Tardes en una habitación junto a mi madre, postrada en su cama. Por aquel entonces, aún podía comunicarse con nosotros.
Yo leí mientras ella dormía, aunque cuando abría los ojos no le gustaba que habláramos. Le molestaba hasta los susurros.
En aquellos momentos fue cuando leí esta obra y la reseñé. Hace ya unas cuantas semanas de aquello, incluso de su publicación en Novilis (justo dos días antes de que mi madre falleciera).
Os invito a leer mis impresiones sobre este cómic dibujado por uno de los grandes, Joe Kubert, y firmado por el no menos genial Azzarello.
http://novilis.es/?p=3948
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