lunes, abril 27, 2009

27 de Abril de 2009

Publicado Lunes, 27-04-09 a las 04:08
El petrolero de flota español Marqués de la Ensenada realiza desde primeras horas de la tarde de hoy labores de escolta al crucero Melody, de bandera panameña y operador italiano, que fue atacado ayer en el océano Índico por unos piratas somalíes a unas 250 millas al norte de las Islas Seychelles.
Según informa Defensa en un comunicado, el comandante al frente de la fuerza de la Operación Atalanta de la UE contra la piratería en Somalia, Juan Garat Caramé, dio instrucciones al petrolero español para que procediera al encuentro con el crucero, ya que era el buque militar más próximo al lugar del incidente, al encontrarse a unas 300 millas.
El Marqués de la Ensenada, procedente de las Seychelles rumbo al Golfo de Adén, envió su helicóptero para enlazar previamente con el crucero. Por su parte, la fragata Numancia se dirige a la zona en la que un avión de patrulla del Gobierno de Seychelles ha localizado a dos lanchas que, por las imágenes obtenidas, se sospecha que sean las autoras del ataque. La fragata tiene previsto llegar a la zona donde se encuentran las lanchas a lo largo de la tarde-noche de hoy. El crucero Melody, con 993 pasajeros a bordo, fue atacado ayer en su trayecto hacia el Golfo de Adén. El equipo de seguridad de a bordo, de nacionalidad israelí, repelió el ataque cuando los piratas ya habían colgado la escala en el costado. Los disparos que efectuaron alcanzaron a un pirata y posiblemente a un segundo, señala la nota de Defensa.

EL PAÍS

"La presencia de guardias privados a bordo puede disuadir a los atacantes"

MIGUEL GONZÁLEZ - Madrid - 27/04/2009

Sólo hay una pregunta que el capitán de navío Juan Garat (Ferrol, 1955), elude responder: dónde se encuentra actualmente. "En el océano Índico", responde evasivo. Ancha es la mar. Desde el pasado 6 de abril y hasta mediados de agosto, es el comandante de la fuerza europea que se enfrenta a la piratería en aguas de Somalia, asistido por un estado mayor compuesto por oficiales de nueve nacionalidades y embarcado a bordo de la fragata española Numancia.

Tras una reducción en diciembre y enero -coincidiendo con el lanzamiento de la Operación Atalanta de la UE-, los secuestros y abordajes de buques se han disparado de nuevo.

"Es pronto para saber si se debe a un factor estacional ante la próxima llegada de los monzones, que dificultará la actuación de los piratas", explica en conversación telefónica con EL PAÍS. "En la pasada primavera se produjo un fenómeno similar. El perfil es el mismo, aunque la intensidad no lo sea".

Pregunta. Si la situación es igual o peor que en 2008 es que la misión no está funcionando...

Respuesta. La misión está funcionando. Nadie puede decir cuál sería la situación si nosotros no estuviéramos aquí...

P. Usted sólo dispone de ocho buques y tres aviones para controlar una extensión superior a cinco veces España. ¿No necesitaría mucho más?

R. Tengo los medios que cada país ha puesto a disposición de la UE y trato de sacar el máximo rendimiento de ellos. Pero no nos arroguemos la responsabilidad de acabar solos con la piratería. Estamos contribuyendo a un esfuerzo que es de toda la comunidad internacional.

P. Además de la flota europea, hay buques de la OTAN, Estados Unidos, Rusia, China o Japón. ¿No deberían coordinarse todos bajo el mando de la ONU?

R. Lo ideal sería contar con un mando único, pero eso es muy difícil a corto plazo por razones políticas. Lo que hacemos es coordinarnos entre nosotros para lograr mayor eficacia. A nivel táctico es fácil hacerlo, sobre todo con los países de la OTAN con los que compartimos procedimientos y estamos acostumbrados a trabajar. Con China o Rusia es más difícil, pero intercambiamos información.

P. Los piratas atacan cada vez más lejos de la costa y con medios más potentes.

R. Más lejos sí, pero los medios no han cambiado: armas ligeras, escalas, GPS, móvil y poco más. No creo que veamos por el momento medios mucho más sofisticados. No los necesitan.

P. Para atacar en alta mar utilizan buques nodriza y algunos, como el que fue hundido por la Marina de Guerra india en noviembre, están secuestrados.

R. Es una de las dificultades de esta misión: enfrentarte a un barco que no sólo lleva piratas sino también rehenes. Se trata de una situación muy delicada en la que debes estar muy seguro antes de actuar. En el caso que cita creo que hubo un problema de falta de entendimiento...

P. La ministra Carme Chacón ha anunciado que el avión de patrulla marítima que España tenía en Yibuti se desplazará temporalmente a Kenia para estar más cerca de la flota atunera.

R. Esto nos dará mayor flexibilidad para acudir donde sea necesario. Debe tener en cuenta que, de extremo a extremo de nuestra área, hay más de 1.700 millas y un buque necesita cuatro días para recorrerla.

P. ¿Esa medida basta para proteger a los 20 pesqueros españoles que faenan en la zona?

R. La seguridad de la flota atunera no puede descansar exclusivamente sobre la fuerza naval. La primera que debe protegerse es ella misma. La experiencia demuestra que la gran mayoría de los buques que oponen resistencia consiguen escapar. Es necesario que mantengan una vigilancia permanente, que atiendan las recomendaciones de seguridad, lo que no siempre sucede... Y luego está la suerte. Si se resisten, nos dan más tiempo para que podamos acudir en su auxilio, si estamos cerca.

P. Llevar guardias privados de seguridad a bordo, ¿ayudaría o sería contraproducente?

R. Hay muchas opiniones. Mi punto de vista es que ayudaría. Los piratas cazan como las leonas: no se complican la vida, van a por la presa más fácil... Si una se les resiste, buscan otra. Dos o tres personas armadas, con algunas medidas exteriores, como alambradas o mangueras para dificultar el abordaje, pueden tener un efecto disuasorio.

P. ¿Se acabará la piratería sin atacar sus bases en tierra?

R. Se acabará... es cuestión de perseverar en el empeño. ¿Con qué medidas? Puede que no sean suficientes las militares y haga falta un esfuerzo conjunto político, diplomático y financiero. Somalia tiene que restablecer sus estructuras sociales, su aparato de seguridad. [En la conferencia del jueves en Bruselas] hemos visto una buena disposición de la comunidad internacional para ayudarle, pero no es fácil que se resuelva a corto plazo.

P. Algunos países, como Holanda, dejan libres a los piratas. Otros, los entregan a Kenia.

R. Cada país es soberano. Puede ejercer su jurisdicción sobre los piratas o, en virtud del acuerdo suscrito por la UE, transferirlos a Nairobi. No es difícil apresarlos. Lo complicado es juzgarlos. Suelen arrojar las armas al agua, por lo que necesitamos fotos, vídeos, testimonios... una gran cantidad de pruebas.

P. A Kenia no le entusiasma hacerse cargo de los piratas.

R. Nairobi es consciente de que el problema de la piratería le afecta de lleno. Su actitud es muy positiva. Si llega un momento en que no puede hacerse cargo de ellos, por falta de medios, habrá que echarles una mano.

P. La misión de la UE tiene unas reglas de enfrentamiento que permiten el uso de la fuerza.

R. Como norma general, la fuerza es siempre el último recurso. Y si hay que hacer uso de ella, se hace de manera gradual, usando el mínimo necesario para conseguir el propósito. Hay muchos modos, desde los disparos de advertencia hasta desarbolar el buque, para impedir que pueda seguir navegando.

P. Y consumado el secuestro ¿Quién decide un rescate por la fuerza? ¿Con qué criterios?

R. La responsabilidad es de cada país. Siempre es importante salvaguardar las vidas humanas, y en este caso, más las de los rehenes. Una operación de este tipo sólo puede afrontarse tras un estudio muy concienzudo de los factores en juego y con una autorización al máximo nivel.

P. ¿Está usted preparado para afrontar una situación así?

R. Los militares nos preparamos para la hipótesis más probable. Y para la más peligrosa.







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