FARO DE VIGO
La grúa "Jones" ya tiene gemela
El Museo do Mar incorpora la segunda elevadora de Ascón cedida por Rodman
ANA DE LARRIVA Sus maquetas de hojalata ya superan los 600 euros en los portales de subastas virtuales y su nombre es conocido internacionalmente: son las grúas móviles de fabricación inglesa Jones. Son muy preciadas porque la pluma tiene un gran ángulo de abatimiento y una gran resistencia, lo que las hace idóneas para trabajar en los puertos y en las canteras. Este tipo de maquinaria, autopropulsada, no abunda.
El Museo del Mar de Galicia, sin embargo, sumó ayer a sus instalaciones el segundo ejemplar donado por Rodman. Celso Comesaña, el hombre que la manejó durante más de veinte años y que ayudó a ponerlas de nuevo a punto, demostró de lo que todavía son capaces los férreos aparatos, "recordando viejos tiempos".
La existencia de estas Jones se remonta a los años sesenta, cuando fueron adquiridas por los astilleros Ascón, en los que trabajaba Comesaña, hasta su jubilación con el cierre de la empresa en los años ochenta. Existe entre las dos máquinas una pequeña diferencia de edad, y quedan todavía dudas de si la más veterana podría haber participado también en las labores de carga y descarga en las minas que se levantaban antes en la borneira, donde se levantaba el astillero.
La que se acaba de instalar funciona plenamente. La otra, que llegó al museo a principios de año, tiene el motor gripado, pero todos los demás mecanismos se encuentran completamente recuperados, incluso una de las plumas, que se había podrido La recuperación del "corazón" de la averiada queda para un paso posterior.
Las grúas industriales son símbolos de una ciudad que, como reconoce el director del museo, Pablo Carrera, "nació y es lo que es gracias a ellas". Las empresas de construcción de barcos, el origen del propio puerto vigués y el desarrollo de la pesca se sirvieron de este tipo de aparatos. Es por eso que el museo apuesta por consolidar la figura de las Jones como referencia de varios
sectores y de una ciudad.
La grúa "Jones" ya tiene gemela
El Museo do Mar incorpora la segunda elevadora de Ascón cedida por Rodman
ANA DE LARRIVA Sus maquetas de hojalata ya superan los 600 euros en los portales de subastas virtuales y su nombre es conocido internacionalmente: son las grúas móviles de fabricación inglesa Jones. Son muy preciadas porque la pluma tiene un gran ángulo de abatimiento y una gran resistencia, lo que las hace idóneas para trabajar en los puertos y en las canteras. Este tipo de maquinaria, autopropulsada, no abunda.
El Museo del Mar de Galicia, sin embargo, sumó ayer a sus instalaciones el segundo ejemplar donado por Rodman. Celso Comesaña, el hombre que la manejó durante más de veinte años y que ayudó a ponerlas de nuevo a punto, demostró de lo que todavía son capaces los férreos aparatos, "recordando viejos tiempos".
La existencia de estas Jones se remonta a los años sesenta, cuando fueron adquiridas por los astilleros Ascón, en los que trabajaba Comesaña, hasta su jubilación con el cierre de la empresa en los años ochenta. Existe entre las dos máquinas una pequeña diferencia de edad, y quedan todavía dudas de si la más veterana podría haber participado también en las labores de carga y descarga en las minas que se levantaban antes en la borneira, donde se levantaba el astillero.
La que se acaba de instalar funciona plenamente. La otra, que llegó al museo a principios de año, tiene el motor gripado, pero todos los demás mecanismos se encuentran completamente recuperados, incluso una de las plumas, que se había podrido La recuperación del "corazón" de la averiada queda para un paso posterior.
Las grúas industriales son símbolos de una ciudad que, como reconoce el director del museo, Pablo Carrera, "nació y es lo que es gracias a ellas". Las empresas de construcción de barcos, el origen del propio puerto vigués y el desarrollo de la pesca se sirvieron de este tipo de aparatos. Es por eso que el museo apuesta por consolidar la figura de las Jones como referencia de varios
sectores y de una ciudad.
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