P.R.C. > FERROL
Cuatro años después de su fallecimiento, el nombre de la oceanógrafa ferrolana Ángeles Alvariño vuelve a la actualidad. Y es que el Instituto Español de Oceanografía lo ha elegido para su nuevo buque, que será botado a mediados del próximo año. Se suma este reconocimiento a los muchos que recibió la prestigiosa científica.
Con la denominación de este barco, gemelo del “Ramón Margalef”, que se botará el próximo mes de septiembre en Vigo, el IEO quiere rendir homenaje a la primera mujer que se embarcó como científica en un barco inglés de investigación oceanográfica. El buque aplicará una tecnología científica pionera en España, que le permitirá estudiar la geología marina, la oceanografía física, química o la biología marina, entre otros aspectos. También contará con la instrumentación acústica más avanzada y un diseño que hace que el nivel de ruido radiado emitido sea muy bajo y no altere el comportamiento natural de los peces. Fue precisamente en el Instituto Español de Oceanografía donde comenzó su carrera científica Ángeles Alvariño. Había nacido en Serantes, en 1916, y comenzó sus investigaciones centrándose en el plancton y las pesquerías. En la década de los 50 consiguió una beca del British Council y una subvención en Estados Unidos para estudiar el zooplancton en sus aspectos taxonómicos y biogeográficos, como indicadores de la dinámica oceánica, y su interrelación con las pesquerías, un área en la que llegó a ser una experta mundial. También participó en diferentes expediciones científicas en buques oceanográficos ingleses, americanos y mexicanos, en los océanos Atlántico y Pacífico y fue una de las primeras mujeres que consiguió publicar en el Bulletin Scripps Institution, en 1962. A lo largo de su trayectoria -fue reconocida como uno de los 500 científicos más importantes del siglo pasado y desarrolló su trabajo fundamentalmente en San Diego (California)- descubrió 22 nuevas especies marinas, dos de las cuales llevan su nombre: el quetognato Aidanosagitta alvarinoae y la hidromedusa Lizzia alvarinoae. Aunque se jubiló en 1987 continuó escribiendo y poco antes de morir terminó un manuscrito sobre aves y animales que estudió en su expedición a Malaspina (Argentina). El buque oceanográfico “Ángeles Alvariño” es uno de los dos en construcción, con 46 metros de eslora, aunque el IEO tiene previsto ejecutar un tercero de 90 metros. El Instituto Español de Oceanografía es un organismo público de investigación dependiente del Ministerio de Ciencia e Innovación y que se dedica a las ciencias del mar, especialmente en relación con los océanos, la sostenibilidad de los recursos pesqueros y el medio ambiente marino. Cuenta con una plantilla aproximada de 600 personas y dispone de un presupuesto de 60 millones de euros. Entre sus nueve centros oceanográficos costeros hay dos en Galicia (Vigo y A Coruña), pero además cuenta con una estación de biología pesquera, cinco plantas de experimentación de cultivos marinos, doce estaciones maerográficas, una receptora de imágenes de satélites y una flota compuesta, hasta el momento, por seis buques, entre los que destaca el “Cornide de Saavedra”, de 68 metros de eslora.
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