No, no me han pagado ni nada por el estilo desde Altaya, así que tranquilos. Ayer mismo compré, -impulsado por el modelo del primer número-, la entrega inaugural de una colección nueva de reproducciones, dedicada a los aviones de combate a reacción. La verdad que el North American F-100D Super Sabre ha tenido mucha culpa.
Me ha sorprendido gratamente la figura, a escala 1/72, gigantesca y muy bien hecha, con multitud de detalles que en su pedestal permite ponerlo en posición de vuelo o con el tren de aterrizaje accionado.
Quizás una de los principales intereses que pueda tener la colección en sí es que incluye aparatos pertenecientes a las Fuerzas aéreas españolas como el McDonnel Douglas F-4C Phantom II o dos reproducciones que se obsequian al suscribirse como es el CASA C-101 Aviojet de la Patrulla Águila y el North American F-86 Sabre de la Patrulla Ascua, con la respectiva enseña y colores nacionales.
Tiene programadas más de 50 entregadas y recomiendo, a todo el que guste del tema, que al menos vaya a echarle un ojo y que se busque una buena estantería, por que yo no sé donde colocar mi Super Sabre ahora mismo, ejem.
Como nota negativa, el facsículo no es que sea muy extenso. Tiene gran cantidad de imágen y hasta tiene un ligero cuadro de la reproducción, pero no es que haya mucha información, la verdad. Se queda a medias, sobre todo al emplear las últimas hojas (de un total de 12) a un tema diferente al propio del aparato de la reproducción. En este caso se hace un mini reportaje del Me 262. La calidad del papel, supongo que será la habitual de las publicaciones actuales, pero nada como la textura y calidad de aquellas colecciones del pasado que aún mantienen su sitio en nuestra estantería.
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