaba ejerciendo el oficio por deudas y, debido a su trabajo, a bordo de la corbeta Encounter, junto con decenas de chicas, para aliviar al estado mayor de la flota en la zona tras reuniones de guerra, y al que se tercie. En realidad es una extraña historia de amor la que hay entre ambos.

También se unen a ellos el contramaestre Clagg y el jorobado Mathew, que desertan de la Royal Navy mientras se produce el desembarco en Buenos Aires, ciudad que cae ante el empuje inglés y las corruptelas interiores y sus conspiraciones; y la joven criolla Aureliana, violada por un “blandengue” y que escapa con toda su familia de la invasión, en una carrera en pos de la libertad, de escapar de aquellos que los tratan como simples peones en un tablero donde se decide un destino que no han elegido, no dudando en optar por la violencia cruda (que creo que está justificada).

Sin embargo, la mayoría no podrá escapar a la tragedia.

La escuadra británica a la espera del asalto final.

Hugo Pratt escribe para el magnífico dibujante y compatriota, Milo Manara, esta desgarradora historia de búsqueda de libertad en uno de los estilos y lugares favoritos por ambos: la novela gráfica histórica centrada en el continente americano. Ambos son enamorados de la aventura, en diferentes facetas plásticas, pero su entendimiento y su amistad generan un buen producto final.

En el sollado de la "Encounter".

Creo que para todos a los que nos gusta la perfección plástica en los cómics, nos quedamos con Neal Adams, un artista fundamental en el mundo de los superhéroes americanos y con el italiano Maurillo “Milo” Manara. Aunque siempre catalogado como dibujante de cómic erótico, no se le debe de desprestigiar ni un ápice dentro de su manejo del lápiz, ya que, no en vano, se le considera el mejor en cuanto a retratar la figura femenina. Yo me siento maravillado ante su dominio de los cuerpos, ya que ninguno parece ir en contra de las leyes de la gravedad y cada parte está en su sitio, perfectamente calculada, destacando el control sobre las extremidades y, sobre todo, las manos.

Tom, como voluntario para contactar con los aliados de los británicos en Buenos Aires.

En esta obra, Milo Manara cuenta con la inestimable ayuda de su amigo Hugo Pratt en el guión. No es que haya leído mucho a Manara, pero se agradece la incursión de su colega dentro de la línea del cómic. Aunque le da la libertad necesaria para no sentirse embotado con sus lápices, se agradece que Pratt haga un guión coherente y en el que los encuentros sexuales tienen su presencia, pero que no vinculan la trama, ya que Manara, en mi opinión, llega incluso a abusar de las escenas eróticas y me hace creer que no hay nada mas. Aunque no es un comic de Corto Maltés donde la letra vence al dibujo, es una magnífica colaboración (segunda entre estos dos grandes) que ofrece otra obra del género erótico con sus escenas de sexo, violencia e, incluso, de violencia sexual bien encarriladas y con sentido (no como en "El Click 2").

Molly llama a gritos a Tom desde el pasamanos de la "Encounter", al verle alejarse en una barca.

La aventura y el amor al mar también se reflejan con intensidad en este álbum. El hecho de que parte de la trama transcurre a bordo de un buque de guerra lo demuestra, aunque no es tán sutil como en obras como "Verano indio" (que comienza en una playa) o "Gulliveriana".

Es de destacar, y siguiendo un poco mas con la coba a Manara sobre su capacidad plástica, el gran detallismo en los uniformes y en todo lo referido a los barcos de guerra. No se deja ningún cabo suelto y se muestra hasta lo mas insignificante dentro del marco de la viñeta. Se nota una gran labor de investigación para ofrecer una mirada completa al pasado.

La señorita Aureliana.