No siempre soy capaz de terminar un relato, pero, en ocasiones, cuando cuento con el apoyo de un dibujante interesado en el mismo, lo consigo.
Kaskajo me propuso escribir un guión sobre vampiresas y me dije "¿por qué no?" Por probar... Y los años 1970 y la Serie B se colaron a la fuerza en el texto. Encima, me puse a ver a Christopher Lee con capa y dentadura postiza, así como ciertos títulos despelotados de la mítica década, donde la sangre y la teta era todo uno. Así surgió «Lorelei de sangre», una historia que tuvo título cuando llegué al punto final del relato (que no del guión, del cual voy por la página 20), y que nos llevará a los bosques del Norte de los EEUU, hasta el pueblo de Straight Falls, para revelar un secreto que lleva oculto diez años.
La historia parecía escribirse sola... Y tampoco era la típicamente gótica de campilla inglesa o de colmillos sobre cuellos blancos. Quizá esté más cerca del rural horror... No sé. Los más entendidos sabrán etiquetarla mejor que yo.
Un poco de la Hammer, un poco de Carpenter falto de presupuesto… Cosicas de la vieja escuela que, desde el fondo de mi corazón, espero que llegue a buen término.
Como el amigo Kaskajo Jose Miguel Castro ya se hizo eco de la primera plancha y algo más, yo hago lo propio por si os lo habéis perdido.
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