Título original: «Bridge Of Spies». 2015. USA. Thriller histórico. 142 min. Color. Director: Steven Spielberg. Guión: Matt Charmann y los hermanos Coen. Elenco: Tom Hanks, Mark Rylance, Alan Alda
Tom Hanks hace suyo el personaje de James Donovan y se mimetiza con él a medida que la trama se desarrolla; una en la que cada vida humana importa, aún entre los altos muros, construidos con bloques de hormigón y miedo, de la Guerra Fría
Imprescindible filme de Steven Spielberg, quien vuelve a sorprender con su forma de enfocar nuestra Historia reciente a través de un hecho real que adapta a la gran pantalla con seriedad y calidad. Una película que nos lleva en un vagón de primera clase a los años del miedo nuclear y del levantamiento del muro de Berlín; un relato de espías sosegado, sin escenas de artes marciales ni martinis a deshora, cercano a la realidad de esa etapa brumosa de la Humanidad.
Tom Hanks encarna a James Donovan, un abogado de seguros que ostentó, a pesar de la opinión pública, la defensa de un tal Rudolf Abel, un hombre acusado de espionaje a favor de la URSS. Con la Ley en la mano, Donovan se enfrentará a los destructores de un sistema de garantías democráticas mermadas gracias a la cruzada anticomunista del senador MacCarthy, sufriendo un linchamiento mediático, social e intelectual, tanto en la calle como en las salas de los tribunales, simplemente por cumplir con su deber. Donovan tan solo pretende defender la inviolabilidad del sistema en el que cree y que ampara a todo ciudadano, nacional o extranjero. Además, su experiencia como abogado de seguros le dota de cierta capacidad que muestra a la hora de negociar y torcer ciertas voluntades erráticas, incluso mal formadas, en defensa de la justicia; se involucra tanto que pone al país entero en su contra, pero él sabe que está previendo una contingencia futura: un día cualquiera, los soviéticos capturarán a un espía americano en territorio ruso y nunca está de más contar con una baza en prisión que colgando del cadalso.
Donovan, llegado el momento, será una pieza clave en un juego peligroso encabezado por Washington, Berlín y Moscú, sin cobertura ni reconocimiento, tensando la cuerda hasta casi romperla y enfrentándose con las manos desnudas a simpáticos y peligrosos adversarios. Tan solo contará con su elocuencia y con su ideal de Justicia.
La película podría tacharse de lineal, pero es que la Historia es así y se sirve de elementos lineales sorprendentes, sin pretender ser un mero entretenimiento de usar y tirar; y Tom Hanks hace suyo el personaje de Donovan y se mimetiza con él a medida que la trama humana se desarrolla, una en la que cada vida humana importa frente a la barbarie silenciosa de la Guerra Fría y sus altos muros separadores, construidos con bloques de hormigón y miedo, con dos formas muy diferentes de ver el mundo.
Spielberg y los hermanos Cohen firman una cinta que cierra dejando muy buen sabor de boca en el espectador, descubriéndonos los entresijos de un evento no tan conocido de nuestra Historia, ni siquiera por parte del público estadounidense.
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