Justo ayer comenzó el reflote del Costa Concordia, ese crucero de lujo de Costa Cruceros capitaneado por un tipo tan diligente como poco bronceado. Un accidente marítimo jocoso del que se tuvo que escuchar relatos de pasajeros comparando su situación con la de los supervivientes del Titanic. Vamos, lo mismo...
Un choque con una roca que no estaba en las cartas, consecuencia lógica de una osadía digna de un patán descerebrado, llevando semejante monstruo tan cerca de la isla de Giglio, la cual ha visto su economía dispararse gracias a tan atractivo reclamo turístico y a que varios cientos de personas llevan ya un tiempo dándole al “pico y pala” todos los días para sacarlo de su trampa.
Antes de que desaparezca de G. Earth (aunque al parecer va a quedar a flote en aquella misma posición, según algunos entendidos, por un año más), el coleccionista de pecios ha de guardarlo en su álbum.
Coordenadas:
42º21’53.64” N
10º55’10.18” E
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