CORREODIGITAL
El carguero 'Boreas' fue retenido por la Audiencia Nacional en 2003 al ser utilizado por una banda internacional de tráfico de drogas
JOSU GARCÍA
| BILBAO
Se llama 'Boreas' y es el último inquilino del canal de Deusto. El carguero de bandera chipriota permanece amarrado al muelle bilbaíno desde hace cinco años. Tras un lustro sin órdenes, tripulación ni destino, su desahucio definitivo de la ría vizcaína se producirá en cuestión de días: la Autoridad Portuaria sacará el buque a subasta pública el próximo jueves, después de que la Audiencia Nacional diera recientemente su visto bueno a la operación. El tribunal juzgará en breve a los integrantes de una banda internacional de narcotraficantes -relacionada con varios ciudadanos gallegos- que, supuestamente, habían preparado el mercante chipriota y otra nave de similares características para introducir grandes cantidades de droga en España.
Botado hace más de treinta años, la historia del 'Boreas' entra en dique seco en noviembre de 2003, en el Puerto de Santurtzi, a donde llegó para descargar varias toneladas de chatarra. La nave, de 75 metros de eslora y casi 1.000 toneladas de peso, fue abordada por la Policía, que arrestó a su capitán, de nacionalidad ucrania. El resto de la marinería tuvo que enrolarse en otras tripulaciones o volver a casa. Desde entonces, el oxidado casco de la embarcación permanece abarloado a los muelles de la orilla izquierda del canal de Deusto, justo enfrente de la facultad de Sarriko.
Tras el arresto de su máximo responsable, el carguero chipriota quedó en una situación de total desatención. La Autoridad Portuaria inició pronto los trámites para enajenar el buque y hacerse con su titularidad. «La ley 48/2003 nos faculta para declarar en estado de abandono aquellos barcos que lleven más de seis meses sin actividad aparente, y no estén al corriente de los pagos de los derechos portuarios. Y ese era el caso del 'Boreas'», explican desde el organismo autónomo.
Sin embargo, el mercante estaba también retenido por orden del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, que instruía el complejo sumario contra los 'narcos' gallegos y sus secuaces. Esto complicaba su salida del canal de Deusto. Durante casi cuatro años no hubo noticias del magistrado, por lo que el 'Boreas' permaneció anclado a puerto sin solución de continuidad. Hace un año, en julio de 2007, un oficio del tribunal daba, por fin, vía libre a la Autoridad Portuaria para sacar a subasta un bien que fue abandonado por los integrantes de la red internacional de narcotraficantes.
Desde 80.000 euros
Durante los últimos once meses, el organismo se ha volcado en aligerar los trámites burocráticos, porque se trata del único navío de la dársena -también amarra alguna nave de pequeñas dimensiones y el barco turístico 'Pil-Pil'- cuyo futuro seguía siendo aún una incógnita. Prolongar su presencia hubiera supuesto un estorbo para el desarrollo de los planes urbanísticos que comienzan ahora a tomar cuerpo en el canal de Deusto y en la península de Zorrozaurre.
La puja por el 'Boreas' tendrá lugar el día 24. No será una subasta al uso, sino que las empresas interesadas presentarán sus propuestas económicas en un sobre cerrado. Como mínimo, las ofertas tendrán que alcanzar los 80.000 euros, excluyendo el correspondiente IVA.
Expertos en este tipo de actos administrativos consultados por este diario estiman que el barco chipriota se entregará a un precio muy bajo, ya que, según un informe de la Autoridad Portuaria, no está en condiciones de seguir surcando los mares: «Dado el tiempo transcurrido sin que se hayan realizado labores de mantenimiento, el mercante se encuentra en un deficiente estado de conservación y, según se ha informado, no es apto para navegar».
Directo al desguace
Su destino inmediato será el desguace, casi con toda seguridad. «La tonelada de acero se compra a entre 800 y 1.000 euros, por lo que yo calculo que se adjudicará por un precio cercano a los 100.000 euros. Yo no pagaría mucho más por un barco de estas características», explica un empresario del sector. En caso de que la suma obtenida en el proceso supere el importe que adeuda el buque a la Autoridad Portuaria, el dinero sobrante pasaría a engrosar los fondos públicos que se destinan a la lucha contra el narcotráfico.
Entretanto, el 'Boreas' espera con sus entrañas decrépitas a que un golpe de suerte le otorgue una segunda oportunidad. Fue lo que le sucedió al 'Biga', otro carguero que también estuvo retenido en el canal de Deusto a instancias de un magistrado, esta vez, por las deudas contraídas por su patrón con la Hacienda vizcaína. Ambos compartieron dársena hasta hace 12 meses, cuando, tras seis años de espera, el buque salió también a subasta y fue adquirido por 200.000 euros por una compañía libanesa. Reparado y remodelado, hoy surca el Mediterráneo, transportando carga entre Chipre, Líbano y Siria.
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