Como guionista de un par de cómics y como dibujante frustrado, no puedo quedarme al margen y me voy a remangar. Justo por eso de ser un dibujante inútil, soy conocedor del esfuerzo que conlleva delinear una sola viñeta o el esbozo de una ilustración, no digamos superar esa marca. Creo que el aforismo “una imagen vale más que mil palabras” se queda corto no, cortísimo, como también creo que ninguna máquina, por muy avanzada que sea, podrá reproducir eso que es propio del artista: la sensibilidad. Sí, podrá hacer un cuadro siguiendo el estilo de Goya o de Velázquez; se podrá incluso subastar la pieza en una galería, pero el algoritmo emocional nunca podrá rozar algo tan inalienable como es el cerebro artístico. Sólo podrá ser un falsificador muy hábil y, por suerte y por ahora, las IIAA, en esto de dibujar y componer imágenes, topan con los mismos obstáculos a los que se enfrentan los humanos: las manos y los dedos. Se les dan fatal y los resultados son muy divertidos.
Pero ya hay cómics generados al 100% por IIAA y que se venden, de ahí el pavor generalizado… (sigue leyendo)
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