En varios periódicos se denuncian las graves carencias que sufre el Ejército francés, haciéndose hincapié en la ausencia de artillería pesada.
Pero hay más. Respecto al uniforme, se constata que se lleva más de catorce años en estudio para la adaptación de la vestimenta al presente siglo y que los soldados visten guerreras y pantalones con un diseño de hace treinta años.
También se aprecian carencias en cuanto a campamentos y comunicaciones. En este último apartado, no hay vías adecuadas para los ferrocarriles modernos.
Respecto a fortificaciones, todas aquellas dispuestas en la línea de Toul a Verdún, datan de 1875.
Otra de las graves carencias que se observan es la inexistencia de un servicio de conservación y suministro a las tropas de carne congelada y refrigerada, al contrario que Alemania. Las cámaras que posee la República son inútiles y tampoco se ha datado de convoys para el reparto.
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