ARMADA ESPAÑOLA
El patrullero ‘Rayo’ alcanza el ecuador de su crucero de resitencia
Se encuentra navegando en aguas del Mediterráneo rumbo a Turquía
viernes, 27 de enero de 2012
El buque de acción marítima (BAM) ‘Rayo’ continúa en aguas del Mediterráneo, en demanda del puerto turco de Izmir, después de que el 16 de enero partiera del Arsenal Militar de las Palmas para iniciar su crucero de resistencia. La finalidad de estos ejercicios es probar los equipos, sistemas y equipamiento del buque durante un período continuado en la mar.
Durante estos primeros días de navegación se ha puesto a prueba la condición marinera de este patrullero oceánico debido a los días de mar gruesa y viento por la proa soportados durante el tránsito desde Canarias a Palermo (Italia) -ciudad que alcanzó el día 23 de enero-. La situación meteorológica ha permitido, además, forzar las pruebas de los modos de propulsión diesel y eléctrico.
La dotación del buque de la Armada está cumpliendo el programa de adiestramientos programados, como ejercicios de emergencias básicos de hombre al agua, fallo de gobierno, abandono de buque, incidencias de seguridad interior o ejercicios de control de la propulsión y planta eléctrica para conocer el máximo rendimiento del Sistema Integrado de Control de Plataforma.
El ‘Rayo’ lleva también a bordo un equipo de Infantería de Marina que está participando en el desarrollo y confección de medidas de protección de la fuerza, así como en la instrucción del personal de dotación incluido en el Trozo de Visita y Registro, grupo encargado de la inspección apresamiento o inteligencia de otras embarcaciones en el marco de las operaciones de seguridad marítima.
El buque más moderno de la Armada española ha realizado durante el presente crucero ejercicios conjuntos con el patrullero ‘Atalaya’ en el mar de Alborán, de vigilancia marítima, trasbordo de pesos muy ligeros y comunicaciones.
El ‘Rayo’ es el segundo buque de acción marítima de los cuatro contratados por la Armada en su versión de patrullero oceánico. Su área de operaciones se extiende hasta las 3.500 millas, incluyendo zonas de aguas tropicales. Su misión será la protección de los espacios marítimos de interés nacional realizando labores de control y vigilancia de seguridad marítima.
El buque, al mando del capitán de corbeta Vicente Rubio Bolivar, lleva una dotación de 35 personas. Tiene una eslora de 93,90 metros y una manga de 14,20 metros.B5
LA VOZ DE GALICIA
El Pentágono, ese inventor
Los recortes en Defensa de EE.UU. pueden poner en peligro la innovación tecnológica en un departamento del que surgieron el rayo láser o Internet
TATIANA LÓPEZ
NUEVA YORK / CORRESPONSAL 30 de enero de 2012 05:10
Internet, el rayo láser o incluso iPod donde escuchamos música. Aunque cueste creerlo, el responsable de todos estos inventos no es una empresa de investigación, sino el Ejército de los Estados Unidos, uno de los mayores inversores de ciencia de la historia, y cuyos próximos recortes presupuestarios amenazan con poner en peligro la innnovación tecnológica en el país norteamericano.
Con una deuda cercana a los 15 billones de dólares, el déficit más alto de toda su historia, la Casa Blanca se ha propuesto hacer cuadrar las cuentas y para ello ha decidido reducir el presupuesto del ejército en un 18 %, lo que supondría el mayor recorte desde sus inicios.
Concretamente, se calcula que en los próximos diez años el Pentágono tendrá que ajustarse el cinturón en 400.000 millones de dólares, una cifra a la que podrían sumarse otros 500.000 millones si el Congreso no logra finalmente un acuerdo presupuestario. Un recorte que podría significar un desastre económico para los miles de investigadores que deben su pan diario al Ejército estadounidense.
El ejército de EE.?UU. invierte en investigación y nuevas tecnologías alrededor de un 12 % de su presupuesto anual, unos 80.000 millones de dólares. Esta cifra supone casi más de la mitad de lo que el país gasta en ciencia y la mayor partida para investigación del mundo.
Un derroche de dinero que ha demostrado ser una de las mejores inversiones en la historia del Gobierno estadounidense según cuentan las hemerotecas. Sólo en el cuerpo de la marina se acumulan 59 premios Nobel, entre ellos el otorgado al científico Charles H. Townes, cuyos estudios para el Ejército sobre los rayos láser acabaron dando lugar al cedé o a la cirugía ocular.
Inventos como Internet, las computadoras o incluso la radioterapia deben su nacimiento a las inversiones millonarias que coroneles y generales decidieron en su día.
Pero quizá ningún otro como el famoso iPhone simboliza mejor hasta qué punto la investigación militar es reponsable de mucha de la tecnología sin la que hoy nos sería imposible vivir. Gracias al dinero del ejército, por ejemplo, se realizaron los primeros estudios en microchips, fundamentales en cualquier producto tecnológico.
Programas universitarios
También la fundación de las comunicaciones móviles debe su nacimiento a los dólares que salieron del Departamento de Defensa, mientras que la tecnología del GPS nació gracias a un programa militar desarrollado en la década de los noventa y bautizado con el nombre de Navstar.
Por último, la revolucionaria tecnología táctil imprescindible para el producto de Apple tuvo sus primeros albores en la Universidad de Delaware, una de las muchas que reciben anualmente dinero del Pentágono.
Precisamente, uno de los efectos colaterales que tendrá el recorte en el presupuesto será la muerte de muchos programas universitarios. Muchas industrias, como las que hicieron surgir el Silicon Valley, se crearon a la sombra de facultades que nadaban en la abundacia gracias a los gastos militares.
El Ejército ha jugado también un papel fundamental en el desarrollo de tecnologías incipientes, o tecnologías de riesgo, en las que normalmente el sector privado es más reticente a invertir.
El patrullero ‘Rayo’ alcanza el ecuador de su crucero de resitencia
Se encuentra navegando en aguas del Mediterráneo rumbo a Turquía
viernes, 27 de enero de 2012
El buque de acción marítima (BAM) ‘Rayo’ continúa en aguas del Mediterráneo, en demanda del puerto turco de Izmir, después de que el 16 de enero partiera del Arsenal Militar de las Palmas para iniciar su crucero de resistencia. La finalidad de estos ejercicios es probar los equipos, sistemas y equipamiento del buque durante un período continuado en la mar.
Durante estos primeros días de navegación se ha puesto a prueba la condición marinera de este patrullero oceánico debido a los días de mar gruesa y viento por la proa soportados durante el tránsito desde Canarias a Palermo (Italia) -ciudad que alcanzó el día 23 de enero-. La situación meteorológica ha permitido, además, forzar las pruebas de los modos de propulsión diesel y eléctrico.
La dotación del buque de la Armada está cumpliendo el programa de adiestramientos programados, como ejercicios de emergencias básicos de hombre al agua, fallo de gobierno, abandono de buque, incidencias de seguridad interior o ejercicios de control de la propulsión y planta eléctrica para conocer el máximo rendimiento del Sistema Integrado de Control de Plataforma.
El ‘Rayo’ lleva también a bordo un equipo de Infantería de Marina que está participando en el desarrollo y confección de medidas de protección de la fuerza, así como en la instrucción del personal de dotación incluido en el Trozo de Visita y Registro, grupo encargado de la inspección apresamiento o inteligencia de otras embarcaciones en el marco de las operaciones de seguridad marítima.
El buque más moderno de la Armada española ha realizado durante el presente crucero ejercicios conjuntos con el patrullero ‘Atalaya’ en el mar de Alborán, de vigilancia marítima, trasbordo de pesos muy ligeros y comunicaciones.
El ‘Rayo’ es el segundo buque de acción marítima de los cuatro contratados por la Armada en su versión de patrullero oceánico. Su área de operaciones se extiende hasta las 3.500 millas, incluyendo zonas de aguas tropicales. Su misión será la protección de los espacios marítimos de interés nacional realizando labores de control y vigilancia de seguridad marítima.
El buque, al mando del capitán de corbeta Vicente Rubio Bolivar, lleva una dotación de 35 personas. Tiene una eslora de 93,90 metros y una manga de 14,20 metros.B5
LA VOZ DE GALICIA
El Pentágono, ese inventor
Los recortes en Defensa de EE.UU. pueden poner en peligro la innovación tecnológica en un departamento del que surgieron el rayo láser o Internet
TATIANA LÓPEZ
NUEVA YORK / CORRESPONSAL 30 de enero de 2012 05:10
Internet, el rayo láser o incluso iPod donde escuchamos música. Aunque cueste creerlo, el responsable de todos estos inventos no es una empresa de investigación, sino el Ejército de los Estados Unidos, uno de los mayores inversores de ciencia de la historia, y cuyos próximos recortes presupuestarios amenazan con poner en peligro la innnovación tecnológica en el país norteamericano.
Con una deuda cercana a los 15 billones de dólares, el déficit más alto de toda su historia, la Casa Blanca se ha propuesto hacer cuadrar las cuentas y para ello ha decidido reducir el presupuesto del ejército en un 18 %, lo que supondría el mayor recorte desde sus inicios.
Concretamente, se calcula que en los próximos diez años el Pentágono tendrá que ajustarse el cinturón en 400.000 millones de dólares, una cifra a la que podrían sumarse otros 500.000 millones si el Congreso no logra finalmente un acuerdo presupuestario. Un recorte que podría significar un desastre económico para los miles de investigadores que deben su pan diario al Ejército estadounidense.
El ejército de EE.?UU. invierte en investigación y nuevas tecnologías alrededor de un 12 % de su presupuesto anual, unos 80.000 millones de dólares. Esta cifra supone casi más de la mitad de lo que el país gasta en ciencia y la mayor partida para investigación del mundo.
Un derroche de dinero que ha demostrado ser una de las mejores inversiones en la historia del Gobierno estadounidense según cuentan las hemerotecas. Sólo en el cuerpo de la marina se acumulan 59 premios Nobel, entre ellos el otorgado al científico Charles H. Townes, cuyos estudios para el Ejército sobre los rayos láser acabaron dando lugar al cedé o a la cirugía ocular.
Inventos como Internet, las computadoras o incluso la radioterapia deben su nacimiento a las inversiones millonarias que coroneles y generales decidieron en su día.
Pero quizá ningún otro como el famoso iPhone simboliza mejor hasta qué punto la investigación militar es reponsable de mucha de la tecnología sin la que hoy nos sería imposible vivir. Gracias al dinero del ejército, por ejemplo, se realizaron los primeros estudios en microchips, fundamentales en cualquier producto tecnológico.
Programas universitarios
También la fundación de las comunicaciones móviles debe su nacimiento a los dólares que salieron del Departamento de Defensa, mientras que la tecnología del GPS nació gracias a un programa militar desarrollado en la década de los noventa y bautizado con el nombre de Navstar.
Por último, la revolucionaria tecnología táctil imprescindible para el producto de Apple tuvo sus primeros albores en la Universidad de Delaware, una de las muchas que reciben anualmente dinero del Pentágono.
Precisamente, uno de los efectos colaterales que tendrá el recorte en el presupuesto será la muerte de muchos programas universitarios. Muchas industrias, como las que hicieron surgir el Silicon Valley, se crearon a la sombra de facultades que nadaban en la abundacia gracias a los gastos militares.
El Ejército ha jugado también un papel fundamental en el desarrollo de tecnologías incipientes, o tecnologías de riesgo, en las que normalmente el sector privado es más reticente a invertir.
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