LA VOZ DE GALICIA
Luto y emoción en la vuelta de la F-104 desde Libia a Ferrol
En la llegada de la unidad a su base se mezcló la tristeza por las muertes en Afganistán con la alegría por el retorno
A. Vellón
ferrol / la voz
29/6/2011
La fragata F-104 llegó ayer por la mañana a su base del Arsenal de Ferrol después de algo más de tres meses de operativo en el marco del embargo marítimo a Libia. Una jornada que estuvo marcada por la mezcla de la tristeza por las muertes de los militares españoles en Afganistán y la alegría del encuentro entre dotación y familiares.
El buque -con algo más de 200 marinos a bordo, el 40 % de ellos gallegos- llegó a la urbe naval en torno a las diez de la mañana. Pero fue, como ya se ha mencionado, un atraque atípico y marcado por la muerte de los militares en Afganistán. A pesar de que no se facilitaron pases a los medios de comunicación para cubrir la llegada de la F-104, ha trascendido que no se celebró ninguna de las ceremonias festivas habituales.
El luto tiñó la mañana, con la bandera española ondeando a media asta en la Méndez Núñez. Tampoco hubo discursos.
Autoridades
Mientras decenas de familiares esperaban en el muelle, subió a la unidad el almirante de la Flota, Santiago Bolíbar, para saludar a los mandos y también a los componentes de la dotación. Lo acompañaban el comandante del Grupo de Acción Naval 1 de Ferrol, Manuel Garat, y el comandante de la 31 Escuadrilla de Escoltas de la Armada, Fausto Escrigas. Es a esa escuadrilla a la que pertenecen todas las fragatas de la serie F-100.
Cuando concluyó la ceremonia oficial, como es habitual, se desataron las escenas de emoción entre familiares y miembros de la dotación. Los abrazos y los besos se entremezclaron con sonrisas, alguna que otra lágrima y muchos mimos para los más pequeños de la casa. La unidad salió de Ferrol el 20 de marzo tras preparar el navío en un tiempo récord para zarpar primero a Rota y, desde allí, a engrosar el embargo marítimo en aguas libias.
En ese marco estableció interrogatorios a un total de 117 embarcaciones y se inspeccionaron una veintena que se consideraron sospechosas de transportar armas o mercenarios, tal y como informó el Ministerio de Defensa. También se trabajó para preparar operativos de vuelo desde la unidad y en el control del espacio aéreo para la cobertura de incursiones de los aviones de la coalición en territorio hostil.
La F-102
Ahora es la fragata F-102, la Almirante Juan de Borbón, también con base en Ferrol, la que se ha sumado al operativo internacional. Su misión es la misma que la de la F-104, es decir, evitar la entrada de armas o mercenarios por vía marítima en el territorio libio.
También ha trascendido que lo habitual es que la tarea se desarrollase en cooperación con siete u ocho barcos más. Ahora son las familias de esa dotación, la de la Almirante Juan de Borbón, las que empiezan a mirar el calendario para que pasen tres meses. Hasta el regreso.
Crónica el regreso de la fragata «Méndez Núñez»
Luto y emoción en la vuelta de la F-104 desde Libia a Ferrol
En la llegada de la unidad a su base se mezcló la tristeza por las muertes en Afganistán con la alegría por el retorno
A. Vellón
ferrol / la voz
29/6/2011
La fragata F-104 llegó ayer por la mañana a su base del Arsenal de Ferrol después de algo más de tres meses de operativo en el marco del embargo marítimo a Libia. Una jornada que estuvo marcada por la mezcla de la tristeza por las muertes de los militares españoles en Afganistán y la alegría del encuentro entre dotación y familiares.
El buque -con algo más de 200 marinos a bordo, el 40 % de ellos gallegos- llegó a la urbe naval en torno a las diez de la mañana. Pero fue, como ya se ha mencionado, un atraque atípico y marcado por la muerte de los militares en Afganistán. A pesar de que no se facilitaron pases a los medios de comunicación para cubrir la llegada de la F-104, ha trascendido que no se celebró ninguna de las ceremonias festivas habituales.
El luto tiñó la mañana, con la bandera española ondeando a media asta en la Méndez Núñez. Tampoco hubo discursos.
Autoridades
Mientras decenas de familiares esperaban en el muelle, subió a la unidad el almirante de la Flota, Santiago Bolíbar, para saludar a los mandos y también a los componentes de la dotación. Lo acompañaban el comandante del Grupo de Acción Naval 1 de Ferrol, Manuel Garat, y el comandante de la 31 Escuadrilla de Escoltas de la Armada, Fausto Escrigas. Es a esa escuadrilla a la que pertenecen todas las fragatas de la serie F-100.
Cuando concluyó la ceremonia oficial, como es habitual, se desataron las escenas de emoción entre familiares y miembros de la dotación. Los abrazos y los besos se entremezclaron con sonrisas, alguna que otra lágrima y muchos mimos para los más pequeños de la casa. La unidad salió de Ferrol el 20 de marzo tras preparar el navío en un tiempo récord para zarpar primero a Rota y, desde allí, a engrosar el embargo marítimo en aguas libias.
En ese marco estableció interrogatorios a un total de 117 embarcaciones y se inspeccionaron una veintena que se consideraron sospechosas de transportar armas o mercenarios, tal y como informó el Ministerio de Defensa. También se trabajó para preparar operativos de vuelo desde la unidad y en el control del espacio aéreo para la cobertura de incursiones de los aviones de la coalición en territorio hostil.
La F-102
Ahora es la fragata F-102, la Almirante Juan de Borbón, también con base en Ferrol, la que se ha sumado al operativo internacional. Su misión es la misma que la de la F-104, es decir, evitar la entrada de armas o mercenarios por vía marítima en el territorio libio.
También ha trascendido que lo habitual es que la tarea se desarrollase en cooperación con siete u ocho barcos más. Ahora son las familias de esa dotación, la de la Almirante Juan de Borbón, las que empiezan a mirar el calendario para que pasen tres meses. Hasta el regreso.
Crónica el regreso de la fragata «Méndez Núñez»
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