Tal día como hoy…
Xilografía de Caba.
Se cumplen 140 años de la concesión de la Corbata de la Orden de San Fernando al Segundo Batallón del Primer Regimiento de Infantería de Marina. Dicha Laureada es dispuesta por Orden Ministerial de 2 de Febrero de 1875 por la toma de San Pedro Abanto y del Caserío de Murrieta en 1874, uno de los hechos de armas más destacados de la historia de la Infantería de Marina.
Bilbao, para variar y por su condición de ciudad abierta al comercio y a la modernidad, era una espina para los carlistas, de ahí su encono con tomarla y San Pedro de Abanto y el caserío de Murrieta eran claves para cortar el flujo de suministros y refuerzos por tierra a la defensa de la capital del Nervión.
Tras la caída de la I República por obra del golpe de estado liderado por el general Pavía (17 de Enero de 1874), el Segundo Batallón, al mando del teniente coronel Juan Albacete y Fuster, comienza a liar su petate en San Fernando, Cádiz, y a disponerse para tomar el tren con dirección a Madrid el 27 de Enero.
Permaneciendo unas semanas en la capital de la nación, la Bandera, como parte del Ejército del Norte, marcha el 2 de Marzo con la intención de entrar en Vizcaya por mar, concretamente por el puerto de Portugalete, vía Santander-Santoña-Castro Urdiales.
El 24 de Marzo recibe la orden de encabezar el Ejército del Norte como Primera Compañía en extrema vanguardia. Los infantes de marina emprenden el camino a Somorrostro, contactándose al día siguiente con el enemigo que sitiaba Bilbao.
El 27 de Marzo comienzan los asaltos contra la posición defensiva carlista de San Pedro de Abanto, pero la red de trincheras y fuertes enemigos los hacen fracasar estrepitosamente. El estado mayor carlista era consciente de la importancia de dicho punto sobre el mapa, por lo que no tuvieron impedimento en reforzarlo hasta el extremo.
En el Ejército del Norte comenzó a circular el rumor de un repliegue, momento en el que el teniente coronel Albacete se presenta ente el general Serrano como voluntario para penetrar en San Pedro de Abanto.
El Segundo, con apoyo de todas las unidades del Ejército a los flancos, entra en tromba en los parapetos y trincheras enemigas, sufriendo gran número de bajas mientras carga a bayoneta calada. Tan impresionante es la gesta que hasta el líder carlista Abanabes inmortaliza el hecho con sus palabras escritas: “[...] un batallón de Infantería de Marina intenta asaltar los parapetos. Los nuestros hacen una, y otra, y muchas descargas nutridísimas. Los marinos ensangrientan el suelo, pero no desmayan, y vuelven al intento. Casi quedó en cuadro el batallón, pero los que quedaban se defendían con bravura”.
Los infantes del Segundo toman Murrieta y San Pedro y aún les quedan fuerzas para perseguir a los soldados enemigos en retirada, a pesar de la orden de “alto el avance”.
Más de la mitad de los efectivos del Segundo cayeron. Se dice que tan solo regresó uno de cada tres de dicha acción, la más honorable de su Historia, permitiendo acortar la dolorosa guerra.
La Laureada luce hoy día en la Bandera del Tercio del Sur (TERSUR).
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