En Defensa.com (http://www.defensa.com/index.php?option=com_content&view=article&id=4236:hagamos-entre-todos-algo-grande&catid=69:reportajes&Itemid=199):
Las grandes victorias están a veces tan al alcance de la mano y la buena voluntad de las instituciones que no puede aceptarse la derrota. Es el caso de las dos niñas afganas de la imagen. Fueron rescatadas en una operación de las tropas españolas desplegadas en Afganistán en la que tomó parte la comandante Ana Betegón, médico del hospital Militar de Zaragoza y cinco veces destinada a Afganistán, que las rescató en un helicóptero de la Fuerza Aérea Española y las llevó a la base de Herat.
Las niñas de las foto, de 11 y 13 años, hermanas y que por vez primera en sus vidas sujetan una muñeca entre sus manos, fueron quemadas en la cara con ácido por su propio padre por no querer prometerse con hombres de más de 40 años. Ambas niñas rogaron a la comandante Betegón que se las llevara con ella a España. Sin embargo, la misma maquinaria burocrática capaz de movilizar el envío de cientos de soldados para ofrecer una vida mejor al pueblo afgano, se declara incapaz de atender este desesperado grito de auxilio que no es más que una gota de agua en medio del mar de los mil ingentes esfuerzos humanos y económicos que día a día se acometen con el respaldo de nuestras instituciones, ¿es esta una petición sobrehumana ?, ¿no sería la más humanitaria de nuestras misiones?
Tras los grandes objetivos geopolíticos se esconden vidas. Hay campañas imposibles, pero negarse a lo posible, teniéndolo al alcance de la mano, es inhumano. A veces son las pequeñas grandes gestas las que hacen que todo haya merecido la pena. Desde aquí hacemos un llamamiento a las autoridades competentes en Defensa y Exteriores para que sean capaces de atender los requerimientos de ayuda de estas dos niñas y de quienes día a día están dando lo mejor de su vida bajo bandera española.
Si desea sumarse a las peticiones dirigidas a las autoridades competentes, por favor, escríbanos a ecervera@edefa.com
Las grandes victorias están a veces tan al alcance de la mano y la buena voluntad de las instituciones que no puede aceptarse la derrota. Es el caso de las dos niñas afganas de la imagen. Fueron rescatadas en una operación de las tropas españolas desplegadas en Afganistán en la que tomó parte la comandante Ana Betegón, médico del hospital Militar de Zaragoza y cinco veces destinada a Afganistán, que las rescató en un helicóptero de la Fuerza Aérea Española y las llevó a la base de Herat.
Las niñas de las foto, de 11 y 13 años, hermanas y que por vez primera en sus vidas sujetan una muñeca entre sus manos, fueron quemadas en la cara con ácido por su propio padre por no querer prometerse con hombres de más de 40 años. Ambas niñas rogaron a la comandante Betegón que se las llevara con ella a España. Sin embargo, la misma maquinaria burocrática capaz de movilizar el envío de cientos de soldados para ofrecer una vida mejor al pueblo afgano, se declara incapaz de atender este desesperado grito de auxilio que no es más que una gota de agua en medio del mar de los mil ingentes esfuerzos humanos y económicos que día a día se acometen con el respaldo de nuestras instituciones, ¿es esta una petición sobrehumana ?, ¿no sería la más humanitaria de nuestras misiones?
Tras los grandes objetivos geopolíticos se esconden vidas. Hay campañas imposibles, pero negarse a lo posible, teniéndolo al alcance de la mano, es inhumano. A veces son las pequeñas grandes gestas las que hacen que todo haya merecido la pena. Desde aquí hacemos un llamamiento a las autoridades competentes en Defensa y Exteriores para que sean capaces de atender los requerimientos de ayuda de estas dos niñas y de quienes día a día están dando lo mejor de su vida bajo bandera española.
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