Esta ficción no solo refiere al paso a un plano diferente, entre lo real y lo imposible, sino también a la lucha de un hombre roto por la muerte de la persona a la que ama con locura, y que se niega el contacto y una vida lejos de las sombras y el silencio
John Keel es un personaje muy conocido por aquellos que disfrutamos trasteando entre libros y demás medios dedicados a la fenomenología del Misterio, por ser un periodista que recopiló y hasta vivió algunos de los casos más extraños y absurdos de los que se tiene noticia, sobresaliendo su trabajo sobre las extrañas apariciones que precedieron al colapso del puente Silver, en la localidad de Point Pleasant (Virginia occidental), el 17 de diciembre de 1967. Ésta fue una tragedia difícil de digerir por los locales y que se extendió a todo el territorio nacional y, de allí, gracias a Keel, a todo el mundo. Es más, irónicamente, el detalle previo paranormal es uno de los pocos atractivos de la ciudad, aún a día de hoy y si quitamos ciertos momentos aquilatados de la época colonial y revolucionaria, que recuerda el hecho con una estatua de un hombre polilla salida de las más horripilantes pesadillas de un guionista de cine de serie B de los años 1950 (sigue leyendo)
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