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Navegando por el Mar de Papel Moneda, y otros mares... (Sailing at Sea of Banknotes, and others seas...)
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El Gran Capitán Ediciones, Madrid Primera edición: mayo de 2016 ISBN: 978-84-94392320 236 páginas |
Un ejercicio casi exagerado de síntesis biográfica dedicada a los principales descubridores y conquistadores de América que, por lo menos, ha despertado en mí el interés por este periodo histórico
Contaba yo con once años cuando se celebró el Vº Centenario del descubrimiento de América (cosa impensable en la pusilánime actualidad, no fuera a ofenderse nadie), y, como un niño en semejantes edades, poseía un superficial conocimiento y conciencia de lo que nos estaba rodeando. Miguel de la Quadra-Salcedo en pleno Amazonas se fusionaba en la televisión con las promociones de Coby en el Cola-Cao y de Curro para la Expo de Sevilla. Recuerdo hasta una publicación especial, en formato revista, que se coló en casa (un grueso volumen con páginas a todo color (hoy perdido) que mostraba todos los pabellones de los países participantes), y un continente plástico de helado que formó parte de la legión de figuritas sobre la repisa.
El hecho histórico en sí, a pesar de su indiscutible importancia, nunca despertó en mi interés alguno. No es una excepción, pues, aún a día de hoy, poca apetencia me sugieren episodios como la Prehistoria, el Imperio romano o el periodo comprendido entre 1650 y 1800. ¿Manías de uno? ¡Bah! ¿Quién tiene la respuesta? (sigue leyendo)
Título original: «Poppies Are Also Flowers». 1966. 100 min. EEUU. Dirección: Terence Young. Guión: Jo Eisinger basándose en una historia de Ian Fleming. Reparto: Yul Brynner, Omar Sharif, Angie Dickinson, Stephen Boyd, Hugh Griffith, Jack Hawkins, Rita Hayworth, Trevor Howard, Trini Lopez, E.G. Marshall, Marcello Mastroianni, Senta Berger, Anthony Quayle, Eli Wallach, Grace Kelly, Marilú Toló, Howard Vernon, Gilbert Roland, Barry Sullivan, Amedeo Nazzari, Georges Géret
Plantel internacional de lujo para tratar el incipiente problema de la droga a nivel mundial, desde Grace Kelly (narradora) a Trini López, pasando por Yul Brynner, Angie Dickinson, Omar Sharif o Rita Hayworth
Aunque la película ya cuenta con sus años y poquísimos supervivientes, la cuestión que plantea está aún vigente. Cierto es que trata de una época en la que este veneno tan solo lo consumían los ricos y los hijos de papá, sin que aún se hubiera abierto a los barrios más humildes, como sucedería durante los años ’80 gracias a la droga procedente del continente americano, pero ahí está la cosa (sigue leyendo)
Título original: «The Lord of the Rings: The Fellowship of the Ring». 2001. 180 min. Nueva Zelanda. Dirección: Peter Jackson. Guión: Fran Walsh, Phillippa Boyens, Peter Jackson, basándose en la obra de J. R. R. Tolkien. Reparto: Elijah Wood, Ian McKellen, Viggo Mortensen, Sean Astin, Sean Bean, John Rhys-Davies, Orlando Bloom, Dominic Monaghan, Billy Boyd, Cate Blanchett, Hugo Weaving, Liv Tyler, Ian Holm, Christopher Lee, Lawrence Makoare, Craig Parker, Andy Serkis, Marton Csokas
Por mucho que se critique a Jackson aún al día presente, nadie puede negar que esta trilogía y, sobre todo, «La comunidad del Anillo» son obras maestras del cine
Resulta harto desagradable tener conciencia plena del paso de los años, más cuando rescatas un DVD de la estantería y compruebas que hace dos décadas que la película en cuestión fuera rodada y que, para más inri, fuiste a verla a una sala de cine. Esto ocurre a la fuerza con la trilogía de «El señor de los anillos», de cuya primera parte conservo incluso copia en formato VHS, aunque haga mucho que no contemos en casa con aparato alguno que sea capaz de reproducir estas cintas; una copia con la versión cinematográfica que habré visto, hasta la irrupción en el hogar de la tecnología digital, más de una docena de veces. Más a la vista, tenemos la edición extendida de la producción de Peter Jackson, de todo lo que quiso o fue capaz de meter y que no le permitieron proyectar en su día por cuestiones económicas (sigue leyendo)
Cuando tratamos en su día del uso del espolón como arma, incluso en tiempos modernos, se mencionó, muy de pasada, al HMS Polyphemus. En aquella no había dado con mucha información al respecto, por lo que no dejó de ser un mero apunte que hoy me dispongo a dignificar, pues el navío se lo merece por ser “único en su especie”.
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Plano contenido en la obra «The British battle fleet», de Fred T. Jane (1915) |
Fruto de los desvelos y, quizá, de cierta demencia por parte del almirante sir George Sartorius, por un lado, y de la mera existencia del buque Vesubius diseñado por Nathaniel Barnaby, por otro lado, el Polyphemus, no fue el único ariete torpedero acorazado de la Historia, pero sí uno muy singular. Su única arma (sí, única), era el espolón de proa y, como apenas sobresalía del agua, carecía originalmente de una superestructura como tal, asemejando su aspecto a lo que acabó entendiéndose como la forma ideal de un submarino. Es más, su línea primitiva recuerda en buena parte a un navío como el que imaginara Julio Verne para que el capitán Nemo surcara los siete mares por debajo de la superficie y atacara a sus enemigos por “raming”.
La quilla del Polyphemus fue colocada en los astilleros del arsenal de Chatham en septiembre de 1878, siendo botado en junio de 1881 y entregado al año siguiente. Poseía unas dimensiones nada despreciables de 73,1 m. de eslora, 12,2 m. de manga y 6,1 m. de calado. Desplazaba 2.640 toneladas gracias a un aparato motor compuesto por dos máquinas Humphrys alternativas de doble expansión, dos hélices y doce calderas tipo locomotora (luego sustituidas por cilíndricas), dispuestas en cuatro salas, que suministraban 5.500 CV de potencia y le permitían alcanzar una velocidad máxima de 17,8 nudos con un radio de acción de 3.400 millas a velocidad económica.
El coste total de su construcción ascendió a 174.450 libras esterlinas.
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Dibujo extraído de la obra «Warships 1860-1970», de J. M. Thorton (1973) |
Los resultados de los exámenes fueron altamente satisfactorios para este navío experimental, tanto como para destacar que su ariete era como un cuchillo afilado, aunque no entraba en la cabeza de muchos que un buque de guerra tuviera como única arma un espolón móvil (que se podía retirar a voluntad), por lo que se modificó su diseño para añadirle cinco tubos lanzatorpedos (uno bajo el espolón y cuatro por parejas en ambos costados, con una santabárbara capaz de cargar de 18 torpedos), y una mínima superestructura, a mayores de la torre de mando, chimenea y mástil (así como aparejos para botes), para la instalación de casamatas para seis ametralladoras Nordenfeld, lo que le confirió un aspecto más “normal”.
Parecía que el Polyphemus se lo comería todo y estaba destinado a ello si la tecnología naval no siguiera avanzando a pasos agigantados con el desarrollo de los destructores y los torpederos, algo sobre los que los españoles tuvimos mucho que decir.
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Por orden, el Polyphemus en alta mar, el comandante Edward L. Lang y en dique, en Malta (Navy and Army Illustrated, 1898) |
Con una dotación de 146 hombres, el Polyphemus estuvo encuadrado en la escuadra británica del Mediterráneo ya en 1882 y haciendo frente a ciertas tensiones con la Rusia zarista en 1884.
Fue dado de baja en 1903 y vendido, perdiéndosele la pista para siempre.
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«Ironclad in action», de H. W. Wilson (1896) |
Título original: «The Circle». 2017. 110 min. EEUU. Dirección: James Ponsoldt. Guión: James Ponsoldt y Dave Eggers (basándose en la novela de Dave Eggers). Reparto: Emma Watson, Tom Hanks, John Boyega, Karen Gillan, Bill Paxton, Patton Oswalt, Ellar Coltrane, Ellen Wong, Nathan Corddry, Jimmy Wong, Poorna Jagannathan, Kelli Barksdale, Allyson Nicole Jones, Amir Talai, Regina Saldivar
«El Círculo» es una película que me ha impactado y que me ha hecho cavilar largo rato, llegando a la conclusión de que si éste es el mundo futuro a corto plazo, conmigo que no cuenten
Encontré este título en la categoría de ciencia-ficción y por eso lo escogí, pero quien lo colocó ahí quizá no estuvo muy acertado (es más, en cualquier web de críticas aparecerá como perteneciente a dicho género, más que nada porque ahí es donde se catalogó la novela en la que se basa, que sí es de ciencia-ficción). Su argumento susurra ecos de un futuro distópico, mas trata de un presente a la vuelta de la esquina; de una realidad venidera e inminente. ¿Cuánto nos queda para que veamos en nuestras calles y casas lo que se escenifica en su metraje? ¿Un lustro? Puede que tan solo unos meses si la tecnología actual sigue al mismo ritmo acelerado (sigue leyendo)
Este mes de mayo que está a punto de terminar ha sido bastante fructífero, aunque no lo parezca por la relación de entradas que adjunto a continuación. Se ha despertado, en parte, mi ánimo por la escritura, ya sea con relatos de corte fantástico, ya sea con pequeños artículos para el blog de El Navegante; y esa es una buena noticia, la verdad.
Como siempre, os agradezco la lectura y el apoyo. Un saludo
Artículos
—El coleccionista de pecios: el SS Richard Montgomery, el pecio más peligroso del mundo https://navengantedelmardepapel.blogspot.com/2021/05/el-coleccionista-de-pecios-el-ss.html
—Un pecio inexistente https://navengantedelmardepapel.blogspot.com/2021/05/un-pecio-inexistente.html
Reseñas
—Reseña a la primera (y única) temporada de «Watchmen» (2019) https://guardiadeimaginaria.blogspot.com/2021/05/resena-la-primera-y-unica-temporada-de.html
—Reseña a la película «Las veinticuatro horas de Le Mans» (1971) https://guardiadeimaginaria.blogspot.com/2021/05/guardia-de-cine-resena-las-veinticuatro.html
—Reseña a la película «Parásitos» (2019) https://guardiadeimaginaria.blogspot.com/2021/05/guardia-de-cine-resena-parasitos.html
—Reseña al manga «Seraphim 266,613,336 Wings», de Mamoru Oshii y Satoshi Kon https://guardiadeimaginaria.blogspot.com/2021/05/guardia-de-comic-resena-seraphim.html
—Reseña a la película «Supergolpe en Manhattan» (1971) https://guardiadeimaginaria.blogspot.com/2021/05/guardia-de-cine-resena-supergolpe-en.html
—Reseña a la novela juvenil «La pandilla UFO (1)», de Israel Moreno https://guardiadeimaginaria.blogspot.com/2021/05/guardia-de-literatura-resena-la-novela.html
—Reseña al anime «El tiempo contigo», de Makoto Shinkai (2019) https://guardiadeimaginaria.blogspot.com/2021/05/guardia-de-cine-resena-el-tiempo-contigo.html
—Reseña a la película «Good Bye, Lenin!» (2003) https://guardiadeimaginaria.blogspot.com/2021/05/guardia-de-cine-resena-good-bye-lenin.html
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2016 |
Muchos habréis recibido y visto cierto vídeo que, por medio de imágenes prestadas de Google Earth, se afirma la existencia de un misterioso pecio en el puerto de Habu, en la isla japonesa de Oshima, en la coordenadas 34º41’18.49”N- 139º26’14.86”E.
Ciertamente, parece, pero no es más que otra de estas extrañas fallas de un programa que se dedica a recopilar y recomponer millones de capturas satelitales, permitiendo dar como resultado incluso imágenes siniestras.
La captura del aparente pecio de un barco de dimensiones nada desdeñables (midiéndolo mal ya salen más de 50 metros de eslora), se dio el 13 de mayo de 2016 y es curiosa por cuanto el resto de la composición está perfecta; no hay nada que nos extrañe en la misma, salvo un barco hundido y muy deteriorado. Sin embargo, si adelantamos el reloj hasta la siguiente “pasada”, hasta el 12 de marzo de 2018, vemos que el barco aparece ocupando la misma posición, intacto y a flote, debidamente amarrado.
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2018 |
Si consultamos el blog “A Life Less Normal”, en su entrada de 9 de noviembre de 2014, podemos ver una buena galería del puerto de Habu y de los barcos allí amarrados, siendo que destaca de entre todos el buque de investigación Oshima Maru (IMO 9135406), el cual, a todas luces, coincide con nuestro misterioso pecio.
Del blog "A Life Less Normal" |
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2010 |