viernes, diciembre 13, 2013

13 de Diciembre de 2013

ABC


Publicado por Esteban Villarejo el dic 12, 2013

El portaaviones «Príncipe de Asturias» dejará de pertenecer este viernes a la Armada Española tras 25 años de servicio. El hasta ahora buque insignia de la Marina causa baja así del Listado Oficial de Buques de la Armada. Este hito formal es el último de un proceso que comenzó en verano de 2012 cuando se decidió dar de baja al portaaviones. Meses después, el 6 de febrero, zarparía de su Base de Rota hacia el Arsenal Militar de Ferrol en la que constituyó su última singladura.

Tras concluir los trabajos de desarme y su desactivación, «ya solo queda el casco y tuberías. Todo lo útil se ha desembarcado», afirmaba ayer una fuente de la Armada. Un buque fantasma sin pabellón al que servir. Ese es su estado ahora.

¿Y su futuro?  El buque sigue siendo propiedad del Ministerio de Defensa, dentro de la Dirección General de Armamento y Material. «Sin marcarse ningún plazo» y a la espera de algún posible comprador, el Ministerio de Defensa baraja las dos soluciones primigenias: subastarlo para el desguace o venderlo a la Armada de algún país, siendo su nueva puesta a punto un posible negocio para el astillero estatal Navantia.

Sobre la segunda opción mucho se ha especulado. Fuentes del Ministerio de Defensa aseguraron a ABC que de momento no hay ninguna oferta por el portaaviones «Príncipe de Asturias». Otra cosa es que se hayan intensificado las relaciones bilaterales con las armadas de otros países que piden asesoramiento: «sin más».

A las 13 horas, en el mismo Arsenal Militar y con un sencillo acto presidido por el almirante jefe del Estado Mayor de la Armada (Ajema), Jaime Muñoz-Delgado y Díaz del Río, la Armada despide al portaaviones símbolo de esa nueva Armada (y España) que se desarrolló en la década de los 80.

Durante su última singladura entre los días 6 y 8 de febrero rumbo a Ferrol, tuve la oportunidad de formar parte de su pasaje. Recuerdo la responsabilidad, profesionalidad y tristeza con que su dotación emprendió aquella penúltima misión. Recuerdo aquellas declaraciones de su último comandante, el capitán de navío Alfredo Rodríguez Fariñas: «Así se nos requiere, España así lo requiere. España no puede sostenerlo».


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