lunes, octubre 22, 2007

500 francs de 1992 de los Territorios franceses del Pacífico

Territorios franceses del Pacífico

500 francs

1992





Anverso de un billete de 500 francs de 1992.

Reverso de un billete de 500 francs de 1992.

Este ejemplar está dominado por un intenso azul y colores de los arrecifes.

En el anverso disfrutamos de una pequeña vista a la costa de las Islas Marquesas (Polinesia francesa), donde encontramos canoas de batanga (gracias amigo Jack Byron por la información), que es el principal medio náutico del Oceano Pacífico e Índico, con una contrucción ligera que parte de un tronco central al que se une otro mas pequeño, creando un catamarán. En la parte derecha, aparece el busto de un joven polinesio.

En cuanto a animales tenemos a varios ejemplares de vertebrados piquilotermos (peces de sangre fría) y coral variado como la Gorgonacea que es un tipo de coral del orden de las cnidarios sésiles.

En el reverso, tenemos el paisaje de Hienghène (Provincia del Norte de Nueva Caledonia), en el que destaca el busto de un hombre de la Isla d´Ouvéa (Islas Loyautés). El ejemplar se ve rodeado por artesanía nativa y fauna tropical de la zona. En el borde inferior tenemos una referencia a los artículos 442-1 y 442-2 del Código penal francés, los cuales penan la falsificación de moneda.

Las características generales de los billetes emitidos por el Institut d´émissión d´Outre-mer son la riqueza extraordinaria de colores vivos y contrastes, y los motivos representativos de paisajes y nativos, dedicándose el anverso a Polinesia y el reverso a Nueva Caledonia. Se utiliza de marca de auga a una Marie-Louise.

El Institut d´émissión d´Outre-mer (Instituto de Emisión de Moneda de Ultramar) es un organismo público cuya sede está en París y fue fundado en Diciembre de 1966 con el fin de emitir una moneda legal y uniforme para los territorios franceses del Pacífico. Su presencia abarca Nueva Caledonia, Polinesia Francesa y Wallis y Futuna, además de los territorios franceses del sur, en la Antártida.

La moneda emitida por el IEOM se conoce como franco
CFP (código internacional XPF) y su convertibilidad a €uro está fijada en 1.000 f = 8,38 €.

Curiosamente, este billete me pareció el adecuado para comentarlo en la semana en la que el Navegante MP cumple 1 año desde su botadura. Es bellísimo y hacía mucho tiempo que andaba tras de él, siéndome realmente difícil encontrar uno a precio asequible y en estado SC. Quizás es el mas bello de mi colección por ahora, pero no es la joya de la misma. Me pareció el adecuado para dicha fecha ya que Oceanía, con sus archipiélagos de belleza tan frágil, me inspira y me atrae como ya lo hizo con Robert Louis Stevenson o Gauguin. Son territorios soñados, llenos de tierras extrañas en pleno Anillo de Fuego, donde se encuentra la mayor actividad volcánica y tectónica del planeta, de tierras que emergen y desaparecen en el mar. El misterio que encierra me atrae como a la mayoría. ¿Quién no se ha sentido intrigado por las enormes estatuas de la Isla de Pascua (o Rapa Nui) sobre sus zócalos llamados ahus, que son hombres blancos con cabelleras rojizas (y que también había en Pitcairn)? ¿Quién no ha querido saber si Davis Land existió alguna vez? ¿Quién no se ha extrañado al leer noticias de antiguos navegantes sobre islas que no existen en la actualidad? ¿Quién no se pregunta quien ha construido ciudades enteras en islas aisladas, con pirámides y templos con piedras de decenas de toneladas, cuando los nativos solo pueden explicar que las hicieron aquellos que vivían allí antes que ellos? Nueva Hébridas, Banks, Salomón, Fidji, Sociedad, Bora Bora, y un largo etcétera de islas donde el misterio está allí. Sin duda, es una fascinación que te hace pensar en la posibilidad, casi aberrante para muchos historiadores ortodoxos que solo piensan en la civilización occidental, de una “Atlántida” del Pacífico. Es un misterio particularmente hermoso, ya que debido a la transmisión oral y falta de escritura en dichas zonas, las civilizaciones que construyeron dichas obras y que desafiaron al Pacífico en su colonización no han dejado mas vestigios.

El Pacífico, con sus islas y archipiélagos siempre ha sido un sueño para los navegantes, no solo por sus frutos, animales, paisajes y bellas mujeres, sino por que constituye también una última frontera.


Las imágenes de billetes expuestas en esta web pertenecen a billetes de mi colección privada.

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