miércoles, abril 02, 2014

2 de Abril de 2014

EL CONFIDENCIAL


EFE

Madrid, 1 abr (EFE).- El Ministerio de Defensa y el Ejército del Aire ultiman las negociaciones con compañías civiles especializadas en la localización y rescate a grandes profundidades para recuperar los restos del helicóptero accidentado en Canarias, tras finalizar el pasado domingo las tareas de búsqueda y recuperación en superficie.

El Ejército del Aire informa en un comunicado de que el domingo 30 de marzo se dieron por finalizadas las tareas de búsqueda y recuperación en superficie de los restos del helicóptero del 802 Escuadrón del SAR, tras once días de intensa y continuada actividad en la zona.

En este sentido se refiere al despliegue de medios navales y aéreos de la Armada española (1 Buque de Acción Marítima), Guardia Civil (1 patrullero y 1 helicóptero), Salvamento Marítimo (3 embarcaciones, 1 avión y 2 helicópteros), Vigilancia Aduanera (1 patrullero) y del Servicio de Búsqueda y Salvamento (SAR) del Ejército del Aire (3 aviones y 2 helicópteros).

Estas labores de búsqueda finalizaron sin que se hayan localizado elementos adicionales del aparato accidentado el pasado día 19 de marzo, al sur de la isla de Fuerteventura, con cuatro tripulantes a bordo.

Ante esta situación, el Ejército del Aire informa de que se están ultimando las negociaciones con compañías civiles especializadas en la localización y rescate a grandes profundidades, al objeto de contratar aquella cuyos medios y capacidades tecnológicas proporcionen una mayor garantía de éxito en la compleja y difícil operación.

Asimismo subraya que las familias de los tripulantes desaparecidos están siendo continuamente informadas de todas las acciones realizadas y de aquellas otras que están previstas llevar a cabo de forma inmediata

El pasado 19 de marzo, el capitán Daniel Pena, los tenientes Carmen Ortega y Sebastián Ruiz, y el sargento Carlos Caramanzana desaparecieron al precipitarse al mar el helicóptero Súper Puma del SAR por causas desconocidas cuando realizaba un ejercicio nocturno a unas 25 millas al suroeste de Fuerteventura. EFE

LA VOZ DE FERROL


La factoría culmina hoy el envío al país de los cinco últimos bloques

BEATRIZ COUCE
ferrol / la voz  02 de abril de 2014  10:52

Navantia ha culminado su participación en la ría en la obra de los destructores australianos que se fabrican en las Antípodas en base al diseño de las fragatas F-100 españolas. Los astilleros ferrolanos iniciaron el pasado lunes la maniobra de envío de los últimos cinco bloques encargados a las plantas locales, operación que culminará hoy.

Aunque inicialmente no estaba previsto que las factorías de la ría participasen en la fabricación de estos navíos, ya que el contrato era de transferencia de tecnología, asesoramiento técnico y diseño, en el año 2011, el Gobierno australiano, debido a la demora que arrastraba el programa, decidió desviar parte de la construcción a Ferrol. Así, encargó primero cinco módulos para el segundo navío AWD y posteriormente otros cinco del tercero.

En ambos casos incluyeron los módulos denominados domo, de los de mayor complejidad de los destructores.

Con la entrega de estas últimas secciones, que han reportado alrededor de 410.000 horas de trabajo, Navantia da por concluida la construcción local contratada para este programa.

En estos momentos, el Ministerio de Defensa del país ha abierto una nueva revisión de esta obra, que continúa acumulando retrasos. Sin embargo, no ha trascendido por el momento si podrían abrise posibilidades adicionales de más carga de trabajo resultante de nuevos desvíos para las antiguas Astano y Bazán. La empresa tiene en Australia grandes expectativas de nuevos encargos, ya que el país va a abrir el concurso de fabricación de dos barcos logísticos.

La Armada española y la de las Antípodas tienen firmado un memorando de entendimiento para favorecer la construcción en los astilleros españoles de Navantia de unidades para el país. En el marco de ese acuerdo, la pasada semana la tripulación de la F-105 recibió en Catar la visita del contralmirante Campbell y del comodoro Philip Spedding.


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