Navantia se hace con el diseño de tres destructores para Australia
El presidente de Navantia, Juan Pedro Gómez Jaén, y el ministro de Defensa australiano, Brendan Nelson, junto con otros responsables de la Armada de aquel país, firmaron ayer el contrato para el diseño en los astilleros españoles de tres destructores basados en el proyecto de las F-100. El acuerdo reportará 285 millones a la compañía y 800.000 horas de trabajo a los astilleros ferrolanos. Asimismo, deja abierta la puerta a un cuarto destructor.
M. MAYORAL > FERROL
La ciudad de Adelaida, un importante puerto de Australia en el que hizo escala la "Álvaro de Bazán" hace unos meses, acogió la firma del contrato. El presidente de Navantia, Juan Pedro Gómez Jaén, y por parte de Australia el ministro de Defensa, Brendan Nelson, el Ajema, Russ Shalders, y el director general de Armamento, Steve Gumley, estamparon sus rúbricas y posaron para la fotografía que pone fin a varios años de trabajo, por ambas partes, en la búsqueda del acuerdo más satisfactorio.
El acuerdo suscrito supone para Navantia el encargo de diseñar tres destructores -buques similares a las fragatas, pero de mayor porte- que serán construidos en el astillero australiano ASC con la asistencia técnica, también en esa fase, de la compañía española. El contrato representará 800.000 horas de trabajo para los departamentos de ingeniería del astillero de Fene-Ferrol, así como 42.200 para la unidad de Motores de Cartagena y 43.300 para la de Sistemas Faba de San Fernando.
La oferta española desbancó la presentada por la empresa norteamericana Gibbs&Cox. El ahorro de 600 millones de euros con respecto a la propuesta americana, además del hecho de que el modelo F-100 está ya funcionando con éxito y ha demostrado su operatividad, frente a la de los competidores, todavía por construir, llevó al Ejecutivo de Canberra a decantarse por Navantia.
El contrato de los destructores reportará 285 millones de euros a Navantia. En el encargo se incluye la transferencia de tecnología, la asistencia técnica y una serie de equipos, tales como el sistema integrado de control de plataforma, motores y turbinas.
Buques anfibios > Sumando el contrato suscrito ayer y el que está previsto firmar el martes, los astilleros de la ría podrían garantizarse carga de trabajo hasta el año 2014. Aunque la empresa todavía no ha establecido cuál será el reparto de tareas, se espera que uno de los buques anfibios se construya en la grada de Ferrol y otro en la de Fene, vacía desde 2002.
Los representantes de Navantia y del Gobierno australiano volverán a reunirse dentro de cinco días para firmar el segundo contrato. Supondrá el encargo de dos BPE -Buques de Proyección Estratégica- que se construirán siguiendo el modelo del "Juan Carlos I", pero, como sucederá con los destructores respecto a las fragatas, de un porte superior. La compañía española cobrará 900 millones de euros y se asegurará más de 9,3 millones de horas de ocupación.
Tal como señalaba la nota de prensa difundida ayer por la empresa, ambos encargos "constituyen un hito en la construcción naval española, convierten a Navantia en el diseñador y constructor naval militar de referencia en el mundo y contribuyen de manera decisiva a la consolidación de un sector público de construcción naval militar fuerte y con garantías de futuro". Se trata del primer espaldarazo a la compañía surgida de la disolución de Izar por los expedientes de devolución de ayudas ilegales cursados por la Comisión Europea entre 2000 y 2003.
La cuarta fragata > Los medios de comunicación australianos se hicieron eco ayer de la noticia destacando que su Gobierno tiene la vista puesta en un cuarto destructor que ampliaría la capacidad de su Armada. El ministro de Defensa, Brendan Nelson, declaró que "estamos dispuestos a sopesar la construcción del cuarto destructor, obviamente tenemos esta opción abierta". Como las tres anteriores, diseñadas en Ferrol, esta cuarta unidad se fabricaría en el puerto australiano de Osborne, en las instalaciones de ASC.
LA VOZ
El encargo tiene un presupuesto de 220 millones, lo que le convierte en el más cuantioso de los recibidos desde el inicio de la actividad de la compañía, a finales de los años 70. Y su relevancia puede medirse a través de dos cifras: empleará a mil personas, pero llegará a las 2.000 en los momentos punta de trabajo; y su duración será hasta finales de 2009, cuando está prevista la entrega del barco a MPF tras completar unos tres millones de horas de trabajo.
Y si en el penúltimo proyectos, el Snohvit de la compañía noruega Statoil, Dragados Offshore marcó un hito en la fabricación de plataformas a gran distancia del lugar de instalación, en este caso, la gesta no es sólo la envergadura de la embarcación, sino sus características, ya que estará preparada para perforar, procesar, almacenar y descargar crudo de forma simultánea -hasta ahora o perforaban o procesaban, pero no ambas a la vez-, lo que, a juicio de Dragados Offshore, le confiere el carácter de la obra «más emblemática de las que se desarrollan actualmente en este mercado», según sostuvo la empresa puertorrealeña en un comunicado.
Esta versatilidad es la clave de su singularidad, con la que se abren «nuevas posibilidades» a la extracción de petróleo en aguas «muy profundas y en zonas climatológicamente adversas como las aguas del Ártico», según constaba en las exigencias del proyecto de MPF. De hecho, las expectativas son impresionantes: puede extraer crudo a 3.000 metros bajo el mar, incluso a treinta grados bajo cero; y tiene capacidad para almacenar un millón de barriles de crudo, merced a sus 300 metros de longitud (tres campos de fútbol) y sus 50 metros de ancho.
Más espacio y calado
Además, para responder a las necesidades de espacio que generan estas grandes dimensiones, Dragados Offshore construirá un nuevo muelle de 300 metros de longitud y un calado de 12 metros, como ya anunciara en los últimos días del año pasado. Esta ampliación posibilitará el atraque y amarre del barco, cuyo casco se está construyendo en Dalian (China), desde donde será remolcado hasta Puerto Real, una vez que esté finalizado, en septiembre de 2008.
La compañía perteneciente al Grupo ACS destacó, junto a la versatilidad del barco, la importancia del MPF-01 porque «es una alternativa a las plataformas tradicionales de extracción enclavadas en el mar en posiciones fijas». De hecho, este gran buque se destinará fundamentalmente al desarrollo de campos offshore (en alta mar) de petróleo y gas localizados en aguas muy profundas, con capacidad de mantener mediante un sistema de posicionamiento dinámico una ubicación fija sin estar anclado y así realizar las cuadro funciones (perforar, producir, almacenar y descargar) de forma simultanea.
Consecuentemente, el MPF-1 abre a Dragados Offshore la puerta a dos sectores «claves para el desarrollo de la industria del petróleo y el gas: el de las unidades de producción flotantes y en el de la perforación en aguas profundas, habida cuenta de que los yacimientos petrolíferos marinos en aguas poco profundas comienzan a agotarse», según concluye en un comunicado la empresa de Puerto Real.
EL MUNDO
Descubiertos en Australia los mapas incunables robados de la Biblioteca Nacional
MADRID.- El misterio del robo en la Biblioteca Nacional de dos ejemplares del incunable del mapamundi de Ptolomeo de 1482 el pasado 21 de agosto llega a su fin. Fuentes de la investigación confirmaron que sus colegas australianos han "localizado" los dos ejemplares en cuestión en el domicilio particular de un anticuario de Sydney. Además, también está identificado quien lo sustrajo, según informa EFE.
Los mapas se encontraban en manos de un especialista en antigüedades que adquirió recientemente las piezas en una subasta pública celebrada en Londres. De momento, no ha trascendido ni la identidad del comprador ni a qué precio obtuvo el codiciado botín. Tampoco qué casa de subastas de la capital británica puso a la venta los ejemplares.
Por otra parte, la Guardia Civil identificó al presunto autor del robo. Se trata de César Gómez Rivero, de 60 años, ciudadano español de origen uruguayo y residente en Argentina. Los ejemplares, cuya desaparición fue detectada en una revisión rutinaria, se guardaban en la Sala Cervantes, a la que sólo acuden los usuarios que poseen el carné de investigador.
La Policía de Australia avisó, vía Interpol, a la española de la resolución del caso, aún con varios interrogantes pendientes como el recorrido desde que salieron de la Biblioteca Nacional, cómo pudo ser subastado y si el dinero era el móvil del robo.
El anticuario al que se le han intervenido los ejemplares no ha sido detenido por los agentes de su país puesto que había pujado en la capital británica sin saber si origen.
Los dos documentos de la Biblioteca Nacional pertenecen al grabado en madera del mapamundi de Ptolomeo realizado en Ulm (Alemania), cuyo autor fue Johannes de Armsshein. Una tirada de la que, al parecer, únicamente se conservan 120 ejemplares en todo el mundo. Los trabajos del genio de Alejandría, con su brillantez geográfica, astronómica y matemática, influyeron de forma sustancial para que Cristóbal Colón se decidiese a cruzar el Océano Atlántico, un viaje que aconteció unos 12 años después de la edición del mapamundi que obra en los archivos de la Biblioteca Nacional.
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