Mi buen amigo Miguel Aceytuno, maratoniano a uña de zapatilla y de teclado, ha tenido el buen gusto de enfrentarse a mi última obra: al ensayo histórico en el que me centro en la particular vida del crucero Reina Mercedes entre 1881 y 1957, y subir sus impresiones al magnífico portal Hislibris.
Sin duda alguna, la de Miguel, es una de las reseñas más completas que he leído nunca y en la que no le ha templado el pulso, ni las gotas del sudor han ido a emborronar su texto, al realizar constantes llamadas al género literario naval en un análisis de la obra de matrícula.
Chapeau, mon ami!
2 comentarios:
Usted que me ve con buenos ojos... Y fué un placer. Que gran crucero... que duros tiempos... que bien contados :)
Que no. Que es cierto todo lo que digo, my friend!
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