Amaneció por fin el claro día
Que abre a tu nombre el inmortal camino;
Gloria a ti y a tu barco submarino…
Cumplida es ya tu sabia profecía.
El mundo entero absorto presentía,
Admirando tu ingenio peregrino,
Que dabas a tu patria un gran destino
Y su olvidada historia renacía.
La docta inspiración jamás se engaña;
Un impulso divino su alma mueve.
¿quién realizó tan importante hazaña?
¡Isaac Peral! Tan solo tú se atreve.
¡Tú, el primer héroe de la noble España,
Y admiración del siglo diez y nueve!…
Ildefonso Fernández y Calbacho
Madrid, 20 de Diciembre de 1889.
(Contenido en el Tomo LXXVII de Revista Contemporánea, Enero-Febrero-Marzo de 1890, pág. 88)
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