LA VOZ DIGITAL
La Reina entregará en Cádiz la bandera de combate al 'Juan Carlos I'
Está previsto que la parada naval se celebre en el Muelle Ciudad el próximo día 17 con la presencia de las autoridades civiles y militares de la provincia
10.09.13 - 00:23 -
JAVIER RODRÍGUEZ |
La Reina Sofía visitará Cádiz la próxima semana para entregar al portaaviones 'Juan Carlos I' la bandera de combate. La fecha que se baraja, a falta de confirmación de la Casa Real, es el martes 17 de septiembre. El barco, que tiene su base en Rota, se desplazará al Muelle Ciudad de Cádiz para protagonizar una parada naval. En estos momentos, la Subdelegación de Gobierno ultima el dispositivo de seguridad, mientras que la Armada planifica el contenido del acto militar. La Reina no viajaba a Cádiz desde la celebración de la Cumbre Iberoamericana, que tuvo lugar en la ciudad a mediados del pasado noviembre. La bandera de combate es el pabellón nacional que portan los navíos de guerra justo antes de entrar en combate. Lo más característico de esta enseña son sus dimensiones, especialmente grandes.
El porta-aeronaves y buque anfibio 'Juan Carlos I' fue construido en los astilleros de Ferrol por Navantia y es el buque insignia de la Armada española. Su entrada en servicio jubiló al portaaviones 'Príncipe de Asturias' tras 25 años de actividad.
La bandera de combate se custodia a bordo, con la esperanza de no tener que izarla nada más que en ocasiones solemnes. Se trata de un importante símbolo para la dotación del buque.
El Ministerio de Defensa recibió el barco de manos de Navantia en abril de 2010 después de cinco años de construcción. Su envergadura y versatilidad ha servido a Navantia para exhibirlo como ejemplo de alta tecnología naval española. De hecho, países como Australia se han fijado en este buque para su Marina de Guerra. Tiene 32 metros de manga y 231 de eslora, equivalente a la longitud del terreno de juego de dos campos de fútbol.
Los 5.445 metros cuadrados de superficie útil de carga dan también idea de sus dimensiones. Distribuidos en tres cubiertas, su capacidad total de carga es comparable a la que proporcionan conjuntamente el portaaviones 'Príncipe de Asturias' y las dos unidades de asalto anfibio de la clase 'Galicia'.
El 'Juan Carlos I' ha sido diseñado con cuatro perfiles de misión: como buque anfibio, como barco de proyección transportando y empleando fuerzas, como plataforma eventual para la aviación embarcada y como buque para operaciones no bélicas.
La capacidad aérea prevista del buque es que pueda transportar y operar hasta 30 aeronaves entre helicópteros medios y pesados, o bien entre 10 y 12 aviones. Pese a que su dotación es de 254 tripulantes, en él pueden llegar a alojarse hasta 1.435 personas. Cuenta con un hospital con dos quirófanos, sala de dentista y de rayos X, el buque insignia de la Armada tiene capacidad para realizar a bordo diagnóstico y tratamiento quirúrgico y hospitalización.
La semana que viene el 'Juan Carlos I' se desplazará de su base en Rota para atracar en Cádiz y recibir de manos de la reina la bandera de combate.
LA VOZ DE GALICIA
La Reina entregará en Cádiz la bandera de combate al 'Juan Carlos I'
Está previsto que la parada naval se celebre en el Muelle Ciudad el próximo día 17 con la presencia de las autoridades civiles y militares de la provincia
10.09.13 - 00:23 -
JAVIER RODRÍGUEZ |
La Reina Sofía visitará Cádiz la próxima semana para entregar al portaaviones 'Juan Carlos I' la bandera de combate. La fecha que se baraja, a falta de confirmación de la Casa Real, es el martes 17 de septiembre. El barco, que tiene su base en Rota, se desplazará al Muelle Ciudad de Cádiz para protagonizar una parada naval. En estos momentos, la Subdelegación de Gobierno ultima el dispositivo de seguridad, mientras que la Armada planifica el contenido del acto militar. La Reina no viajaba a Cádiz desde la celebración de la Cumbre Iberoamericana, que tuvo lugar en la ciudad a mediados del pasado noviembre. La bandera de combate es el pabellón nacional que portan los navíos de guerra justo antes de entrar en combate. Lo más característico de esta enseña son sus dimensiones, especialmente grandes.
El porta-aeronaves y buque anfibio 'Juan Carlos I' fue construido en los astilleros de Ferrol por Navantia y es el buque insignia de la Armada española. Su entrada en servicio jubiló al portaaviones 'Príncipe de Asturias' tras 25 años de actividad.
La bandera de combate se custodia a bordo, con la esperanza de no tener que izarla nada más que en ocasiones solemnes. Se trata de un importante símbolo para la dotación del buque.
El Ministerio de Defensa recibió el barco de manos de Navantia en abril de 2010 después de cinco años de construcción. Su envergadura y versatilidad ha servido a Navantia para exhibirlo como ejemplo de alta tecnología naval española. De hecho, países como Australia se han fijado en este buque para su Marina de Guerra. Tiene 32 metros de manga y 231 de eslora, equivalente a la longitud del terreno de juego de dos campos de fútbol.
Los 5.445 metros cuadrados de superficie útil de carga dan también idea de sus dimensiones. Distribuidos en tres cubiertas, su capacidad total de carga es comparable a la que proporcionan conjuntamente el portaaviones 'Príncipe de Asturias' y las dos unidades de asalto anfibio de la clase 'Galicia'.
El 'Juan Carlos I' ha sido diseñado con cuatro perfiles de misión: como buque anfibio, como barco de proyección transportando y empleando fuerzas, como plataforma eventual para la aviación embarcada y como buque para operaciones no bélicas.
La capacidad aérea prevista del buque es que pueda transportar y operar hasta 30 aeronaves entre helicópteros medios y pesados, o bien entre 10 y 12 aviones. Pese a que su dotación es de 254 tripulantes, en él pueden llegar a alojarse hasta 1.435 personas. Cuenta con un hospital con dos quirófanos, sala de dentista y de rayos X, el buque insignia de la Armada tiene capacidad para realizar a bordo diagnóstico y tratamiento quirúrgico y hospitalización.
La semana que viene el 'Juan Carlos I' se desplazará de su base en Rota para atracar en Cádiz y recibir de manos de la reina la bandera de combate.
LA VOZ DE GALICIA
La Audiencia Nacional procesa a otros 6 piratas somalíes por el ataque al atunero «Izurdia», con gallegos a bordo
Con estos ya son 12 los piratas somalíes que están a la espera de juicio en España
Julio A. Fariñas
redacción / la voz 10 de septiembre de 2013 05:00
El juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez hizo ayer público el auto de procesamiento dictado el miércoles contra 6 piratas somalíes por el secuestro frustrado del atunero vasco Izurdia en octubre del 2012, cuando faenaba a unas 400 millas de la costa de Somalia. Con estos ya son 12 los piratas somalíes que están a la espera de juicio en España, dado que el juez Eloy Velasco procesó en mayo del año pasado a otros 6, acusados de 218 delitos de detención ilegal en grado de tentativa, por el asalto frustrado el 12 de enero de ese año al buque de la Armada española Patiño en aguas del océano Índico.
El auto de Gómez Bermúdez confirma la medida de prisión provisional dictada en su día contra los 6 procesados, pero rechaza exigirles el pago de una fianza de responsabilidad civil por su «notoria situación de insolvencia». También los cita para prestar declaración indagatoria el viernes.
El ataque
El instructor considera acreditado que los ocupantes del esquife intentaron abordar el pesquero español el 10 de octubre del 2012 intimidando a sus tripulantes con fusiles de asalto y lanzagranadas, lo que obligó al atunero a adoptar las medidas previstas en su protocolo de seguridad.
Cuando los vigilantes armados que viajaban a bordo del pesquero avistaron a los atacantes a tres millas, toda la tripulación, salvo el capitán -el gallego de Marín Francisco Javier Pazos Casal- y el jefe de operaciones, se refugió en la sala de máquinas, levantó una valla de seguridad alrededor del barco y envió una señal de alarma a través de la radio.
El esquife alcanzó entonces al Izurdia por la popa, punto ciego de la embarcación, y sus tripulantes comenzaron a disparar, ante lo que los agentes de seguridad respondieron con «fuego intenso» en una persecución que duró treinta minutos y que al final forzó al esquife a huir.
Capturados por los holandeses
Un día después, en la mañana del 11 de octubre, un buque de la Marina holandesa encuadrado en la OTAN que navegaba por esas aguas para combatir la piratería avistó el esquife que había atacado al Izurdia y envió en su búsqueda dos helicópteros, que realizaron tres ráfagas de disparos de advertencia a los procesados.
Los ocupantes del esquife, antes de ser arrestados, arrojaron por la borda lanzagranadas, fusiles AK-47 y armas de pequeño calibre. Además de esta evidencia, el juez destaca que los somalíes no llevaban equipos de pesca o mercancías a bordo y que no atendieron a las señales de la embarcación holandesa para detenerse. Francisco Javier Pazos, capitán del pesquero y dos miembros de la seguridad del barco confirmaron que los tripulantes del esquife llevaban armas y las utilizaron.
Con estos ya son 12 los piratas somalíes que están a la espera de juicio en España
Julio A. Fariñas
redacción / la voz 10 de septiembre de 2013 05:00
El juez de la Audiencia Nacional Javier Gómez Bermúdez hizo ayer público el auto de procesamiento dictado el miércoles contra 6 piratas somalíes por el secuestro frustrado del atunero vasco Izurdia en octubre del 2012, cuando faenaba a unas 400 millas de la costa de Somalia. Con estos ya son 12 los piratas somalíes que están a la espera de juicio en España, dado que el juez Eloy Velasco procesó en mayo del año pasado a otros 6, acusados de 218 delitos de detención ilegal en grado de tentativa, por el asalto frustrado el 12 de enero de ese año al buque de la Armada española Patiño en aguas del océano Índico.
El auto de Gómez Bermúdez confirma la medida de prisión provisional dictada en su día contra los 6 procesados, pero rechaza exigirles el pago de una fianza de responsabilidad civil por su «notoria situación de insolvencia». También los cita para prestar declaración indagatoria el viernes.
El ataque
El instructor considera acreditado que los ocupantes del esquife intentaron abordar el pesquero español el 10 de octubre del 2012 intimidando a sus tripulantes con fusiles de asalto y lanzagranadas, lo que obligó al atunero a adoptar las medidas previstas en su protocolo de seguridad.
Cuando los vigilantes armados que viajaban a bordo del pesquero avistaron a los atacantes a tres millas, toda la tripulación, salvo el capitán -el gallego de Marín Francisco Javier Pazos Casal- y el jefe de operaciones, se refugió en la sala de máquinas, levantó una valla de seguridad alrededor del barco y envió una señal de alarma a través de la radio.
El esquife alcanzó entonces al Izurdia por la popa, punto ciego de la embarcación, y sus tripulantes comenzaron a disparar, ante lo que los agentes de seguridad respondieron con «fuego intenso» en una persecución que duró treinta minutos y que al final forzó al esquife a huir.
Capturados por los holandeses
Un día después, en la mañana del 11 de octubre, un buque de la Marina holandesa encuadrado en la OTAN que navegaba por esas aguas para combatir la piratería avistó el esquife que había atacado al Izurdia y envió en su búsqueda dos helicópteros, que realizaron tres ráfagas de disparos de advertencia a los procesados.
Los ocupantes del esquife, antes de ser arrestados, arrojaron por la borda lanzagranadas, fusiles AK-47 y armas de pequeño calibre. Además de esta evidencia, el juez destaca que los somalíes no llevaban equipos de pesca o mercancías a bordo y que no atendieron a las señales de la embarcación holandesa para detenerse. Francisco Javier Pazos, capitán del pesquero y dos miembros de la seguridad del barco confirmaron que los tripulantes del esquife llevaban armas y las utilizaron.
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