A bordo de la Kruzenshter rápidamente te asaltan dos curiosidades. La primera de ellas es que nada mas que al poner el pie fuera de la pasarela te encuentras con unos puestecitos regentados por los propios marineros en los que te venden souvenirs de todo tipo referenciados con la bricbarca. Uno en la banda de estribor y otro bajo el castillo de proa. Así, desde unos míseros 0,50 € que vale una postal (yo creo que algunas eran de la época soviética) hasta los 100 € que costaba un cuadro pintado por un miembro de la tripulación representando su buque al óleo. Todo sea por que esos hombres puedan tener unas cuantas monedas en los bolsillos. En ambos puestos compré algo, pasando por un folletín de su vuelta al mundo con sello de auténticidad (2 €) una moneda del 300 aniversario de la creación de la Armada rusa (5 €), un poster de la Kruzenshter rodeada de sellos de los puertos en los que ha atracado (5 €), finalizando con una gorra de marinero de la flota del Báltico (15 €, seguro que diréis que en eBay se encuentran de estas por menos dinero, pero, ¿cuánta gente puede decir que tiene una gorra original de la Armada rusa adquirida en un buque ruso?). No veáis cómo hubo que emplearse a fondo en recordar inglés y lo bien que sirve conocer algunas palabras en ruso como, por ejemplo, "spasiba" (gracias).
La otra sorpresa era la corta edad de la mayoría de los integrantes de la dotación, algunos de los cuales si tenían más de 16 años era con suerte. Aunque la cubierta estaba llena de visitantes, ellos seguían con sus prácticas. Cuando me dirigía alegremente a la popa, ya había un grupito con chalecos salvavidas prestos para su instrucción.
Por cierto, las fotos personales haciendo "el panoli" en las dos ruedas de timón que tiene, no os las pongo por vergüenza, sobre todo en la que aparezco con la gorra de marinero. Dios mío, las típicas de turista... xD
La otra sorpresa era la corta edad de la mayoría de los integrantes de la dotación, algunos de los cuales si tenían más de 16 años era con suerte. Aunque la cubierta estaba llena de visitantes, ellos seguían con sus prácticas. Cuando me dirigía alegremente a la popa, ya había un grupito con chalecos salvavidas prestos para su instrucción.
Por cierto, las fotos personales haciendo "el panoli" en las dos ruedas de timón que tiene, no os las pongo por vergüenza, sobre todo en la que aparezco con la gorra de marinero. Dios mío, las típicas de turista... xD
4 comentarios:
Que cara de sufrrimiento tiene el maino ruso...tiene pinta de estar hasta los h....de toda esta parafernalia!
Y esa bandera rusa al viento mola!
De lo que estaría hasta los h... es de tener que estar pendiente de toda la peña y, sobre todo, de que nadie se colara dentro, jejeje.
La pena es que hubiera tante peña, si no sí que habría sacado fotos mejores y de varios detalles bien bonitos de la bricbarca.
Buen reportaje, Javier. Recuerdo haber visto hace años,en el puerto de Barcelona, el "Tovarich" (ex- buque escuela ruso de las épocas soviéticas)... era lo mismo, los puestecillos con condecoraciones y recuerdos de "tiempos mejores", un poco deprimente el aspecto de los marineros... Pero el barco (antiguo "Gorch Fock" incautado por los soviéticos a los alemanes tras la segunda guerra mundial) era una pasada...
La pena es que nos perdemos esas fotos tuyas a la rueda!!!
Sí, Isabel, ese Tovarich era uno de as tres bricbarcas incautadas a la Kriegsmarine. Las otras dos son el actual buque escuela los Guarda Costas de USA, el Eagle y la otra es la portuguesa Sagres.
Sí, recuerdos de viejos tiempos.
No, si os llego a poner esas fotos a la caña del timón, salís todos "espantaos" xD
Publicar un comentario