La Preussen (Prusia) fue una embarcación de cinco mástiles y os diréis y qué, ya que hasta en nuestra Armada española, concretamente el Juan Sebastián de Elcano es un bergantín goleta de cuatro palos (trinquete con aparejo de cruzo, mayor proel, mayor popel y mesana con aparejo de cangreja y escandalosa), e incluso ha habido buques con seis y siete (France, bricbarca de 5; Oregón Fyr, bergantín goleta de 6). Igual os parece algo trivial, pero es que la Preusse fue la única fragata del mundo con tantos mástiles (hasta el año 2000 cuando fue botada la Royal Clipper, pero creo que la tecnología en la construcción naval ha variado mucho). Hablamos de cinco palos de aparejo de cruz con una superficie vélica espectacular (5.560 metros cuadrados) y estuvo al servicio de la Compañía de Navegación Flying P. de Hamburgo y, como ya os comenté la semana pasada, tiene un museo en Langeness.
Cuando el mítico clípper del té Cutty Sark fue botado, la época de los grandes veleros tocaba a su fin, pero eso poco parecía importarle al armador hamburgués Ferdinand Laeisz al funda Flying P. La cuestión es que fuesen grandes, veloces y muy maniobrables para hacer frente al vapor. Así, se puso manos a la obra con las construcción del Preussen, la única fragata de cinco mástiles que ha existido y el velero más rápido de todos los tiempso en largas distancias, así, tenía una velocidad media comprobada en el Pacífico meridional de 15,42 nudos con una carga de 8.128 toneladas. También batió records entre el Canal de la Mancha y la costa occidental de Sudamérica, realizando la travesía entre Iquique (Chile) a Lizard Point (Cornualles) en 61 días, con un tornaviaje al mismo punto en 57 días, realizando el transporte de fertilizantes.
Cuando fue botado en 1902 tenía un arqueo de 5.162 toneladas con una eslora de 134,5 m. y una manga de 16.5 m y 47 velas. Su casco era de acero, al igual que los mástiles y vergas. No poseía una gran tripulación y para el movimiento de aparejos y cabestrantes se hacía uso de dos máquinas de vapor en cubierta, siendo casi todo esto mecanizado. Era un barco impulsado por el viento que se hacía valer de la tecnología del vapor para manejarlo. Curioso, ¿verdad?
Al ser un velero, los capitanes de los demás barcos impulsados por vapor no sabían estimar correctamente su desmesurada velocidad, lo cual fue una desgracia para la Preussen. Durante una travesía por el canal de la Mancha, el comandante del vapor Brighton no calculó acertádamente y colisionó con ella a intentar cruzarle la proa (hubiera sido menos temerario haber cortado su estela, pero eso no cabría en la mente de un hombre que tenía a la tecnología en sus manos). Esto ocurrió el 6 de Noviembre de 1910 y, casi partido por la mitad, encalló en la costa de Kent y acabó destruido por el oleaje. No hubo ninguna baja.
El museo dedicado al Preussen está en Langeness ya que uno de sus dos comandantes: el capitán Boye Richard Petersen vivió allí.
Cuando fue botado en 1902 tenía un arqueo de 5.162 toneladas con una eslora de 134,5 m. y una manga de 16.5 m y 47 velas. Su casco era de acero, al igual que los mástiles y vergas. No poseía una gran tripulación y para el movimiento de aparejos y cabestrantes se hacía uso de dos máquinas de vapor en cubierta, siendo casi todo esto mecanizado. Era un barco impulsado por el viento que se hacía valer de la tecnología del vapor para manejarlo. Curioso, ¿verdad?
Al ser un velero, los capitanes de los demás barcos impulsados por vapor no sabían estimar correctamente su desmesurada velocidad, lo cual fue una desgracia para la Preussen. Durante una travesía por el canal de la Mancha, el comandante del vapor Brighton no calculó acertádamente y colisionó con ella a intentar cruzarle la proa (hubiera sido menos temerario haber cortado su estela, pero eso no cabría en la mente de un hombre que tenía a la tecnología en sus manos). Esto ocurrió el 6 de Noviembre de 1910 y, casi partido por la mitad, encalló en la costa de Kent y acabó destruido por el oleaje. No hubo ninguna baja.
El museo dedicado al Preussen está en Langeness ya que uno de sus dos comandantes: el capitán Boye Richard Petersen vivió allí.
5 comentarios:
Muy interesante el articulo.El capitan del Brighton fue un "barbero"ya que tenia que gobernar al velero y estaba obligado a pasar por su popa
Supongo que no le gustaría dejar pasar a los veleros, Adolfo.
Un barco bellísimo con unas características impresionantes... y un triste final por una maniobra errónea del comandante del vapor.
Un blog muy valioso para los que amamos el mar y los barcos. Gracias. Un saludo
Lamento discrepar con Isabel, a mí la verdad es que es un barco que me llama la atención, evidentemente por el número de mástiles y su superficie vélica, pero que no me resulta estéticamente bonito ni marinero (en breve, comenzaré una serie de artículos sobre los clase-j, mientras tanto he dejado en mi blog un par de vídeos para abrir boca).
Por lo demás, un artículo muy interesante, como ya nos tienes acostumbrados.
Gracias Isabel, por tus palabras y por subir a bordo.
Hombre, Navegante, era bien rápido y es lo que se buscaba. Aunque solo pasará a la Historia por el número de palos. Gracias, amigo.
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