EL MUNDO
Mueren seis militares españoles en el Líbano en un 'ataque premeditado'
- Los fallecidos son J. Vargas, J. A. Castaño, J. Erickson, J. Galea, J. Vidoria y M. Portas
- El incidente se produjo en Sahel al Derdara, una aldea cercana a la ciudad de Khiyam
- Los soldados formaban parte de la Fuerza de paz desplegada por Naciones Unidas
- Hizbula condena lo que ha calificado como un 'ataque destinado a desestabilizar la zona'
BEIRUT.- Seis militares del Ejército español destinados en el Líbano como 'cascos azules' han muerto y otros dos han resultado heridos tras registrarse un ataque contra su convoy que circulaba por el sur del país, según han confirmado fuentes oficiales del Ministerio de Defensa. Éstas son las primeras víctimas españolas en la misión de paz desplegada por la ONU en el Líbano. Ningún grupo ha asumido la autoría del atentado todavía.
Tres de los fallecidos eran de origen colombiano. Se trata de Jefferson Vargas Moya, de 21 años; Jason Alejandro Castaño Abadía, de 20; y Juan Erickson Posada, de 20 años. Los otros tres muertos son Jonathan Galea García, natural de Madrid y de 18 años; Juan Vidoria Díaz, de 20 años y nacido en Ávila; y David Puerta Ruiz, de 19 años y natural de Sevilla. Todos pertenecían a la Segunda Bandera de la Brigada Paracaidista.
Los dos militares que resultaron heridos son Enrique Vázquez Matei (de 21 años y nacido en Madrid) y Juan Paz Soler (de 19 años y natural de Mallorca).
Por su parte, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha puesto en contacto telefónico con el general jefe de la Brigada Internacional destacada en el Líbano, Ramón Martín Ambrosio, para expresarle su dolor por la muerte de los soldados que han perdido la vida en la misión de paz que llevan a cabo bajo mandato de las Naciones Unidas.
Rodríguez Zapatero le ha trasmitido al general todo el respaldo del Gobierno y el reconocimiento de la ciudadanía a la difícil y leal labor que las tropas desarrollan en ese país. Gracias a ellas, señala, "España está cumpliendo su compromiso con la paz y la estabilidad dentro de las fuerzas multinacionales de la ONU".
El ministro del Interior, José Antonio Alonso, ha confirmado en rueda de prensa que el suceso es un "atentado terrorista premeditado" causado por un artefacto activado por control remoto o por un coche bomba. Un vehículo blindado BMR quedó completamente calcinado y otro más resultó dañado en el incidente.
Según fuentes militares y policiales libanesas citadas por la agencia Efe, el atentado fue cometido mediante una bomba oculta en un coche 'Renault Rapid' de color blanco, con matrícula falsa, que fue accionada por control remoto.
El ministro de Defensa ha descartado la hipótesis de la explosión de una mina, "puesto que ha ocurrido en una carretera asfaltada". Según ha explicado Alonso, el atentado sucedió en una zona donde "no se estaba ejecutando ninguna operación fuera de las de rutina", por lo que se trata de un ataque directo contra los soldados de la ONU.
Asimismo, el avión Airbus 310 (A310) de la Fuerza Aérea española, que repatriará los cadáveres de los militares partió esta madrugada desde la base aérea de Torrejón con destino a Beirut, donde se espera que llegue cuatro horas más tarde. En él viaja el ministro de Defensa, José Antonio Alonso, con una delegación de su Departamento y un equipo de seis guardias civiles, que realizará las labores de identificación acompañados por el jefe del Mando de Operaciones, el teniente general Bernardo Álvarez del Manzano.
La explosión fue muy potente y pudo ser oída desde varios kilómetros a la redonda desde el lugar donde se produjo en Sahel al Derdara, una aldea cercana a Khiyam, la mayor ciudad de las que están bajo la demarcación de seguridad del sector español. Fue la propia población civil libanesa "la que ayudó a rescatar y evacuar a los heridos", según ha informado Alonso.
Los militares españoles estaban integrados en la Fuerza de Interposición en el Líbano de la ONU (FINUL). España mantiene en el sur del país un contingente de unos 1.100 militares, la mayoría pertenecientes a la Brigada de Infantería Ligera Paracaidista 'Almogávares VI', con sede en los municipios madrileños de Paracuellos del Jarama y Alcalá de Henares. El resto del personal que integra este contingente pertenece a la Fuerza Logística Terrestre, cuyo cuartel general está en Sevilla, y a diferentes regimientos con sede en Valencia.
El reemplazo de estas tropas estaba previsto que comenzara el próximo 7 de julio y que se realizara progresivamente hasta el día 16 de ese mismo mes.
Amenazas a los cascos azules
La zona en la que están destinados los soldados españoles se encuentra repleta de minas, bombas de racimo y artefactos sin desactivar después de la guerra que el verano pasado enfrentó a las fuerzas isarelíes y al grupo armado chií Hizbula. Recientemente esta milicia acusó a los cascos azules de la ONU desplegados en el Líbano de espiar para Israel.No obstante, nada más producirse el incidente, Hizbula ha querido dejar claro que no tiene ninguna responsabilidad en lo sucedido y ha condenado a través de su propio canal de televisión el incidente, que ha calificado como un "ataque realizado con el objetivo de desestabilizar la zona".
Fuentes judiciales libanesas habían advertido el pasado 8 de junio que Fatah Al-Islam, grupo vinculado a Al Qaeda que protagoniza desde hace un mes cruentos enfrentamientos con el Ejército libanes, planeaba atentar contra los cascos azules de la FINUL.
Las fuerzas de la ONU en el Líbano han recibido amenazas genéricas en algunas grabaciones atribuidas a Al Qaeda, pero desde su despliegue el pasado septiembre, tras la guerra declarada por Israel contra Hizbula en julio y agosto del 2006, no habían sido todavía objeto de atentados directos.
El pasado mes de mayo, las tropas españolas reforzaron las medidas de seguridad en las patrullas de vigilancia que realizan hacia el centro y norte del país ante la escalada de violencia en el Líbano. Alonso ha confirmado en su rueda de prensa que en las últimas semanas se habían extremado las medidas de precaución.
La muerte de estos seis soldados españoles eleva a 135 los fallecidos en el exterior desde que las Fuerzas Armadas comenzaron a realizar misiones en el extranjero oficialmente, en 1989. En el año 2007 han perdido la vida 10 militares de diferentes misiones en el extranjero, seis de ellos por acciones hostiles.
El suceso ha ocurrido cuando se encontraba en el Líbano el director general de la Policía y de la Guardia Civil, Joan Mesquida. La visita, que en principio estaba programada para la semana pasada, tuvo que ser pospuesta por problemas de enlace de vuelos. Está previsto que el lunes se traslade a la base 'Miguel de Cervantes', donde se encuentra el cuartel general de la Brigada Este de la FINUL, bajo mando español.
EL PAISLa policía busca más cómplices del alijo de 4.000 kilos de coca
La droga fue desembarcada ayer en el puerto de Vigo
ELISA LOIS - Vilagarcía - 25/06/2007Agentes del Greco (Grupo Especial contra el Crimen Organizado) no han dado por cerrada la 'Operación Castaño' que hace una semana se saldó con la incautación de 4.000 kilos de cocaína a bordo del pesquero 'Oceanía', capturado con la intervención de los 'geos', y que ayer arribó al puerto de Vigo para descarcargar los 154 fardos. Al menos otras dos personas en Galicia están en el punto de mira de la investigación, cómplices de los dos detenidos en Ribeira, donde preveían desembarcar la droga.
Los fardos fueron pesados durante la tarde de ayer, sin sorpresas, ya que se confirmó que la cantidad aproximidada de cocaína aprehendida es de unas cuatro toneladas. Los paquetes tenían impreso un anagrama con el dibujo de una mariposa.
Los dos detenidos la pasada semana en Ribeira, Miguel Ángel Rial Casais y Victor Manuel Pérez Santos, habían organizado la última fase de la operación en otro pesquero que saldría al encuentro del Oceanía para recoger la droga. Luego la acercarían hasta tierra al menos dos embarcaciones tipo planeadora. Después de ocultar la cocaína, los tres colombianos detenidos en Madrid iban a trasladar su parte, unos 2.500 kilos, a la capital desde donde se distribuiría a otras comunidades.
La droga se encontraba oculta en una de las bodegas de popa. Dado el precario estado del Oceanía , de 30 metros de eslora, es evidente que éste iba a ser su último viaje, después de haber servido de medio de transporte para otros cargamentos desde su puerto base en Guinea Conakry, según informes de los servicios antidroga españoles y extranjeros. Entre los seis tripulantes del barco no se hallaba ningún colombiano, como se adelantó en un principio. Tres súbditos coreanos, un chino, un peruano y un venezolano hicieron una larga travesía desde que recogieron el cargamento, a principios de marzo, en aguas del Caribe.
En medio de una gran expectación y en presencia del juez de guardia de Vigo, la tripulación bajó del barco y fue asistida por abogados de oficio, antes de su traslado a Madrid donde pasarán a disposición del juzgado central número 3 de la Audiencia Nacional que dirige las investigaciones.Además del delegado del Gobierno, Manuel Ameijiras, también presenció la llegada de los tripulantes y la descarga de los fardos, el cónsul de Corea en Madrid, que se interesó por los tres súbditos arrestados de este país.
Ameijeiras calificó esta operación como uno de las más importantes desarrollada por los servicios antidroga destacados en Galicia, que lograron abortar la entrada de millones de dosis en territorio español. La organización iba a obtener unos beneficios brutos de 140 millones de euros. El delegado destacó la labor eficaz de los geos en alta mar y la colaboración estadounidense y británica.
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